Mi Esposa Astuta romance Capítulo 366

Como Estela quería aprovechar todas oportunidades a vengarse de Camila, la dijo estos intencionalmente para enfurecerla, aunque los dichos no eran la verdad.

Hasta ahora Estela recordaba la escena embarazada claramente. Aunque trató a Lorenzo tan almibaradamente, él no aceptó su invitación ni la besó.

Lo que la hacía más desconsolada y vergonzosa era que a pesar de sus halagos, Lorenzo ni siquiera le echó una mirada a ella. Y salió en coche tan rápidamente como si se huyera de un fantasma.

Estela pensaba porqué no podía ganar su amor por su belleza. Ella no podía aceptarlo, así que juró que tenía que conquistar a Lorenzo de todas maneras.

No importaba la verdad, solo quería apesadumbrar a Camila.

—¿Qué piensas? Crees que eres la princesa, solo un desposorio, ¿acaso tu familia puede forzar a todas personas de Fretston venir a congratularte? Si yo fuera tú, estaría modesta. No es la boda, sino el desposorio. No saben si puedes realizar el casamiento, aun venga el día, también podríais divorciarse. Es difícil que la familia de tu esposo no te menosprecie por tu talento de molestia. En unos días será mi aniversario de bodas, Camila no tiene el humor a meterse al asunto de una sinvergüenza. Como muchos jóvenes de familia notable se presentarán en la ceremonia, mi Camila tiene que poner su atención en elegir su marido entre ellos. Solo una pobre perra persigue al único sin vergüenza.

Violeta no dejó a Camila la oportunidad para decir. Miraba a Estela con sonrisa como si estuviera esperando a contemplar las desgracias de ella.

Estela había enterado la noticia muy pronto. Por supuesto que ella sabía el aniversario de bodas de Violeta Moreno y Rubén Amengual, el hombre dominante de la familia Amengual. Debido al inusitado movimiento que hicieron invitación de una forma notable, en Fretston casi todos sabían el evento. Se decía que los Amenguales también invitaban a los conocidos extranjeros.

Ella también entendió que esto no solo era una festividad sino para seleccionar el marido de Camila.

Sin embargo, le había ocurrido algo tan negativo a Camila quien fue llevada por una banda de hombres desconocidos en el examen. Era posible que ella hubiera perdido la castidad que era importante para chicas. Como los hijos de familia notable no eran tontos y todos ellos no querían casar con una mujer impura, nadie quisiera tener el casamiento con ella.

En la clase alta, nada superara la fama. Por eso, nadie pudiera meterse en un desfavorable para su familia.

Estela y Lola no decían nada, ellas se miraron y las dos conocieron la situación claramente.

Estela creía que los hechos de los Amenguales podrían dañar a sí mismos. No sabía porqué ellos se atrevían a hacerlo públicamente. Esto era tan loco.

En el día, todos los jóvenes podrían rechazar a Camila, lo que sería una escena embarazada y un escándalo. Hasta el tiempo, ella tendría que mandar alguien a tomar fotos y videos y difundirlos exageradamente por los medios. No solo Camila, sino también toda la familia Amengual quedaría en ridículo. Todos estarían mirones por eso.

Imaginando el resultado Estela se sintió contenta.

En el clima nervioso, soñó a distancia un aullido de repente.

Camila sabía que esto tenía que provenir de Raphael. Se volvió y miró a un hombre alto.

¡Era Lorenzo!

Lorenzo y Raphael andaban hacia ellas. El perro seguía su dueño sin correa.

Camila miró al rostro de Lorenzo no intencionalmente. Cuando las miradas se chocaron, Camila la evitó y miró a Raphael.

Ella no había visto a Raphael por un tiempo y se dio cuenta de que su estado no era tan bien, no estaba enérgico como antes en la Propiedad Privada de Ameriart. Sus ojos llenaban de melancolía y su figura que habría sido hermoso ahora era desnutrida.

Cuando Camila vio a Raphael por primera vez ello acabó de destete.

