¡No huyas, mi amor! romance Capítulo 62

Mariano se fue contundentemente y cerró la puerta con mucha fuerza, lo que provocó un sonido grande.

Su acto asustó mucho a Rosaría.

¿De verdad que ese tipo era solo un asistente?

¡Pues muy mal humor tenía!

Mateo también se sorprendió por las acciones de Mariano y se apresuró a salir corriendo para ver qué pasó. Cuando vio que Rosaría estaba bien, soltó un suspiro de alivio.

-¿Qué pasa? -

Preguntó con preocupación.

Rosaría encogió sus hombros y respondió -Tu asistente tiene muy mal humor -

-Lo criticaré mañana -

Prometió Mateo con un tono suave y regresó a la cocina.

Cuando la comida fue servida de nuevo, su color era obviamente mucho mejor que la de la primera vez.

Rosaría vio que la parte posterior de la mano de Mateo había sido quemada por el aceite. Las ampollas causadas por la quemadura se veían muy aterradoras.

Sabía que esta podría ser la primera vez que Mateo cocinó, pero fingió no haberlo visto. Bajó la cabeza y empezó a comer sin decir nada.

Al ver que Rosaría no dijo nada, Mateo se sentó y empezó a comer con palillos. Sin embargo, su cara se volvió mala y empezó a sudarse en la frente.

-Señor, ¿otra vez se siente mal en el estómago? -

Al ver esto, Anabel le sirvió un vaso de agua apresuradamente. El sirviente detrás también fue rápidamente a traer la medicina para el estómago y se la dio a Mateo para tomar.

Rosaría solo vio todo esto en silencio, pero también tuvo dudas.

Cuando se fue hace cinco años, Mateo no tenía ningún problema estomacal. ¿Entonces lo empezó a tener en estos cinco años?

¿Fue un castigo contra él por parte del Cielo porque había sido insensible y cruel?

Rosaría solo siguió comiendo y no prestó atención a la situación, como si todo no tuviera nada que ver con ella.

El dolor de Mateo se alivió un poco, y en ese momento se dio cuenta de que Rosaría nunca le había dado una sola mirada desde el principio hasta el final, e incluso gozó mucho de la comida.

No supo qué debía sentirse.

Viendo la insensibilidad de Rosaría, Anabel quiso decir algo, pero también tenía miedo de que Mateo se sintiera incómodo. De hecho se sintió muy mal por no poder criticar a Rosaría.

Rosaría dejó sus palillos y dijo con una sonrisa,-He terminado de comer. Señor Mateo, buen provecho -

Después de decir eso, empujó la silla de ruedas directamente a la escalera y se preparaba para subir saltando, pero sintió que se levantó al aire: Fue abrazada al aire por Mateo.

-Mañana pediré que trasladen el dormitorio al primer piso, así será más conveniente para ti entrar en el dormitorio -

Rosaría pensó un rato, luego sonrió y dijo -Entonces será mejor que hoy duerma en la habitación de visitado, así será más conveniente-

Mateo no vio ningún rastro de broma en la cara de Rosaría.

¡Ella realmente no quería dormir con él!

Al darse cuenta de esto, Mateo se sintió muy incómodo, pero tampoco lo mostró.

-No te preocupes, dormiré en el estudio esta noche-

Al escuchar las palabras de Mateo, por fin se relajó el nervio de Rosaría.

-Señor Mateo, ¿por qué se humilla así? Esta es su propia decisión, entonces no se equivoque de habitación, que puede causar malinterpretación -

Rosaría sonrió brillantemente, pero este brillo quemó los ojos de Mateo.

Antes ella no podía dormir hasta que él regresara, pero ahora, ella se negó a dejar que se la acercase. ¿Fue el tiempo que había cambiado todo?

Mateo suspiró y llevó a Rosaría al dormitorio.

-¿Quieres bañarte? Te ayudo -

-No, puedo hacerlo yo sola. Gracias -

Rosaría siempre mantenía una distancia de Mateo, tratándole con la cortesía básica, pero se notaba fácilmente su indiferencia y alienación.

Mateo la miró y no dijo nada al final. La puso en la cama y salió de la habitación.

Rosaría quería enviar a su hija un vídeo para informarla de que estaba bien, pero recordó que su teléfono todavía estaba en la mano de Mateo. Quería pedir que le devolviera el teléfono, pero después de pensarlo un rato, decidió no hacerlo.

Mateo salió de la habitación, pero no se fue.

Se paró a la puerta y escuchó a Rosaría cantando felizmente y saltando al baño. Luego del baño se transmitió sonido de la corriente de agua. No pudo evitar pensar en la figura perfecta de la chica y las hermosas escenas que pudieran ocurrir en la cama.

Después de vivir como monje durante cinco años, ahora que su amada esposa había regresado, pero solo podía contemplarla sin hacer nada. Este tipo de tortura era realmente muy dura.

Sacó un cigarrillo, lo encendió y dio una fumada grande. Pero se ahogó por el humo y tosió.

Justamente en ese momento Anabel subió y vio esta escena, entonces le quitó rápidamente el cigarrillo que tenía en la mano.

-Señor, no se encuentra bien, por eso no fume. Ya he ordenado la habitación de invitados. Puede usted dormir ahí -

Mateo miró la puerta muy bien cerrada y susurró -Anabel, lo sabes. He estado nervioso durante cinco años. No podía dormir sin pastillas para dormir. Ahora que ella está aquí, no voy a ir a ningún lugar -

Su mirada parecía pegada a la puerta, e incluso deseaba penetrarla.

Anabel nunca había visto estar tan solitario a Mateo antes. Entonces ella dijo preocupada -Señor, ella no tiene más que su bonita cara. No se puede comparar con la señora -

Mateo solo sonrió y no dijo nada. Le dio unas palmaditas en el hombro de Anabel y fue solo al estudio.

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