Porque Yo lo digo (COMPLETO) romance Capítulo 45

Lunes 10 de Diciembre

-¡No vuelvas a cerrarme la puerta en la cara!

El fuerte portazo que dio Nicholas, acompañado con su grito al entrar en la sala de descanso hizo que Danielle, fallara en agregar el agua caliente a su taza salpicando la barra y un poco de su ropa.

-Buenos días a usted también señor Allen –murmuró cuadrando la espalda preparándose para lo que seguía, no iba a ceder en esto la amenazó y ella "asumió las consecuencias".

-Corta esa mierda y mírame a la cara cuando me hablas, no seas grosera

Contando hasta cinco mentalmente Danielle, dejó el hervidor sobre la barra y tratando de estar calmada se giró hacia él, lo observó en silencio, iba como siempre impecable, salvo que no se había rasurado y eso lo volvía una maldita tentación.

-Disculpe mi falta de educación señor ¿qué puedo hacer por usted? –preguntó absolutamente seria

-Te debo una explicación

-No, no me debe nada está todo bastante claro –autocontrol, estaba intentando no darle un golpe en esa engreída y atractiva cara

-Danielle, no compliques las cosas, todo lo que hice es por tú culpa, si hubieras aceptado las cosas serían muy distintas ahora

-No me culpes por tus decisiones ¡tienes cara! Un matrimonio basado en mentiras está destinado al fracaso

-No vas a ceder nunca ¿verdad?

-Ya di mis motivos y sigo pensando igual, lo lamento si no te sirvo pero mis principios no me permiten mentirle a la gente, menos por dinero..., es muy bajo

-¿Y por mí? –la pregunta salió tan pronto como ella dejó de hablar

-...por nadie

Lo dudó y mintió, haría muchas cosas por él, pero este engaño era terrible, al borde de lo ilegal y sin escrúpulos... ¿a qué clase de persona no le importa con quién se casa? La iba a meter en su casa, en sus cosas, en todo y no la conoce, es una completa extraña y todo solo por poder, dinero, ambición, porque no quiere depender de nadie, porque no se atreve a arriesgarse

-¡Eres insoportable! ¡Odiosa! -gritó furioso, volvía a ser el endemoniado que hace meses no veía levantando la voz cuando escuchaba algo que no aprobaba.

-Cuidado con los insultos señor Allen, son armas de doble filo –eso dolió

-Te quiero en mi despacho en 2 minutos, aún tenemos que planear el puto viaje a Japón

-Ya envié el itinerario y la fecha. Está todo listo 

-¡Dos minutos! ¿Qué estás sorda? –la fulminó con la mirada

-Creo que el problema es que escuchas solo lo que te conviene, y no, no estoy sorda, escucho todo lo que dices..., y tengo buena memoria 

-Basta

La señaló con el índice advirtiéndole que no quería oír más y luego se marchó echando humo por los oídos. En cuanto a Danielle, se mordió la lengua para no dejar salir toda la rabia que estaba sintiendo con su actitud, en silencio lo fulminó con la mirada mientras dejaba la sala, estaba conteniendo las ganas de llorar y gritar que le provocó. Seguía intentando hacerla cambiar pese a que ya no tenía marcha atrás él, jamás admitiría ante sus padres que les está mintiendo con el matrimonio, ya les presentó a Frida, como su prometida, ya estaba atrapado..., estaba hecho 

Tiró el té, lavó su taza y se dirigió al despacho junto a una copia del itinerario que había hecho para sus días en Japón y la disponibilidad de Kobayashi. No tocó a la puerta solo entró creyendo que estaría solo, pero no fue así, la sexy pelirroja que tiene por amiga estaba de pie frente al escritorio de brazos cruzados a la espera de una contestación. Nicholas, por supuesto que estaba con la misma expresión de amargado de hace unos instantes atrás

-Lo siento, regreso más tarde

Se apresuró a girar para salir de allí, no quería ni le interesaba escuchar aquello.

-No. Entra y acércate

Le ordenó Nicholas, sin apartar su mirada asesina de Vanessa. Siguiendo sus órdenes Danielle, soltó la manilla, dio media vuelta y se acercó hasta el escritorio guardando las distancias de aquella mujer deteniéndose dos pasos detrás.

-Estoy ocupado, como ves no estoy mintiendo –espetó sin paciencia dirigiendo su mirada hacia Danielle, por unos instantes

-No puedo creer que hagas esto, que me corras como a una cualquiera y evadas responderme 

Por su voz parecía que en cualquier momento se echaba a llorar. Y Danielle, no sabía que monos pintaba allí, estaba incómoda, esa mujer no era santo de su devoción pero si entendía que estuviera así con las malditas respuestas de Nicholas, es un insoportable cuando se lo propone

-No vuelvas a entrar sin autorización, yo aquí no vengo a jugar ¿te quedó claro?