Camila pensaba qué le habían pasado durante el tiempo y si había estado enfermo o Lorenzo no lo había cuidado bien.

—Lorenzo, ya vienes.

Después de ver Lorenzo, la voz de Estela se convirtió dulce y ella dejó de estar agria.

En el instante, Lorenzo y Raphael ya llegaron a sus lados.

—¿Has llevado a Raphael a ver el médico? ¿Qué dijo el médico? No come en los últimos días. ¿Si el estómago está mal?

En realidad, Estela no le importaba a Raphael, pero ello era la mascota favorita de Lorenzo.

Le extrañaba a Estela que Lorenzo quien era tan sentado pudiera tener un husky como mascota.

La mirada de Lorenzo cayó en Camila observándola. Había un tiempo sin verla y su vestido de hoy era de amarillo claro con tirantes, se veía refrescante.

Su hermoso cabello estaba recogido flojamente que exponía su delicadeza del rostro. Normalmente, Camila no se maquillaba, pero hoy lo hizo. El maquillaje discreto la hacía más bella.

Lorenzo se tragó. Nunca negaba que quisiera a Camila. Todos les gustaba la hermosura, él no era el excepcional. Aunque fuera un sacerdote estoico, podría ser atraído por su belleza.

—Raphael, compro tu favorito, los palitos de queso. Pero déjame besarte.

Realmente, Estela le molestaban mucho los bichos con pelos, no le gustaban perros ni gatos.

Ella contenía su molestia y se obligó a sí misma a hacer así ante Lorenzo.

De repente, Raphael ladró alerta a Estela fijándose en ella con los ojos furiosos y amenazándola con los caninos agudos. Los pelos se irguieron y la mirada llenaba de repulsión.

—¿Estás sustada?

Lorenzo vio que Estela daba unos pasos atrás involuntariamente.

—No pasa nada, creo que estaría mal humor. Debería respetarlo.

Estela dijo así, pero no pensaba así sino que buscaría la oportunidad a matarlo después de casarse con Lorenzo. En esta manera, este fastidioso perro no pudiera enfrentarse con ella.

La bestia era realmente ingrata. Ella gastó mucho dinero y lo compró muchos comestibles importados, pero no solo los ignoró sino los volcó. Para otros que lo aproximaron, aunque no le gustaban no se les mostraba la hostilidad. Para ella, cada vez intentó acercárselo, la amenazaría a ella con sus dientes y la trataba tan ferozmente.

Para Estela, este era totalmente ingrato.

Viendo a Camila el perro gritó con alegría y anhelo y no fue la forma en la que trataba a Estela. Dejó a su dueño a un lado y lanzó a Camila. Rodeando a ella y moviendo el rabillo alegremente gruñó con lamento. Aun se levantó y se echó sobre Camila.

Aunque Raphael era delegado, había sido mayor, Camila casi no podía soportarlo y dio la prisa de mantenerse de pie.

Raphael pegaba a Camila galantemente y la agarraba con sus garras para mostrarla su añoranza.

Viendo esto Estela se quedó helada. No podía creer que la escena presente era verdad. El perro que era tan altanero pudiera tratar a Camila tan galantemente y cariñosamente. Esto era tan increíble para ella.

Como vio el aspecto desnutrido de Raphael, Camila lamentó por ello, lo abrazó en seguida y lo acarició para apaciguarlo. Además, pegó la cara a la de Raphael.

Raphael era muy ingenioso. No salió de Camila, sino se volvió la cabeza y miró a las bolsas de alimentos en la mano de Lerenzo, como si quisiera que Camila lo alimentara.

—¿Raphael come poco en los últimos días?

Camila acariciaba el perro mientras miró a Lorenzo. Su voz expresó su desagrado. Porque creía que Lorenzo no lo cuidaba bien tampoco buscaba alguien a atenderlo.

—Sí, lleva un tiempo.

Lorenzo no negó, porque esto era la verdad.

