Mi primera vez (COMPLETA) romance Capítulo 42

Estaba muy oscuro, con costo podía ver la palma de mi mano y esos sujetos venían detrás de mi, lo peor de todo es que corría sin ninguna dirección en especial, solo sabía que tenía que huir de esos tipos sin importarme nada.

Habían hojas secas y muchas ramas, esquivaba todo lo que tenía en frente, la superficie estaba dispareja, tanto que tuve que correr descalza. Seguí corriendo lo más que pude, pero también mis fuerzas se estaban agotando.

En un movimiento inesperado tropecé con algo y empecé a rodar cuesta abajo, chocaba con cuanto objeto estuviera de frente, incluso pude sentir que mis costillas chocaron con una rama muy gruesa la cual me hice cambiar de dirección. Seguí rodando hasta caer a la orilla de una especie de riachuelo.

Mi cuerpo estaba adolorido, toqué mi costado y sentí un fuerte dolor, lo más seguro es que me fracturé o algo así, pero al menos ya no podía escuchar las voces de esos tipos que vendrían por mi. Tenía que moverme del punto, conociendo a esa gente seguro que vendrían por mi.

Me reincorporé a como pude y empecé a caminar a la orilla del riachuelo, al menos en esa parte del bosque estaba despejado y la luz de la luna empezaba a iluminarme.

Las cosas no estaban saliendo bien, pero tenía que buscar la manera de salir de acá. Aunque esto parecía una isla, la única forma era que tomara una lancha.

Poco tiempo después escuché unas voces de varias personas en todas direcciones, sabía que ellos volverían, pero tenía que ingeniármelas en ese momento. Observé a mi alrededor buscando un escondite, lo único que había eran ramas y más ramas, pero esos focos se acercaban cada vez más.

Tomé un puñado de ramas secas y me las coloqué encima de manera que cubrían mi cuerpo por completo, espero que esto pudiera servir.

Los tipos por fin se habían acercado lo suficiente, escuché sus pasos muy cerca de mi cuerpo, el sonido de cada hoja que pisaban daba un efecto de terror, prácticamente los tenía a la par y no se daban cuenta de que yo estaba ahí. Pude contar que andaban más de diez tipos, lo cual me llamó mucho la atención, no entiendo por qué tanta seguridad si yo sólo era una chica aterrada.

—Creo que no está por acá, debemos de buscarla a la orilla del mar—decía uno de ellos—es la única forma de escapar de acá, pero démonos prisa.

—Tienes razón—afirmó otro—si no la encontramos tendremos serios problemas con el jefe, incluso una de nuestras cabezas puede rodar.

Tragué grueso cuando escuché eso, pero al menos ya me habían dado la lista que necesitaba, era de buscar una lancha para escapar de acá. Esperé que los sujetos se fueran del lugar, me levanté cubierta de mucha tierra, hojas y restos de las ramas que tenía encima.

Empecé a caminar a la misma dirección de los tipos, lo único que hice fue desviarme un poco para que no me encontraran, el denso bosque empezaba a verse más claro, seguro que estaba cerca de la salida. A lo lejos noté que habían más casas, pero era una mala idea adentrarse a una de ellas, no creo que gente diferente a ellos vivan acá.

Volví a ver hacia todos lados cerciorándome que nadie me viera y corrí aún con mis dolores, afortunadamente llegué a la orilla del mar y podía ver la ciudad, en ese momento me entró un sentimiento de nostalgia, ahí estaba mi hogar, tan cerca y tan lejos que se miraba. Rodeé la orilla buscando la lancha que necesitaba. Afortunadamente sí con el muelle que había visto por la ventana y ahí estaba una pequeña moto acuática, sería ideal para salir de acá.

Caminé lo más sigilosa que pude, llegué a la moto acuática y estaba la llave.

¡Bingo!

Subí a ella, empecé a arrancarla, pero al parecer no encendía, solo hacia el ruido del intento, pero nada. Maldita sea, todo me tiene que salir mal ahora que pude salir de ese cuarto.

