¿Por qué eres mi hermanastro? romance Capítulo 37

Al día siguiente, todos estamos tomando desayuno en la mesa del comedor. Helena y Ethan están muy raros y distantes desde que amaneció. Algo me dice que pasó algo entre ellos y ahora se sienten un poco incómodos. No soy la única que se dio cuenta. Mila se acercó a preguntarme si sabía algo, pero le dije que no tenía idea.

Los niños están en la alfombra jugando con algunos juguetes que Helena y Mila les trajeron mientras todos los demás tomamos o bien café o leche con tostadas y mermelada. Estamos en completo silencio hasta que mi celular suena anunciando que ha llegado un mensaje. Sergio, que estaba más cerca de donde había dejado el celular, se levanta y me lo pasa.

Es un mensaje de multimedia de Kathy. En la foto que me mandó se ve a ella y a Liam en la cama de su madre. Liam apenas tiene unas pocas semanas y ya se ve que tendrá el pelo castaño claro. En la foto aparece Liam con los ojos abiertos y me doy cuenta de este hecho ya que él no había abierto los ojos antes. Sus ojos son como los de todos los bebés, algo grises, pero falta que el color de sus ojos se forme. Deberá tener varios meses para saber de qué color los tendrá.

Con la foto aparece un mensaje de Kathy que dice “por fin abrió los ojos para mami"

Sonrío mirando la foto en mi celular y el mensaje de mi mejor amiga. Siento dos pares de ojos mirando la fotografía conmigo. Miro a mi lado derecho y Helena está allí, miro a mi lado izquierdo y Mila está allí. Estas chicas sí que parecen gemelas, en la personalidad, porque físicamente son muy distintas.

- ¿Quién es? - pregunta Mila, que parece ser más curiosa que Helena.

-Mi mejor amiga- respondo mirándolas intercaladamente- Se llama Katherine y ese de ahí es mi pequeño nuevo sobrino, Liam.

Ambas hacen un sonido demostrando ternura. Algo parecido a un "Awww", pero lo que lo hace más divertido es que lo hicieron al unísono.

Sergio se asoma desde atrás mío y me quita el celular de las manos. Al ver la foto, suelta una pequeña risa y me devuelve el celular.

-Menos mal que ya abrió los ojos, Lucas se estaba preocupando- dice Sergio.

Apenas me devuelve el celular, éste vuelve a sonar anunciando un nuevo mensaje que nuevamente es de Kathy:

"Necesito que me salves. Mi madre no estará en todo el día y Lucas vendrá a ver a Liam, no quiero estar sola con él, Lía. ¡Por favor vengan!"

Río ante el mensaje y rápidamente le escribo de vuelta:

"Están los amigos de Sergio, Kat. Se quedaron la noche"

Dejo mi celular en mi bolsillo, pero en menos de un minuto ya ha llegado la respuesta de Kathy.

"¡Qué bien! Mientras más sean, mejor"

-Chicos- digo llamando la atención de todos en la mesa- Mi mejor amiga Kathy nos invitó a todos a su casa. ¿Les gustaría ir?

Todos asienten con la cabeza y las chicas están más emocionadas que nunca por conocer a Liam. No puedo culparlas, es un bebé hermoso mi pequeño sobrino.

Nos arreglamos y nos abrigamos ya que está haciendo bastante frío afuera. Sergio y yo nos iremos en su auto y los demás se irán en el auto de Helena, quienes nos seguirán para llegar a la casa de mi amiga.

Cuando me veo en el reflejo de las ventanas del auto, me doy cuenta de que el abrigo que tengo puesto no es capaz de esconder mi embarazo. Se puede notar mi vientre de 5 meses. No es el abrigo más ancho que tengo, pero esto comienza a preocuparme. Me subo rápidamente al auto y me pongo el cinturón de seguridad. Sergio se sienta en el lado del conductor y parece que siente la tensión de mi cuerpo porque pone su mano en mi muslo y me mira con preocupación.

- ¿Pasa algo, pequeña? - me pregunta con el ceño fruncido.

Me recuesto en el asiento del auto intentando relajarme. No me hace bien estresarme y de verdad que no quiero poner en riesgo a mi bebé.

-El embarazo está comenzando a notarse más, Sergio- le digo y agacho la cabeza- Ya ni con abrigo puedo esconder el estómago. Nuestros padres vuelven en una semana ¿Qué haremos? se darán cuenta.

