Mi esposa con múltiples identidades romance Capítulo 492

Después de colgar el teléfono, Linda recordó a la chica sentada en su coche la noche anterior, preguntándose quién sería.

Aunque sólo había visto una figura, le recordaba a la chica que había conocido una vez en la tienda de postres. Sin embargo, no estaba segura.

Si estaba con Finnley, ¿por qué no pagaron la cuenta juntos?

Al final, Linda llegó a la conclusión de que la chica debía conocer a Finnley, pero que no eran amigos.

Un rato más tarde, trató de llamar a Catherine de nuevo, pero no logró comunicarse con ella.

Las palabras de Catherine por la mañana la preocuparon de verdad.

El apartamento de Catherine.

Leslie tomó el ascensor y llegó a la puerta del apartamento de Catherine.

"¿Seguro que es su apartamento?" Leslie miró a sus hombres, con las manos metidas en los bolsillos de sus pantalones.

"Sí, señor Eastwood. Estoy seguro", respondió uno de los hombres, "Estuvimos aquí anoche".

Leslie pulsó el timbre, y su reloj dorado brilló bajo la luz.

Poco después se abrió la puerta.

Una abuelita de pelo canoso y rostro arrugado los miraba en la puerta, aparentemente desconcertada.

Los otros cinco hombres estaban desconcertados. Leslie entró en la habitación hoscamente, seguida por ellos.

El salón seguía teniendo el mismo aspecto que la noche anterior. Sin embargo, un anciano de pelo canoso estaba sentado en una silla de ruedas. Una mujer joven daba de comer a su hijo y un hombre joven lavaba la ropa.

Los cinco hombres tenían la ilusión de haber encontrado el lugar equivocado.

"¿A quién buscan?", preguntó confundida la abuelita que los seguía.

Leslie miró a sus hombres con frialdad. ¿Qué está pasando?

Un hombre respondió afirmativamente: "Es el lugar correcto. Se quedó aquí anoche".

Se preguntaron si esto era un truco.

"¿Dónde está Catherine Collins?" A Leslie se le agotó la paciencia, mirando a la gente del apartamento con hosquedad.

El Grupo R-Alan no logró encontrarla, ni Linda la localizó por teléfono.

La villa de Rowan.

Iván y Jennifer no se quedaron allí la noche anterior. Era un día soleado después de la tormenta. Spencer se quedó solo en la villa y se sintió alegre.

El cálido sol caía por la ventana.

Spencer se levantó temprano y Rowan le quitó con cuidado el yeso del brazo.

"Intenta levantar el brazo. No hagas demasiada fuerza", le recordó Rowan.

Spencer levantó el brazo derecho y no se sintió herido. Luego levantó más alto, sintiéndose bien.

"Gracias, Rowan. Me gusta tu medicina especial", le felicitó, "ha disminuido la mitad del tiempo de recuperación".

Rowan también estaba emocionado. "Mi experimento tuvo éxito. Gracias por ser mi rata de laboratorio".

"Jaja..." Spencer confió en él. "Puedo ser tu rata de laboratorio en el futuro si me necesitas".