—Baja de inmediato de ahí o de lo contrario te volaré la cabeza en este instante—escuché una voz en la oscuridad, giré mi cuello lentamente hacia atrás y ahí estaba un sujeto con un esmoquin apuntándome con un arma a la cabeza.—¿crees que puedes escapar de acá así por así?

—Por favor no me hagas nada, tan sólo quiero salir de acá—empecé a llorar, me sentía desesperada y no era justo que yo estuviera pasando por esto.

—Vamos, maldita, sal de ahí , no estoy para escuchar tus quejas, lo único que me importa es darle buenas noticias a mi jefe—se acercó apuntándome a la cabeza—con lo que acabo de hacer seguro que él me recompensará.

—¿Estás seguro?—queria idear algo en ese momento—no me entregues con el, ponte en mi lugar o si bien tienes una hija ¿te gustaría que ella estuviera pasando por esto?—quería hacerle entrar en razón, no perdía nada con intentarlo.

—Aún si estuviera en esta misma situación con mi hija o cualquier hijo fuera lo mismo, solo me importa cumplir con órdenes —este hombre realmente era un monstruo.

—Espera un momento, te haré una oferta—se me había ocurrido algo que quizás podría servir.

—¿Qué podrías ofrecerme tu a mi?—frunció el ceño burlándose—lo único que sé de ti es que eres una simple empleada de Nicky, deja de decir estupideces.

—Pues te informaron mal, yo no soy solo su empleada, soy su novia, ¿por qué crees que esta pasando todo esto? Vamos piénsalo bien, sé que eres muy inteligente para no darte cuenta—me le acerqué de manera seductora—tu jefe me tiene a mi porque soy muy importante para ese trato, de lo contrario ¿crees que Nicky y Mate estuvieran preocupados por mi?—el hombre en ese momento dudó un poco—te prometo que le diré a ellos dos que te den una fuerte suma de dinero, vamos no seas tonto, te apuesto a qué tu jefe no te dará nada de lo que piensa pedirle a ellos—acaricié su cuello, al parecer estaba entrando en un estado de excitación, era repugnante, pero en estas circunstancias era lo único que me quedaba.

—Haremos una cosa—bajó el arma—pero si me llegas a fallar te juro que no la pensaré dos veces para destaparte el cerebro. Me tendrás que seguir porque acá sería demasiado arriesgado salir—volvía a ver hacia todos lados—te sacaré de acá, pero con la condición que me des la misma suma que habían acordado con el jefe ¿entendido?

—Por supuesto que si—asentí, en mi interior había felicidad, al menos me había servido el plan.

—Ven, sígueme—tomó mi mano y empezamos a caminar sobre un camino que nos llevaba nuevamente al bosque—cuando yo te diga algo tienes que obedecer, conozco toda la situación acá y sé que ellos no dudarían en dispararte.

—Está bien, pero ¿Dónde me llevas?—en realidad quise saber, porque también podría ser una trampa—dime de una vez por todas si esto es una trampa.

—No preguntes nada—se detuvo en Seco—si en verdad crees que esto es una trampa como explicas que salimos de allá qué estaba cerca para entregarte para meternos acá—negó con su cabeza. De cierta forma tenía razón.

—Bueno, está bien, pero no mas quería saber—encogí mis hombros—acá no puedo confiar en nadie.

—Te llevaré a una lancha que está cerca de otro muelle del otro lado, de ahí saldremos rumbo a la ciudad, llamas a tu novio y arreglamos esto, súper sencillo, espero que cumplas, niña, no me gustan los juegos y no me tiembla el pulso para matarte—seguimos caminando.

En lo poco que llevábamos en ese bosque pensaba en Nicky, seguro debe de estar desesperado por mi, no tengo idea de qué cosas estará pensando para rescatarme, pero conociéndolo no creo que esté de brazos cruzados. Solo espero que este plan salga bien.

—Agáchate —ordenó de inmediato—unos compañeros se acercan y es mejor que te mantengas acá—el sujeto caminó unos cuantos pasos hacia adelante en busca de sus amigos.

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