Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 105

El funeral era muy simple. No era tanto un funeral como un simple ritual.

En la laude, se grabó sólo un nombre, Armando Aparicio. No había nada más.

Ismael estaba al lado de Doria, tomando un paraguas, -¡Bien merecido lo tuvo! No pudo culpar a nadie con este final.

Ellos recuperaron sus cenizas y encontraron el cementerio para el entierro, en realidad, habían cumplido con su último deber como hijos.

Doria no le contestó, llevó un rato mirando la laude y luego dijo, -Ismael, vámonos.

Aunque Armando había cometido muchos errores imperdonables, todo llegó a terminar allí.

Ella finalmente se libró de este caos.

Partieron del cementerio para la casa vieja. Tenían que ordenar las cosas quedadas por Armando.

Esta casa estaba en el barrio antiguo, cuya ubicación no era buena, así que la casa no valía mucho. Según el carácter de Armando, debería de hacer todo lo posible por hipotecar la casa para devolver el dinero. Sin embargo, Armando nunca pensó en la casa. Nadie sabía la causa.

Parecía que Armando llevó mucho tiempo sin volver a casa, que estaba cubierta por los polvos.

Al entrar, Ismael abanicó con las manos y luego dijo a Doria, -Espérame fuera, aquí hay muchos polvos.

Doria asintió con la cabeza, -Bien.

Ismael encontró una caja para poner las cosas de Armando.

Doria estaba en el balcón, mirando este barrio donde creció desde muy pequeña. Le dio una sensación muy rara que no podía expresar.

Desde niña, Armando le había dado una impresión de pícaro. Pero al principio, él todavía no adquirió el mal hábito de juego. Aunque le gustaba beber y hacer fiados, a veces podía recordar a sus hijos y luego abjuraba de sus errores.

Sin embargo, siempre volvía a cometerlos menos de dos días de persistencia.

Incluso se puso peor posteriormente.

Cuando Doria se hundió en la memoria, Ismael salió de la habitación de Armando con una maleta antigua de cuero. Por las huellas, parecía que no se abrió durante muchos años.

Doria lo vio buscando alguna herramienta para abrirla, preguntó, -¿Quieres abrirla?

Ismael dijo mientras buscó, -He visto una vez que abrió la maleta, creo que dentro de la caja se debe de haber algo importante para él.

Doria abrió la boca, pero al final no dijo nada.

En realidad, ella también estaba muy curiosa.

Adivinó que eran las cosas sobre su madre.

Su madre murió de distocia cuando nací Ismael. En la casa, no había ninguna foto de ella. Doria ya se había olvidado de su imagen, y para Ismael, él nunca la había visto.

Dentro de poco, la maleta fue abierta por Ismael.

Después de volar los polvos, Doria dio un vistazo a las cosas dentro.

Varias fotos antiguas, un diario y un reloj de leontina.

Ismael sacó una foto, donde había una mujer muy bella y un hombre, cuya cara fue rota por algo afilado, de allí que no se pudiera ver claramente su aspecto original.

La segunda foto era una foto de grupo. Había tres personas, una mujer y un hombre con la cara destruida, en el centro, estaba una niña.

Ismael revistó todas las fotos, que eran similares.

Doria tomó el diario, sin darse cuenta de la suspensión de Ismael. Según el estilo de narrar, este diario era de Armando. Se escribió una historia de amor secreto. Armando estaba enamorando de una chica, quien no se declaró la identidad. Se registraron los cambios de humores diarios en detalle al ver a esta chica.

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