Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 332

El hombre miró el paraguas que tenía en la mano y volvió a mirarla de manera confusa.

Claudia sabía que este tipo de sentimiento no era fácilmente comprensible y dijo con entusiasmo,

—Por favor, realmente necesito este paraguas, ¿me lo puedes vender? No me importa el precio, siempre que me lo vendas.

El hombre le entregó el paraguas directamente y dijo,

—El bazar de la planta baja está lleno de estos paraguas de un euro, puedo regalártelo si lo necesitas.

Claudia se quedó atónita y preguntó rígidamente,

—… ¿El bazar de abajo? ¿Un euro?

—Sí, hicieron un evento de regalar paraguas en compras superiores a veinte euros.

Claudia sintió que se iba a ahogar por la ira y presionó seriamente en el primer piso tras unos segundos.

El hombre preguntó,

—Guapa, ¿no quieres este paraguas?

Claudia dijo aguantando su ira,

—No, gracias.

Después de salir del ascensor, Claudia se corrió de cabeza al bazar.

Después de confirmar varias veces que este paraguas solo se vendía en su tienda y que la mercancía había llegado recientemente de hacía dos semanas, Claudia compró todos los paraguas del mismo estilo.

Daniel estaba tocando el piano en la habitación cuando de repente escuchó el timbre de la puerta.

Él abrió la puerta, vio que Claudia estaba parada en la puerta con un paraguas en la mano y dijo,

—Este es...

Claudia sonrió levemente y habló,

—¿No dijiste que este paraguas es una reliquia de tu madre y es muy importante para ti? No quería que esperaras demasiado y pedí a mi madre que lo trajera directamente.

Daniel no esperaba que ella hiciera esto, por lo que se sorprendió y dijo,

—No es tan urgente...

—No hay de qué —Claudia le entregó el paraguas sonriendo—. ¿Es este?

Daniel lo cogió y tuvo que seguir actuando llegado hasta este punto. De modo que, dijo,

—Sí, es este. Hay rastros que dejó mi madre al usarlo —Daniel volvió a mirar a Claudia y dijo—. Estoy muy agradecido de que tu madre viniera especialmente por esto, quiero agradecerla en persona...

—No es necesario —Claudia dejó una bolsa llena de paraguas delante suyo y dijo—. Si tu madre supiera que tiene un hijo tan filial, estaría muy contenta.

Claudia dejó la bolsa y se giró para abrir la puerta.

Daniel dio un paso adelante, la agarró por la muñeca y se rio diciendo,

—Lo siento, era una broma.

Claudia lo sacudió con fuerza y dijo indiferentemente,

—Es una broma cuando da gracia a las ambas partes y no que me estés tratando como una payasa.

Dicho esto, Claudia abrió la puerta y entró sin mirar atrás.

Daniel quería decir algo y la puerta se cerró de golpe frente a él.

Él se tocó la nariz y miró los paraguas caídos alrededor de sus pies, sintiéndose muy avergonzado.

***

Había estado lloviendo toda la noche y cuando Doria se despertó, seguían cayendo gotas afuera.

Ella había pensado que sufriría insomnio en este extraño lugar, pero sintió una rara sensación de paz, a pesar de que estaba rodeada de peligros.

Aunque no recordaba nada sobre el pasado, había estado viviendo aquí durante años.

Después de que Doria terminó de lavarse, se cambió de ropa y bajó las escaleras.

En el comedor, Rivera y Briana estaban desayunando. Cuando vieron a Doria, el rostro de Briana se puso horrible, ella sostenía los cubiertos con fuerza, como si quisiera descuartizar a Doria como la comida que tenía en el plato.

Rivera actuó de buena manera y dijo,

—Doria, ¿quieres desayunar con nosotros?

Rivera había cambiado de actitud. Doria sonrió levemente y respondió,

—Gracias, no hace falta. Tengo algo pendiente, adiós.

Tan pronto como se dio la vuelta para irse, Briana golpeó el cubierto contra la mesa, haciendo un ruido fuerte.

Doria la ignoró, no entendía lo que estaba haciendo Briana.

Cuando llegó a la tienda, Doria compró el desayuno y al entrar vio a varias chicas acurrucadas, que estaban discutiendo algo emocionadas. Al ver su presencia, se dispersaron rápidamente.

Doria se sintió un poco extraña, pero no preguntó y entró a la oficina.

Tan pronto como se sentó y comenzó a desayunar, Claudia entró corriendo con un periódico y gritaba,

—¡Doria! ¡Doria!

—¿No te mudabas por la mañana? ¿Por qué has venido?

—Ay, eso no es importante, me mudaré más tarde. ¡Mira esto!

Dicho esto, Claudia acercó el periódico a Doria y seguía exclamando,

—¡Es tan increíble! ¡No me esperaba que el gilipollas de Édgar sea tan sexy!

Doria no comprendía lo que estaba hablando y cuando vio el periódico, casi escupía la leche de soja que tenía en boca.

«¡Noticia número uno! ¡El presidente del Grupo Santángel está morreando con una mujer misteriosa bajo la lluvia! ¡De manera inseparable!».

Doria se atragantó con la leche de soja y tosió tanto que pensaba que se iba a morir.

Claudia le dio unas palmaditas en la espalda y analizó la foto publicada en el periódico,

—Desde un punto de vista profesional, el ángulo y la nitidez de esta foto es muy buena y ha tomado vuestros perfiles laterales. Si no fuera publicado para un tema de cotilleo, sería una obra de arte.

Doria se sonrojó de asfixia y cuando por fin recuperó aliento, preguntó,

—¿De dónde viene esto?

—¿Todavía no lo sabes? Se ha divulgado ferozmente por todas partes. No solo en los periódicos, sino también está en las búsquedas populares y ha superado al anuncio de la nueva obra de Leila. ¡Esta popularidad supera a muchos actores famosos!

Doria miró el periódico, guardó un largo silencio hasta que recuperó su voz y trató de explicar,

—¿Qué es todo esto? ¡Es una noticia falsa! Estaba lloviendo, pero caía dos gotas y se secó tan pronto como sopló el viento. ¿De dónde sacan “morreando bajo la lluvia”?

Dicho esto, Doria apretó los puños extremadamente furiosa y continuó,

—Y esto de “morrear”, solo... solo era un beso. ¡No estábamos morreando!

Claudia le dio unas palmaditas en el hombro para calmarla, mostraba comprensión en su rostro y la consoló,

—En comparación con algunas ocasiones, realmente no era muy fuerte.

Doria se tiró a la mesa y sollozaba por la vergüenza.

Claudia lo miró un rato más y sintió que algo no cuadraba,

—Oye, Doria, ¿no crees que esta foto tiene demasiada claridad? No parece una foto hecha en secreto y anuncia en el título al Grupo Santángel. ¿No tienen miedo de perder tu trabajo?

Doria recuperó un poco de fuerza, pero su cerebro se había bloqueado,

—¿Qué?

Claudia guardó el secreto y se rio disimuladamente,

—No, nada. Es la primera vez que el gilipollas aparece en público, ¿no? Vaya, se nota que es la era de la belleza, hay muchas muchachas que están comentando bajo la cuenta oficial del Grupo Santángel y tratan a Édgar de “marido o cariño”.

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