Mi Esposa Astuta romance Capítulo 251

—Lorenzo, quiero preguntarte algo. Antes de encontrarte conmigo, ¿te has enamorado de alguien?

Camila habló en voz baja y lo miró.

—O sea, antes de casarnos, ¿has amado a alguien?

Camila dudó una y otra vez porque ellos dos ya estaban divorciados, e incluso era normal si Lorenzo amara a otra mujer, pero ella todavía quería saber.

—Camila, en realidad, lo de Cristina es muy sencillo. Su familia tiene una relación de cooperación a largo plazo con el Grupo Cambeiro. Esto es todo, nada más. Sé exactamente lo que Cristina piensa de mí, pero te aseguro que nunca le he respondido ni le he dado esperanza.

A Camila no le hacía falta hacerle la pregunta en absoluto. Lorenzo quería explicárselo a Camila temprano, pero no estaba seguro de lo que ella pensaba por un tiempo, con miedo de hacerla infeliz si ella no prestaba atención.

—Sea como sea, sobre lo que pasó hoy, la culpa es mía, por haberte hecho sufrir tanto.

La voz de Lorenzo era sincera.

Camila miró fijamente a Lorenzo con una expresión tranquila y no dijo nada.

—La disciplina doméstica de la Familia Cambeiro es muy estricta. Incluso sin las restricciones de la disciplina, no me gustan las relaciones desordenadas entre hombres y mujeres, tampoco estoy interesado en provocar a una chica que no debe sentirse atraída por mí. Puedo controlarme, pero no puedo detener los pensamientos y acciones de otra gente. Eres la única muchacha que me he esforzado tanto por tener en mi vida. No tengo otras mujeres.

Lorenzo rara vez tenía el miedo incontrolable. Al ver la mirada escrutadora de Camila, se sintió ansioso por temor a que ella lo entendiera mal.

—Desde el principio hasta el final, la chica a que he amado y tocado eres tú. La Familia Cambeiro no necesita ni desdeña el matrimonio comercial.

Los ojos de Lorenzo estaban llenos de confianza.

«Claro que sí, el Grupo Cambeiro es tan poderoso que no necesita un matrimonio de negocios para consolidar la posición en los círculos comerciales.»

Sin embargo, cuando Camila se acordó de las palabras de Raúl, y de repente sintió un dolor en su corazón pero pronto ocultó las emociones.

—También tengo algo que preguntarte.

Lorenzo vio que el nudo en el corazón de Camila había desatado, la sostuvo en sus brazos y le preguntó.

—¿Qué?

Camila enarcó las cejas y miró a Lorenzo sin reacción.

—¿Estás celosa de Cristina?

Lorenzo levantó la mano y frotó suavemente la mejilla delicada de Camila.

Camila se sonrojó y no sabía si era por las acciones de Lorenzo o por su pregunta.

El aliento dulce y el aura fuerte del hombre rodearon a Camila y él le susurró al oído.

—A la luz del día, debes actuar en serio.

Camila tosió innaturalmente.

—Es casi de noche.

La voz de Lorenzo era aún más embriagadora en la oscuridad.

—¡Jajaja, detente, déjame en paz!

Lorenzo levantó deliberadamente la mano y tocó suavemente la cintura de Camila. Ella era la más cosquillosa y se rió tanto que sus lágrimas estaba a punto de salir. Ella quería escapar pero fue abrazada por Lorenzo sin poder liberarse.

—¡No estoy celosa!

Camila se negó a admitir los celos, levantó la mano con enojo y golpeó a Lorenzo en el brazo.

Lorenzo se sintió un poco emocionado por parecer haber vuelto a los días felices anterioeres.

—Ese día en la habitación, ¿pasó algo a Daniel y a ti?

Lorenzo vaciló mucho en su corazón pero todavía se animó a preguntar.

En el momento en que lanzó la pregunta, él no se atrevió a saber la respuesta de Camila.

Probablemente la pregunta era una espina clavada en el corazón de Lorenzo.

Raúl le mostró una gran cantidad de fotos a Camila, así que ella entendió que Lorenzo la había estado protegiendo en secreto y nunca la había abandonado.

