NADIE COMO TÚ romance Capítulo 53

—¡Mamá!

Valeria fulminó a Bárbara con la mirada un poco reprochable por su pregunta brusca.

—¡Ay! yo también estoy preocupándome por ti. El matrimonio es algo importante pero lo habéis decidido antes de que yo me despertara.

Barbara se estaba quejando en voz baja.

—No pasa nada Valeri —en comparación con la vergüenza que estaba pasando a Valeria, Aitor aún estaba tranquilo—. Señora Barbada, esta es mi tarjeta.

Bárbara cogió la tarjeta, se quedó sorprendida al ver que en la tarjeta ponían “Presidente” y “Accionista”.

—Grupo Lustre, pero nunca he oído hablar de esta empresa —ella dudó—. ¿Y tus padres? ¿Qué hacen tus padres?

Valeria tenía prisa por detener a su madre, pero Aitor ya le respondió tranquilamente,

—Mis padres han fallecido, mi abuelo es Julián Cabrero.

—¿Julián Cabrera? —Bárbara se quedó sorprendida inmediatamente

—¿El señor de la familia Cabrero?

El Grupo Lustre era una empresa nueva de estos años, por eso ella no la sabía. Pero en cuanto a Julián Cabrera, todo el mundo sabía quién era este hombre.

—Sí.

Aitor no pretendía ocultarlo.

—¿Entonces eres el nieto pequeño de la familia Cabrera?

Bárbara estaba recordando.

Aitor asintió con la cabeza.

La cara de Bárbara se quedó totalmente pálida y no pudo decir ninguna frase más.

—Aitor… —Valeria claramente sabía en qué estaba pensando Bárbara, y solo podía decir— Aitor, quiero volver a casa para ducharme, ¿puedes acompañarme? Espérame en el coche por favor.

Aitor asintió con la cabeza y se despidió de su suegra,

—Señora Bárbara, volveré mañana para visitarla, descanse mientras tanto, con permiso.

Bárbara asintió con la cabeza, con la cara pálida, y vio a Aitor irse.

En el momento en que se fue Aitor, Bárbara miró a Valeria. Aunque estaba débil, pero su tono era muy decidida.

—Valeria, no puedes estar junto con este hombre, ¡os tenéis que divorciar enseguida!

Valeria se quedó sorprendida sin poder creer en lo que había escuchado, y miró a su madre fijamente.

—Mamá, ¿qué estás diciendo?

—Digo que no podéis estar juntos —Bárbara cogió la mano de Valeria—. ¿Acaso no te ha quedado claro aún la consecuencia de estar con un hombre rico? ¿Cómo sabes si te quiere de verdad? Puede que solo esté jugando contigo como hizo tu padre conmigo.

Valeria tenía la cara un poco pálida.

—Imposible, ya nos hemos casado y punto.

—Os habéis casado, ¿y qué? A lo mejor él solo necesita tener un matrimonio legal —aunque Bárbara hubiera estado en coma dos años, no era tonta—. Si no, ¿cómo se habría fijado en ti, una chica común, siendo tan rico y poderoso?

Valeria no le podía refutar.

La verdad era como dijo Bárbara. Valeria sabía que Aitor solo necesitaba un matrimonio desde el principio. Pero Bárbara no sabía que ella se casó con él porque ella misma también necesitaba un matrimonio. Los dos tenían el mismo objetivo, y eso era todo.

—Mamá —ella le persuadió a su madre—. Aitor me trata muy bien.

Lo que dijo ella era de verdad. Aunque ni hasta ahora se habían conocido muy bien, Aitor realmente la trataba bien, ayudándola una y otra vez.

—Valeria, ¡qué tonta eres! Los hombres no te van a tratar como siempre —Bárbara estaba enfadada—. ¿No soy un ejemplo suficiente para ti? Solo quiero que tengas la felicidad más ordinaria. Tengo mucho miedo de que acabes arruinada como yo por un hombre.

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