Mi Esposa Astuta romance Capítulo 71

—Sr. Cambeiro, ha ido demasiado lejos. Incluso...

La preciosa cara de Camila se puso roja al instante y miró a Lorenzo con rabia.

—Huele bien. ¿Acabas de ducPalacioe? Tengo un equipo legal. Puedes elegir a alguien del equipo. Puedes pedirle que me demande. El delito es que me tomé libertades contigo.

Lorenzo no pudo evitar reírse. Su apuesto rostro estaba enterrado en el hermoso cuello de Camila.

—Estás en un extremo suelto...

Camila levantó la mano y abofeteó a Lorenzo.

—Te echo de menos.

Lorenzo no esperó a que Camila reaccionara. Directamente bajó su apuesto rostro y quiso besarla con sus finos labios.

Camila reaccionó rápidamente y levantó la mano para bloquear los labios de Lorenzo. Lorenzo no se enfadó. Sólo se rió y mordió suavemente los delgados y justos dedos de Camila.

—Hiss...

Camila tiró inconscientemente de su mano hacia atrás, y su cara de timidez se calentó aún más. ¿Por qué este hombre se burlaba de ella todo el tiempo? Sus ojos cayeron y sus largas pestañas temblaron.

Lorenzo volvió a bajar su apuesto rostro. Sus finos labios cayeron sobre la despejada frente de Camila y siguieron hasta el puente de su nariz. Levantó lentamente sus pequeñas manos y volvió a besarla en la delicada y hermosa manicura.

El beso de Lorenzo no fue como un despojo. Era muy tierno, lo que demostraba que apreciaba mucho a Camila, como si tuviera miedo de asustarla.

Todas las chicas estaban deseando conocer al príncipe azul que sólo le pertenecía a ella. Como hombre excelente y firme, Lorenzo hizo que Camila se sumergiera profundamente en el amor, sin poder salir de él, y experimentara una felicidad extrema.

—Para, tengo que volver, si no Amara debe sospechar.

La voz de Camila era dulce y suave.

—Sólo te has encontrado con ella unas pocas veces, pero te has dejado llevar mucho. Te has armado de valor, ¿eh? Si vuelves a provocarme, ten cuidado, te rectificaré directamente en el acto.

Los dedos bien anudados de Lorenzo levantaron suavemente la delicada mandíbula inferior de Camila.

Este hombre tenía la piel tan gruesa que nadie era comparable.

Por supuesto, no se atrevió a provocarlo.

—¿Es difícil? Si necesitas ayuda, dímelo. La abuela también quiere preguntarte qué pasa ahora.

Lorenzo miró a Camila.

En aquellos años, Doña Cambeiro era una figura legendaria como la Dama de Hierro. Nada podía esconderse de sus ojos.

—Gracias por su preocupación. No te preocupes, puedo manejarlos.

—Eres la Sra. Cambeiro, cariño. Si necesitas ayuda, dímelo. Es un honor servirte.

Lorenzo sabía que Camila era todopoderosa e invencible. Su chica era como un misterio. No podía esperar a descubrir la verdad capa a capa. Sus delgados dedos rascaron suavemente el puente de la nariz de Camila.

—Sr. Cambeiro, es mejor no deberle un favor. Soy pobre y no tengo nada que hipotecar. Leila sigue colgada de usted. Hoy me han llamado a casa de Amengual. Mi padre me dijo que no me enrollara contigo. Es Leila quien se va a casar contigo. Mi padre está deseando que le llames suegro. Leila siempre se ha comportado como la señorita mayor de la familia Cambeiro... um.....

Antes de que Camila terminara sus palabras, Lorenzo la besó directamente con sus finos labios y detuvo con éxito aquellas escandalosas palabras.

Esta vez Lorenzo estaba enfadado. Su rostro estaba espantosamente pálido y su aura era muy fuerte, lo que hizo que Camila no pudiera resistirse. Se sintió hipotizada y mareada.

Aunque sus pequeñas y delicadas manos hicieron todo lo posible, no pudo apartar a Lorenzo, hasta mucho tiempo después...

—No quieres caminar por el suelo, ¿verdad?

El fuerte pecho de Lorenzo subía y bajaba. Su hermoso rostro estaba enterrado en el cuello de Camila y respiraba rápidamente.

Cuando Lorenzo la soltó, Camila sintió que le dolía la boca. Todo su cuerpo era como un charco de agua, apoyado débilmente en el pecho de Lorenzo.

¡Lorenzo era un malote!

Camila murmuró en su corazón.

—Tienes que recordar que ahora tienes un marido. ¿Qué inconveniente tiene pegarse a una mejor amiga que tiene novio todos los días? Aunque a ti no te importe, su novio se enfadará mucho. ¿Te has calmado, cariño? ¿Puedes hacerme el favor de venir a casa conmigo?.

Lorenzo temía que Camila no aceptara, así que directamente utilizó a Sergio como escudo.

—Todavía no me he decidido...

Camila tenía el corazón blando, pero aun así decidió no mimar demasiado al Sr. Cambeiro.

—Eres el único en el mundo que lo posee. Vamos a ver si te gusta.

Lorenzo dejó a Camila en el suelo. La cogió en brazos, metió la mano en el bolsillo y sacó un joyero del bolsillo como si hiciera trucos de prestidigitación. Sacó las joyas personalizadas y la ayudó a ponérselas.

Por un momento Camila no se dio cuenta de lo que había pasado. Cuando se dio cuenta, el collar ya estaba puesto en su cuello.

Era una cadena de platino que tenía un zafiro de excelente calidad como colgante central. El cuello de Camila era hermoso, y el colgante estaba justo decorado en medio de su clavícula. El zafiro tenía un aspecto más glamuroso y noble a la luz luminosa.

Aunque Camila nunca había prestado mucha atención a las joyas, podía saber que este zafiro era caro. Era lo mejor de lo mejor.

Lorenzo mostró amabilidad sin razón o causa. Debe tener un propósito.

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