Mi pequeño caos (COMPLETO) romance Capítulo 52

POV TONY

Estoy recostado en mi cama mientras afilo veo algunas fotos en mi celular de Matheo. Extraño a mi hijo. Es difícil estar tan lejos de él y no poder verlo todos los días, no pensar que no va a crear lazos conmigo porque siempre estoy lejos...

Sonrío cuando miro la foto que Bren nos tomó ese día en el parque. A veces me gustaría odiar a Bren, pero es imposible. Es un buen chico que logró ganar el corazón de Cassie a pesar de todo lo que estaba pasando en su vida. Quiere a mi hijo y lo cuida como si fuera el suyo, pero no cruza la línea.

En verdad, le tengo envidia a Bren. ¿Cómo no tenerlo? Tiene a una chica a su lado que lo ama y que haría cualquier cosa por él. Puede ver a mi hijo todos los días y hasta lo cuida en las noches para ayudar a Cassie.

Me da envidia que lo bueno en él salga con total naturalidad cuando yo tengo que luchar por no comportarme como un idiota. Al menos ahora lo estoy haciendo bien, pero sería mucho más fácil si fuera como Bren. Aunque si fuera como él, Matheo no estaría aquí en este mundo.

Bren se dedica día y noche de cuidar a Cassie y a Matheo mientras que yo ni siquiera puedo estar con ellos y la única vez que estuve con Cassie no pude cuidarnos lo suficiente y la dejé embarazada.

Parece que lo que a mí se me da natural es ser un idiota.

Siento que alguien se acuesta en la cama de al lado, porque todos dormimos en la misma habitación, y veo que es Grant, mi mejor amigo aquí. Al principio apenas lo soportaba, pero después de que supo lo mucho que quiero a mi hijo dejó de ser un total imbécil conmigo y yo dejé de comportarme como un idiota con él.

-Extrañando, ¿verdad? - me dice Grant desde su cama

-No sé cómo lo hiciste- le digo mirándolo- ¿Cómo te inscribiste a esto ya teniendo a tu hija?

-Lo hice por ellas- responde encogiéndose de hombros- No fue tan difícil tomar la decisión. Sabía que quería darles una mejor vida y aquí estoy. Lo difícil fue ya estando adentro y extrañándolas como la mierda, pero al menos puedo verlas más seguido que tú.

-Viven demasiado lejos- digo haciendo una mueca- No sería justo para ella tener que viajar tanto con Matheo tan pequeño aún.

Miro nuevamente la foto de Matheo y yo. Extraño a mi hijo. Extraño tenerlo en mis brazos, verlo sonreír y preocuparme por él como lo hice esa última noche que pasamos juntos. Creo que no dormí bien sabiendo que él está conmigo y no queriendo que le pasara nada.

Ahora entiendo porque Cassie estaba tan cansada. Menos mal que tiene a Bren con ella para que la ayude y menos mal que yo no fui lo suficientemente idiota como para no permitirle que él la ayudara.

- ¿Cómo te llevas con la mamá? - pregunta Grant, siendo curioso como siempre.

-A veces siento que me odia- respondo haciendo que Grant ahogue una risa- pero otras veces siento que podemos llegar a ser amigos. Como antes.

- ¿No crees que pueda pasar algo más con ella?

-No- respondo de inmediato- Ella tiene un novio y está feliz. Es un buen chico.

-Vaya, hermano. Eso debe ser difícil para ti.

-Sería difícil si estuviera enamorado de ella.

- ¿Y no lo estás?

-No, solo la quiero mucho y quiero que deje de odiarme y volvamos a ser amigos. Por Matheo.

-Eso es maduro. - dice y una sonrisa extraña se forma en sus labios- Ahora solo tienes que encontrar a una chica de la que si te enamores.

Niego con la cabeza. No tengo tiempo para estar pensando en chicas y mucho menos para tener novia, aunque si Cassie tiene un novio, yo también podría, pero mi vida es un poco más complicada que eso. Pienso en Cassie y su cabello rubio, sus ojos marrones y su actitud sobreprotectora con Matheo. Pienso en el modo en que sonríe cuando está con Bren. Recuerdo cuando los vi besarse en el parque con tanta intensidad que parecía que se necesitaban para respirar.

También recuerdo lo incómodo que me sentí. No porque ellos se estuvieran besando, sino que más porque con el coche de Matheo frente a ellos parecían una familia. Una que no me incluía, pero después nos vieron y nos incluyeron a Mack y a mí a su pequeña familia. Ahí es cuando entendí que pase lo que pase, nadie me va a quitar el puesto como papá de Matheo.

- ¿Sabías que nos van a dejar salir antes? - pregunta Grant y yo lo miro con sorpresa.

Veo a mi amigo muerto de la risa y por un momento pienso que está bromeando. Una muy mala broma, pero después me tiende una carta con mi nombre y él me muestra que tiene una parecida.

La abro de inmediato y la leo muy rápido. Básicamente dice que en una semana vamos a poder estar de camino a nuestras casas con nuestras familias ya que, como tenemos hijos, podemos saltarnos todo el protocolo de término del servicio militar y simplemente irnos.

También dice que tenemos que escoger un regimiento donde trabajar si es que queremos seguir con la carrera militar. Nos dan las opciones donde podemos irnos y yo suspiro con molestia cuando me doy cuenta algo que ya sé de hace mucho tiempo.

El regimiento más cercano a la casa de Cassie está a dos horas.

-Vaya mierda- susurro, pero sé que Grant pudo escucharme.

-Tienes que pensar muy bien lo que vas a hacer, Tony.

-Para ti es fácil, te vas a quedar aquí- digo y él asiente tratando de esconder una sonrisa- Podrás ir todas las tardes y noches a casa con tu chica y tu hija.

-Lamento que no sea igual para ti, hermano.

-También yo.

- ¿Seguro que quieres seguir con esta vida?

No respondo porque la verdad no lo sé. Digo, me encanta estar aquí y ser parte del regimiento. Me gusta la vida militar y si las cosas fueran más fáciles diría que si de inmediato, pero tengo a Matheo y no quiero estar más tiempo separado de él.

Creo que es una de las decisiones más difíciles que he tomado.

-Debo pensar en Matheo, primero que nada- respondo.

-Esa es una buena decisión, pero también tienes que pensar que él va a querer que sus papás estén felices.

-Es un bebé- le digo como si fuera un tonto.

-Digo en el futuro, idiota.

- ¿Es tan loco viajar dos horas de ida y nos de vuelta todos los días? - pregunto, pensando en las posibilidades.

-No creo que sea tan mala- responde haciendo una mueca extraña- pero terminarías cansado y puede que ni siquiera con tiempo para ver a tu hijo.

-No veo que tenga más opciones.

-Yo creo que deberías hablar esto con la mamá de tu hijo- me dice levantándose de la cama- Si quieres que vuelvan a ser los mismos amigos de antes, podrías comenzar con esto.

Grant me golpea con suavidad en el hombro y me vuelve a dejar solo. Suspiro y odio darme cuenta de que tiene razón. No sé si era igual de sabio antes de tener a su hija, pero definitivamente ayudó.

Tomo mi celular y marco el número de Cassie. De todas formas, hoy la iba a llamar.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi pequeño caos (COMPLETO)