La cara de Lorenzo en la foto era muy seria, y se podía ver que él había hecho todo lo posible para contener las emociones que iban a estallar.

Él la hizo sentir mal, pero ella se derrumbó cuando Leila y él estaban en la misma habitación, y Lorenzo todavía la trató así, por lo que ella no podía darle la contesta fácilmente.

—Señor Lorenzo, eres tan inteligente, adivínalo.

Camila enarcó las cejas y miró a Lorenzo con una postura de que simplemente no contestó.

—Señor Lorenzo, eres aburrido en grado superlativo. Todas las mujeres son engañadas por tu apariencia. Si viven contigo durante mucho tiempo, definitivamente se enfadarán. Por un asunto tan sencillo, tienes diez mil maneras para buscar evidencia, pero, ¿por qué me preguntas personalmente? Puedes verificar la correcta respuesta final tú mismo en minutos. ¡Qué idiota!

Camila habló con timidez. Su mano se apoyó sobre el pecho de Lorenzo y ella bajó los ojos para mirar hacia el suelo.

—Mentirosa.

Ellos subieron al auto que se manejó muy rápido en la noche.

El coche se detuvo no lejos de la villa donde vivían. El ambiente era tranquilo y pacífico, y había las luces tenues y las estrellas esparcidas por el cielo.

Camila tenía algo en su corazón y no se centró en la situación en el camino. El auto se detuvo repentinamente en un lugar desierto, lo que atrajo su atención.

Ella volvió la cabeza y echó un vistazo a Lorenzo que estaba al lado. Mientras tanto, él también la miró con una expresión complicada.

«¿Qué le pasa?»

Lorenzo simplemente apagó el auto y estacionó directamente al borde de la carretera vacía.

—Lorenzo, ¿por qué...?

Camila miró a Lorenzo desconcertada y quería hacer pregunta pero él la interrumpió.

Su gran cuerpo se acercó de repente a Camila con una mirada tan profunda como la tinta espesa.

Camila echó un vistazo a Lorenzo con asombro porque súbitamente llegó su beso que era fuerte y dominante como siempre.

La hermeticidad del auto era muy buena, y en el poco espacio, resonaba el sonido de un jadeo anheloso.  

Camila estaba ligeramente asustada cuyas manos presionaban firmemente contra el pecho de Lorenzo. Cuando vio la apariencia de Camila, él no la obligó más y notó que los labios de ella estaban hinchados por él.

Camila no sabía qué pensaba Lorenzo.

«¿Hace poco estaba bien, pero, por qué me besó de repente?»

Ella quería escapar del encarcelamiento de Lorenzo pero fracasó y no se atrevió a provocar su autoridad de nuevo.

Ellos dos permanecieron inmóviles durante mucho tiempo y nadie dijo ni una palabra, e incluso Camila podía oír el fuerte latido del corazón de Lorenzo.

Camila estaba un poco ansiosa, con ganas de preguntar, pero no se atrevió a hablar.

Lorenzo soltó un suspiro con impotencia. Su rostro estaba enterrado en el cuello de Camila y luego sus labios tocaron las orejas y los aladares de Camila, lo que mostró extremadamente su suavidad.

El cuerpo de Camila se puso rígido y un sentimiento indescriptible se agitó en su corazón.

La muchacha en sus brazos era cautelosa y sospechosa, con los ojos brillantes como las estrellas. Al ver esta escena, Lorenzo sintió conmovido y no podía evitar besarla suavemente.

Lorenzo levantó la mano y quitó la horquilla del cabello de Camila. Se dispersó su pelo y salió una leve aroma, lo que era tentador.

Camila miró a Lorenzo, encontrando la mirada no disimulada de él y se sintió tan nerviosa que el corazón casi iba a saltar.

Lorenzo no podía contenerse, y además, estaba frente a la chica que amaba. Su mano se cayó sobre la cintura de Camila mientras que la otra mano tocó suavemente la delicada mejilla de Camila, moviéndose lentamente y desabrochando todos los botones de la ropa de ella por los que pasaba su otra mano.

—No.

Camila entró en pánico y miró a Lorenzo en estado de shock.

«¿Acaso quiere hacer el amor en el coche?»

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