Perdida Ficticia, Amor Genuino Redescubierto romance Capítulo 2

Begoña se despertó con un sobresalto, con los ojos rojos, se acercó y tomó la mano de Leonor, consolándola: "Señora, anoche tuviste un aborto..."

Antes de que Begoña terminara de hablar, Leonor se quitó bruscamente las sábanas.

La herida se volvió a desgarrar debido a su movimiento brusco. El "aborto" que dijo Begoña era como si alguien hubiera metido un puñado de vidrio roto en su corazón, el dolor era insoportable.

Las lágrimas brotaron de sus ojos en un instante, volvió a agarrar la mano de Begoña con desesperación, sus pupilas se contrajeron de repente, como si hubiera perdido su alma, y le gritó a Begoña: "Begoña, quiero ver a Rubén. Haz que me devuelva a mi hijo, te lo ruego, por favor, que me devuelva a mi hijo, no quiero nada más, solo quiero a mi hijo, por favor..."

Su voz se volvió suplicante al final. Sin embargo, lo único que respondió a Leila fue la cara silenciosa de Begoña.

La puerta del hospital fue empujada desde afuera de repente, emitiendo un sonido pesado.

Leila levantó la cabeza hacia esa luz brillante.

Rubén entró con paso firme, vistiendo un traje de color negro profundo, tan pulcro que no tenía una sola arruga.

Al ver a Rubén, Leila parecía haber encontrado un salvavidas, agarró su manga con fuerza y le preguntó: "Rubén, ¿dónde está nuestro chico? Dime que está vivo, ¿verdad que aún está vivo?"

Su voz ya estaba ronca de tanto llorar, su gemido era un contrapunto al melodioso tono que solía tener.

Mirándola suplicar, una sombra de tensión difícil de notar cruzó el hermoso rostro de Rubén.

Permaneció en silencio por un momento, mirándola sin expresión, y dijo fríamente,

"El bebé está muerto."

En ese momento, el corazón de Leila se sintió como si hubiera sido arrancado, el dolor era inmenso.

Despeinada, se encontraba junto a una pequeña moto, con gotas de sudor todavía pegajosas en su flequillo, formando un marcado contraste con la elegante y hermosa villa al estilo europeo.

Leila ni siquiera sabía por qué estaba parada allí. Si hubiera sabido que la dirección de entrega era este lugar, probablemente no habría venido.

Según los informes de las noticias, la boda de Roxana y Rubén sería a fin de mes, en aproximadamente una semana.

¿Roxana había esperado seis años y finalmente se casaría con Rubén? ¿Podrían ella y Rubén finalmente formar una familia feliz con su hijo?

Los dedos de Leila que agarraban la bolsa de entrega se tensaron ligeramente, sus puntas se volvieron ligeramente blancas y todo su cuerpo estaba lleno de un aire frío.

Al final, tomó una respiración profunda, se dio la vuelta y arrojó todos los cafés a la basura.

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