Mi Esposa Astuta romance Capítulo 227

Lorenzo se detuvo un largo tiempo cuando salieron ellas.

No era tonto. Entendía los ataques de Amara.

No tenía el derecho a acompañar a Camila por lo que había hecho. Y con la compañía de Amara, se aliviaría la pena de divorcio de Camila.

Al pensó eso, le dolía el corazón.

—Señor Lorenzo. Tienes que cuidar tu salud primero. Hay huella de sangre en su camisa, si no lo trata, será más grave tu herida.

Ignacio Xirau estaba al lado de Lorenzo, dijo preocupado.

—Entiendes qué debes decir. No espero que Camila sepa la razón de divorcio. ¿Estás de acuerdo?

Lorenzo miró a Ignacio fríamente.

—De acuerdo.

Ignacia respondió respetuosamente.

Cuando Lorenzo entró en el coche, sonó el móvil. Era Leila.

Lorenzo no quería responderla. Ya había cumplido las tres promesas y no necesita hacerle caso.

Lorenzo se enfadó como Satán del infierno.

La bloqueó sin duda.

—¿Si necesito darla lección?

—Camila lo hará. Resolverá las cosas perfectamente. Solo necesitamos contemplar.

Cuando habló de Camila, la voz de Lorenzo era suave y se rió.

***

En la familia Cambeiro.

Leila llamó a Lorenzo mil veces, pero no la respondió.

Era consciente de que la bloqueara Lorenzo.

—Cariño, no te preocupes. Me ha dicho la guardia que ya se han divorciado los dos.

Amaya no podía aguantar la excitación. Se acercó a Leila y dijo emocionada.

—¡Dime otra vez! ¿Es verdad? ¿Se han divorciado?

Leila estaba emocionada como si consumiera drogas.

—Por supuesto. Lo ha visto la guardia. Tienes que aprovechar la oportunidad de acercarse a Lorenzo. Si tienes su hijo, se casará contigo para la fama de La Familia Cambeiro. Y entonces, serás la dueña del Grupo Cambeiro.

Amaya estaba emocionada como si ya fuera la dueña Leila.

—Además, ya que ha hecho amor contigo, es posible que tengas su hijo pronto. Aunque esta vez no, todavía tienes otras oportunidades.

Mencionada esta cosa, Leila se sentía enfadada.

Lorenzo había preferido apuñalarse que tocarla. Solo quería matarla y desmembrarla.

Leila lo preparó mucho tiempo y creía que no era posible que se escapara del control Lorenzo, pero no esperó que se despertó con este método.

Se encerró en el cuatro mucho tiempo, y ni Leila sabía cómo se despertó porque ella aseguró que nadie lo sobrepasara. Era un milagro.

El auto control de Lorenzo era horrible así que el plan de Leila se destruyó.

Leila quería cumplirlo perfectamente, por eso no tenía otro remedio que hacer amor con su propia mano. Ya era difícil de dominar esta ocasión, pero si se esforzaba, lo lograría.

Sería el ganador el más cruel.

Leila conocía a Lorenzo.

Aunque quería abrir la puerta y abrazar a Camila. Pero con solas una palabras sobre la vida de camila, lo aguantó Lorenzo.

La oportunida no esperaba a nadie. Leila tenía que aprovecharla para acecarse a Lorenzo y logrartener su hijo.

Cuando llegó a casa Pablo, las dos se hablan alegres.

—¿Qué pasa?

Pablo miró hacia ellas.

—Tienes que tratar a los clientes? ¿Por qué te apresura?

Camila no podía decir la verdad. Mencionó otro tema.

—Hoy sí es un día feliz. Felipe se despertó. Tengo que verlo. Me preocupo por él.

¿Qué había dicho?

¿Felipe se despertó?

Las dos se miraron sorprendidas. ¿Cómo lo realizó?

No era posible descubrir ese tipo de veneno. Y cómo era posible que se despertara después de un largo tiempo.

Creían que muriera pronto.

—¿Verdad? ¿Estás seguro? Lleva tanto tiempo sin consciencia ni señal de despertarse.

Leila se apresuró a preguntarlo.

—¿Por qué os miento? Vamos a ver a Felipe. Llevamos mucho tiempo sin encontrase.

Pablo intentó llevarlas al hospital.

—No está bien. Amaya no sentía bien. Tengo que cuidarla.

Esta noticia sorprendió a Leila. No era posible que fuera al hospital con Pablo.

—Vale. Cuídate. Me voy.

Pablo salió rápidamente.

—¿Qué? ¿Cómo es posible? He hecho gran esfuerzo para lograr la medicina. La medicina y el accidente, todos son planteados por nosotras. Si se despertó, nos enviarán a la cárcel.

Pablo bajó y corrió la puerta. Amaya estaba asustada. Miró hacia Leila.

¡No!

¡Eso no podía ocurrir!

Camila y Lorenzo se divorciaron y todos creían que Lorenzo habían hecho amor con ella. Solo le quedó un poco para se casó con Lorenzo en esta situación.

No permitía pasar ningún accidente que podía afectar su casamiento con Lorenzo.

—Todavía no sabemos si es verdad. Voy a confirmarlo y no se enterará de eso Pablo. No te preocupes.

Leila calmó a Amaya.

Esta se tranquilizó al escucharlo.

***

En el hospital.

Leila se disfrazó y miró hacia el espejo para afirmar que no la reconocían. Puso una mascarilla y cambió de peinado. Salió del baño y fue al consultorio para asegurar dónde estaba el cuatro de Felipe.

—¿Te has despertado? ¡Gracias a Dios!

—Abuelo, me alegra de verte despertado.

Leila se acercó al cuatro para escuchar lo que decían Pablo y Camila. No entró.

—Agua...quiero...

La voz ronca de Felipe sonó desde el cuatro.

Pero Leila no lo creía solo por el sonido. Empujó la puerta lentamente y vio a la mano que cogía Pablo era de Felipe

Leila se quedó suspensa. Se cayó en el suelo respirando profundamente.

¡Joder!

¡Se despertó!

No podía quedarse en el hospital mucho tiempo. Se levantó y tomó el taxi para regresar a casa. Lo dijo a Amaya.

—Cariño, no te preocupes. Piénsalo. Si lo revelan, tal vez nos condenarán a muerte.

Al escuchar lo que decía Leila, se puso nerviosa Amaya.

—No seas exagerada. Ya que hemos cometido el delito, no pasa nada si lo cometemos otra vez. Aunque se despertó Felipe pero no está consciente y no puede reconocernos. Estudio la medicina. Sé claro qué medicina debemos agregar para matarlo. Te conviene realizarlo —dijo Leila calmada.

—No sé nada sobre la medicina. ¿Acaso no será mejor que te vayas?

Amaya no pensó que Leila quería hacerla como culpable..

—Si puedo casarme con Lorenzo, podremos resolve todos los problemas. Tenemos dinero y posición, ¿cómo no puedo dejarte salir de la cárcel. Aunque lo revelarán, Felipe ya habrá muerto y todo podrá cambiarse.

Leila convenció a Amaya.

—Vale. Lo hago. Dime cómo hacerlo.

Amaya no tenía otras opciones.

***

Era de noche.

Como una actriz, era fácil para Amaya disfrazarse de médica. Y el maquillaje la hacía no ser reconocida por otros.

Vio a nadie acercarse, empujó la puerta del cuatro rápidamente y la cerró. Sacó las pastillas que le dio Leila.

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