Con las piernas rotas y los brazos colgando débilmente, el hombre de traje cayó de rodillas al suelo. La sonrisa que tenía antes en el rostro había desaparecido desde hace un buen rato y se había convertido en una expresión de pánico. En esos momentos, el sudor frío no dejaba de brotar de su frente.
Henry frunció el ceño cuando notó que había un tatuaje de golondrina en la parte trasera de su cuello.
"¿Eres un asesino de Anye? ¿Quién te envió aquí?
Cuando el hombre de traje escuchó a Henry decir "Anye", tragó saliva. Pocas personas podían decir el nombre de esa organización con tanta facilidad.
"¿En verdad sabes sobre la existencia de Anye?", habló el hombre abriendo los ojos como plato.
"Esto es muy misterioso. Dime quién te envió aquí y consideraré dejar tu cuerpo completo".
El hombre de traje respiró hondo y se rio. "Ya que sabes de la existencia de Anye, deberías saber que nosotros nunca revelaremos la identidad de nuestro jefe, incluso si nos matan".
Henry inclinó la cabeza y después de pensar durante unos segundos, dijo: "Lo sé, las reglas aún existen para cumplirse... El tatuaje que tienes en el cuello debe ser la marca de Nightmare Thirteen. Escuché que ustedes 13 son como hermanos y hermanas. En fin, ahora tendrás que elegir, o rompes las reglas de tu organización y me dices quién es tu jefe, o mato a tus 12 hermanos y hermanas restantes".
"¡Cuánta arrogancia!" El hombre de traje aún permanecía arrodillado en el suelo. "Admito que eres muy fuerte y que no soy rival para ti. Pero, ¿de verdad crees que puedes hacerle algo a Nightmare Thirteen? ¿Cuántas personas crees que se atreven a decir eso?"
"No muchas, pero yo soy una de ellas", dijo Henry con calma.
"¿Por qué estás tan confiado? ¿Solo porque pudiste romperme las extremidades?", dijo el hombre de traje burlándose aun cuando por dentro sentía que moría de dolor.
"No. Por esto". Henry sacó un anillo de oro oscuro del bolsillo de su pantalón de playa y arqueó levemente las cejas. "¿Es suficiente?"
En cuanto el hombre de traje vio el anillo, sus pupilas se contrajeron bruscamente y su voz se volvió temblorosa.
"¡Sage... Sage Ring! ¡Es ese! ¡Es ese! ¡Es ese!" Su cuerpo empezó a temblar inconscientemente. Ni siquiera cuando Henry lo amenazó de muerte mostró un aspecto tan miserable.
"¿Qué opinas? ¿Me crees ahora?" Henry guardó nuevamente el anillo en el bolsillo de su pantalón y volvió a mirar al hombre de traje.
"No esperaba tener la suerte de luchar contra el legendario ‘Rey del bajo mundo’”, soltó una carcajada. “Bueno, puedo decirte quién es el jefe, pero tienes que garantizarme que no le harás nada a mis demás hermanos".
"No estás en condiciones de negociar conmigo", dijo Henry con total frialdad. "Dime el nombre de tu jefe y luego muere. Tienes tres segundos".
El hombre sonrió con tristeza. "Su apellido es Su, es alguien de la ciudad de YanJing".
Después de eso, mordió el veneno escondido detrás de sus dientes y se desplomó frente a Henry. Su muerte fue instantánea.
"¿Su apellido es Su? ¿Alguien de Yan Jing?" Murmuró Henry sin siquiera mirar el cadáver y luego tomó su celular para enviar un mensaje de texto.
Henry arrastró el cuerpo por la puerta norte de la sala hasta llegar al patio trasero. Hizo un gesto con la mano y en seguida uno de sus empleados se acercó para recoger el cuerpo. En cuestión de segundos el cadáver desapareció y todo quedó como si no hubiera pasado nada.
Aunque todo se veía normal, Henry volvió a la sala de estar para cerciorarse de que no hubiera rastros de pelea. Luego caminó hacia la puerta principal de la sala, y justo en ese momento, Sylvia y Anna llegaron al lugar.
Por lo tanto, cuando Sylvia escuchó sobre Sam y sus padres, inmediatamente supo lo que iban a hacer.
Sin embargo, si tuviera que escoger entre Sam y Henry, obviamente preferiría aceptar a Henry. Aunque era un poco cobarde e inútil, por lo menos no tenía un pasado asqueroso como Sam.
El restaurante francés Di Saint ha sido el más famoso de la ciudad de Yinzhou durante casi un año. Con el sabor original de sus platillos, la gente podía sentir profundamente el estilo francés. En realidad, el restaurante reflejaba ese estilo por todos lados, desde la decoración hasta el tipo de servicio y el uniforme del personal.
En el patio de la villa, Sylvia pensaba en qué auto iba a usar esta vez. Finalmente eligió un superdeportivo y llevó a Henry con ella.
Después de un momento llegaron al lugar. Apenas Henry salió del auto, sintió que alguien sostuvo su brazo. Era Sylvia la que estaba parada junto a él con una mirada amable. En verdad se sorprendió al ver que repentinamente ya no actuaba con indiferencia como lo hacía en casa. En ese momento, realmente sintió que era una bella y tierna dama que se acurrucaba en los brazos de su esposo.
Inconscientemente extendió la mano y sostuvo la cintura de Sylvia, sintiéndola suave y esbelta.
El delicado cuerpo de Sylvia se estremeció ligeramente y la sonrisa en su rostro se volvió forzada. "Quita tu mano".
"Oh. Lo siento". Henry retiró obedientemente su mano y se tocó la nariz.
Sylvia miró a Henry. "No hables mucho allí adentro. Tú y yo debemos intentar demostrar nuestro amor. Cuando te pregunte qué quieres, déjame decidir. ¿Entiendes?" Aunque había una suave sonrisa en su rostro, todavía había cierta frialdad en sus palabras.
Henry asintió y levantó una mano. "Sí, señora. Como usted diga".
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