-Tu asistente no estaba en su puesto, no iba a ponerme a buscarla para enseñarle a hacer su trabajo –espetó queriendo cargarle la culpa a Danielle

-Sé muy bien donde se encontraba, ya deja el drama y lárgate –le señaló la puerta

-Bien, pero esta noche tu y yo vamos a hablar seriamente y no te vas a escapar

Y con esa advertencia y muy segura de sí misma se giró para mirar a Danielle, y lanzándole un desprecio dramático se marchó, dejando claro que no había sido rechazada por una simple

asistente.

Ambos aguardaron a que dejara el despacho para hablar, siguieron los pasos de la intrusa hasta que está desapareció

-No es lo que parece

Fue lo primero que dijo Nicholas, al encontrarse solos, recordaba perfectamente cómo se sentía Danielle, con la existencia de Vanessa.

-Aquí está toda la información que necesitas sobre el viaje a Japón, hablé con la asistente del señor Kobayashi y lo incluyó en su agenda durante los 3 días que estará en la ciudad, el viaje es por 5 para que así tengas tiempo de descansar y acostumbrarte al horario

Recibió los documentos y en silencio leyó todo lo que había planificado, se sintió como un idiota al ser ignorado, pero eso no lo detuvo y continuó comportándose mal con ella

-¿Hay algún motivo por el cual esto detalle solo mi itinerario?

-Es información de su interés, pero si gusta puedo incluir a su prometida –lanzó con una ceja arqueada recordándole que estaba molesta

-Tú vas conmigo –la señaló con el índice a modo de advertencia

-No Nicholas, no iré

-Es una oportunidad que difícilmente se repetirá -intenta convencerla pero a Danielle, no se le pasó el tono petulante que utilizó

-Estuve pensando y perfi...--

-¿Estuviste pensando? Hace bien de vez en cuando -se burla frívolo

-¿Puedes dejarlo por un momento? –pidió ofendida ¿qué le pasaba?

-Habla -suelta riendo-. ¿Qué ibas a decir?

-¿Sabes qué? Nada, no iba a decir nada

-Dime, ahora

-No era nada importante... –apartó la mirada, otra vez quería llorar

-Danielle -dijo con brusquedad al notar como sus ojos se llenaban de lágrimas-. No seas ridícula

-Yo..., necesito un minuto

Dio media vuelta y salió disparada hasta el baño de personal, no conseguía controlarse y no iba a llorar frente a él, menos si estaba comportándose como un cretino.

Unos minutos y consiguió no arruinar su maquillaje, lo necesitó esa mañana para ocultar las ojeras y lo terrible que sentía con todo el drama

Afuera la esperaba Nicholas, tranquilamente mientras que un par de empleados pasaron con miedo delante de él, evitando mirarlo a los ojos para no convertirse en piedra

Decidió ignorarlo y avanzar hasta su lugar de trabajo, tomó unos papeles de la impresora y los ordenó fingiendo que Nicholas, no estaba de pie junto a ella mirándola con impaciencia. Acabó arrebatándole las hojas de las manos y lanzándolas descuidadamente sobre el escritorio, la agarró del codo y la llevó de regreso al interior de su despacho

-¡Se caminar!

Alzó la voz alejándose de su agarre en un brusco movimiento. Lo fulminó con la mirada mientras se tocaba el codo donde la había agarrado con fuerza.

-Dime qué mierda te pasa ¿qué ibas a decirme?

-Ya dije que no era nada importante -miró hacia la puerta con intenciones de marcharse

-No te muevas –le advirtió dando un paso adelante para acercarse

-¿Necesita algo... SEÑOR?

-Dime en lo que pensabas y deja la mierda de "señor"

-No

-Danielle, solo dime, ya deja de complicarlo todo

-¿Para qué? ¿Para qué te burles de mí?

-¿Qué? No. No voy a burlarme... ¿estas así por nuestro viaje?

-Tú viaje no "nuestro"

-Vas a ir conmigo –le aseguró

-No, menos después de lo que ha estado pasando estas últimas dos semanas

-¿Qué es lo que ha pasado? -pregunta fingiendo no entender a lo que se refiere cuando lo sabe perfectamente.

Danielle, lo escruta en silencio decidiendo si responder a eso o simplemente ignorarlo ya que él, está evadiendo el problema, ella podía hacer lo mismo

-No creo que sea correcto que siga trabajando para ti

-No, de ninguna manera. No -se levantó de su silla de un salto

-Es mi decisión -lo enfrenta demostrándolo que no la intimida

-No te atrevas, no lo voy a permitir Danielle

-¿Acabamos?