Sergio cierra los ojos y sé que ha estado pensando en lo mismo que yo, pero luego los abre y me mira. Me sonríe como siempre lo hace y se acerca a mi cara para posar sus labios en los míos en un tierno y tranquilizador beso. Cuando se aleja de mis labios, él acerca los suyos a mi cabeza y después vuelve a la posición original con las manos al volante.

Yo estuve casi todo el día con Sergio, aunque era de esperarse porque como dice Kathy, nunca me separo de ese chico y es que no quiero separarme, nunca en la vida. No quiero que me lo quiten y siento que, si me alejo, aunque sea un momento de él me lo quitaran y harán que se aleje de mí de por vida. Tal vez estoy un poco paranoica, debe ser culpa del embarazo y en las circunstancias en las que estoy embarazada, pero tengo el presentimiento de que alguien quiere alejarme de mi novio y padre de mi hijo.

Y así pasamos el almuerzo y la cena. Todos juntos hablando de lo más bien como si nos conociéramos de toda la vida. Aquellos que no se conocían se intercambiaron el número y quedaron de volver a verse algún día y no puedo evitar pensar que esta es mi verdadera familia. Mi madre ha cambiado mucho, ya no es la misma mujer que admiraba en el pasado, ahora es solo una borracha que apenas se acuerda de que tiene una hija de 16 años. Ella era mi familia, pero ya no lo es. Esta es mi familia, mis amigos y mis sobrinos, todos ellos son mi familia y que mejor familia puedo tener. Pronto se le unirá un nuevo integrante que será mi hijo y con Sergio, los tres, seremos una de las micro familias que existen en esta enorme familia que hoy hemos creado.

...

Ethan, Mila y Helena, junto con sus bebés, se fueron a su propia casa después de la visita a casa de Kathy. Así que cuando volvemos a casa, con Sergio estamos solos y muy cansados, a decir verdad. Con los ojos muy pesados, comienzo a cambiarme la ropa que estaba usando por mi pijama. Cuando me saco la playera, Sergio entra a la habitación. Ya no existe el pudor entre nosotros por lo que no me importa que me vea semi desnuda. A fin de cuentas, él me ha visto desnuda completa. Pero esta vez, Sergio me queda mirando, aunque no a mí, a fin de cuentas, a mi vientre a mi bebé que está habitando allí. Sergio se acerca a mí y comienza a acariciar mi vientre con sus manos.

-Creo que no me había dado cuenta de lo mucho que nuestro hijo ha estado creciendo- dice en una voz que apenas es un susurro.

Comienzo a acariciar su cabello con una mano y con la otra acaricio mi vientre. Sé la sorpresa que está teniendo justo ahora Sergio. A mí también me sorprende todas las mañanas cuando veo que mi vientre ha crecido, aunque sea un poco más.

-Ahora entiendo a lo que te referías esta mañana- me dice y comienzo a alejarme de él para ponerme la parte de arriba de mi pijama

Es hora de hablar.

Me siento en la cama de mi habitación y siento que Sergio se sienta a mi lado. Ninguno habla por un rato, pero Sergio no deja de acariciar la parte baja de mi cuello para relajarme. Normalmente funcionaría, pero estoy muy preocupada ahora.

-Tienes razón. No nos queda mucho tiempo- me dice él en tono suave.

Yo asiento sin saber muy bien que decir al respecto. Ambos sabemos que no tenemos tiempo y que pronto sabrán que estoy embarazada.

- ¿Sabes qué? A la mierda todo el plan que teníamos- me dice Sergio- A la mierda inventar la mentira de que no soy el padre y esperar a que el color de los ojos del niño se establezca para decir la verdad. A la mierda todo eso. No puedo negar a mi hijo, te juro que no puedo hacerlo. Es mi bebé, es mi sangre y no lo negaré. Y tampoco dejaré que los alejen de mí, no me importa lo que haga mi padre, los protegeré con mi vida y estaré a tu lado pase lo que pase- Sergio se tranquiliza un poco y comienza a acariciar mi cabello mientras me tiene frente a él, es un gesto sumamente tierno y me derrite- Te lo juro. Juro que los cuidaré con mi vida, pero no me pidas que niegue a mi hijo, porque no puedo hacerlo.

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