—Quiero alimentarlo con las comidas que llevas —dijo Camila a Lorenzo.

—Bueno.

Lorenzo la pasó todas las bolsas para su opción.

Camila llevó a Raphael andando al lado de la entrada, luego se acuclilló y abrió las bolsas.

Raphael se convirtió vigoroso inmediatamente. Demostró su cariño a ella en la espera de alimentación. Obviamente, se olvidó a su dueño. Camila ocupaba toda su atención.

Camila sabía que el estómago de husky era delicado, por eso, optó por algo digestible en vez de la comida de perro general y acompañado por las golosinas nutricionales. En esta manera, podrían ofrecerlo las nutriciones necesarias completamente sin llenarlo demasiado.

Raphael estaba comiendo de contento moviéndose el rabillo.

Estela estaba callada. Se creía que Raphael no le gustaban todos, excepto Lorenzo. En algunas ocasiones, aun ignoraba a Lorenzo.

Como un perro altivo, pudiera estar tan cariñoso con Camila, lo que hacía Estela impensable.

Estela se creía que todas las personas la querrían por su encanto, los animales también. Pero Raphael era excepcional y aun estaba hostil con ella.

Ella observó los alimentos que Camila preparaba no ser las carnes crudas favoritas por Raphael ni otras latas, sino los dispuestos por ella misma. Aunque sin carnes, Raphael estaba comiendo con alegría.

Estela se sintió tan indignada que quería darlo un puntapié y matarlo. Solo en esta manera ella pudiera descargar la indignación, porque no podía tolerar la desobediencia de un perro.

Ella juró en el fondo que lo mataría tarde o temprano.

Lorenzo guardaba silencio en el lado y miraba a Camila y el perro. Con la sonrisa sincera de ella, él veía que Camila amaba el perro. Ella era diferente a Estela quien solo quería acercarse a él a través de Raphael.

A la verdad, Lorenzo sabía que Estela no le gustaba el perro y también conocía su truco. No intentaba revelarlo, salvo que ella conservara el intento malicioso.

Viotela estaba observando a Lorenzo y Camila en secreto. No sabía por qué Camila estaba bien con el perro de Lorenzo. Si Camila no quería explicarlo, no se lo preguntaría.

Violeta tosió intencionalmente para advertir a Camila.

—Camila, hoy ya tenemos otras cosas y no hay tiempo a cuidar el perrito. Vamos a elegirme las joyas y ropas.

Aunque Violeta no sabía los asuntos entre los dos, dado que Lorenzo había tenido el compromiso con Estela, no podía dejar que la relación desarrollara más compleja. Creía que el amor de Camila para el perro era aceptable, pero el para Lorenzo no.

Notando que los ojos de Lorenzo fijaban en Camila, Violeta pensaba que el hombre reservara un intento indebido hacia Camila. Iba a evitarlo.

Violeta llevó a Camila a salir. No tenía tiempo para considerar, Violeta la trajo entrar en el restaurante más cercano.

—Tengo hambre. ¿Podrías acompañarme comer algo? Se dice que las comidas aquí son limitadas. Es temprano, el plato ofrecido mesualmente parece que queda un último. ¿Vamos pedirlo y comer aquí?

Ellas estaban en el recibidor, Violeta ordenó el último plato.

Para Violeta, no le importaba el contenido del plato aun no sabía el nombre de ello. Por el alto precio y su manera de ofrecimiento, no creía que el plato fuera mal.

—Pero esto es para novios.

Viendo el nombre y el contenido del plato en la carta Camila se sintió embarazada. Sabía que Violeta lo pedía por su antojo. Pero creía que el plato caro era innecesario y debía quedarlo a los novios mientras que podrían comer otros.

—¿Por qué no podemos comerlo? ¡Qué anticuada eres! Pedimos esto. Vale, quiero el tocado limitado de aquí. El bonito es digno para ti, Camila.

Violeta hablaba mientras lo pidió a la camarera y luego se lo llevó a Camila.

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