-Nunca -y no se refería solo a la discusión

-Nicholas, tengo una pila de trabajo por hacer y me gustaría iniciar de una vez

-Vamos a necesitar una suite para el viaje porque de ninguna manera voy a permitir que te quedes lejos de mí -soltó dejándose caer en su silla

-Estás loco, ni lo sueñes -incrédula dio un paso atrás no estaba escuchando nada de lo que le decía

-¿Dónde vas a dormir entonces? -preguntó con expresión de fastidio, detestaba que le llevaran la contraria

-En mi cama, ya te dije que no pienso ir

-Es trabajo

-Trabajo ¿ahora lo recuerdas? Estás mezclando las cosas, además no me lo puedes exigir en mi contrato no dice nada de horas extra de más de dos horas diarias

-¡Maldición! Eres realmente odiosa, acepta y deja de fastidiarme

-Y tú un cretino, estás evitando hablar de nuestros problemas "personales", evades el tema principal, ignoras cómo me trataste, finges que todo está bien cuando no lo está y tú eres el responsable, así como yo soy la "culpable" de tu compromiso y quiero que te quede clara una sola cosa, no voy a permitir que me uses para conseguir tus caprichos

-¡¿CAPRICHOS?! ¿Acabas de llamar a mi problema un capricho?

-Ya basta ¿cómo no te das cuenta que no está funcionando?

-Explícate ¿qué no funciona?

-Me tratas como si no fuéramos nada, lo "nuestro" no funciona -lo taladro con rabia al ver que no quería aceptarlo-. Nunca pedí una etiqueta, pero me hubiese gustado tenerla pero al parecer no me quieres para eso -confesó afligida

-¿Etiqueta?

-Fue lo que dije

-Vas a tener que ser más clara porque aparentemente tienes mucho de qué hablar

-¿Sabes qué? Ahora soy yo la que no quiere hablar del tema, me satura cómo me haces sentir, cómo me responsabilizas de todo..., ambos tenemos culpa pero tú jamás lo vas a aceptar, así que solo me responsabilizas y te lavas las manos y ya estoy aburrida de tus cambios de humor y que me ignores, me tratas como se te da la gana, me dejas plantada y ni siquiera me avisas y ni te disculpas... Me harté

Y Nicholas, como nunca no le respondió, dejó que se marchara, pero solo porque necesitaba un momento para pensar, porque las cosas no iban a quedar así, es cierto tienen que hablar y van a hablar pero cuando él, lo diga.

Una hora más tarde cuando finalmente se calmó y pensó en sus palabras y cómo las diría tomó el auricular y marcó la línea privada que lo comunicaba directamente con ella, pero se llevó una sorpresa cuando una extraña le respondió

-¿Dónde está mi asistente?

-Danielle, se tuvo que ir de urgencia, pero yo puedo ayudarlo en lo que necesite señor Allen –aseguró la extraña temerosa

-Tu maldita voz es demasiado chillona

-¿Puedo hacer algo por usted?

-¡Me provocas migraña!

Cortó antes de lanzar alguna palabrota. Llamó a Tamara, para averiguar qué había sucedido.

-Nicholas –suspiró preparándose para lo que seguía

-¿Qué pasó con mi asistente y por qué no me notificó a mí personalmente?

-Tuvo una emergencia familiar Nicholas, recibió una llamada de su tía y salió corriendo, me llamó de camino a dónde sea que se dirigiese –explicó con cautela

-Mierda -maldijo apartando el auricular por unos segundos-. ¿Dijo algo más?

-No, pero se escuchaba angustiada y muy asustada

-Dile a quien sea que esté en el puesto de mi asistente que cancele todo lo de mi agenda para hoy. Me voy

-¿Que re programe?

-No, ya lo hará alguien competente

-De acuerdo Nicholas, hazme saber si necesitas algo..., o Danielle

Sin saber cómo reaccionar Nicholas, decidió salir de la oficina, Danielle, tenía razón y estaba mezclando las cosas. No podía permitir que alguien se enterara de lo de ellos, aunque actualmente temiera que ya no hubiese un "ellos".

Decidió irse a casa, para calmar un poco su necesidad de exigir respuestas, si tuvo un problema familiar tenía que ver con su tía, ella siempre ha dicho que es su única familia..., frenó en seco, ganándose un pequeño topon del auto que venía detrás. Ya, iba a ir al apartamento, no soportaba tener que esperar para saber lo que estaba sucediendo iba a dar la vuelta, no le importaba que ella estuviera enojada por su comportamiento, lleno de bocinazos al estar deteniendo el tránsito con su reciente decisión giró ilegalmente y tomó el camino al apartamento pero su celular comenzó a vibrar en su bolsillo y con manos torpes lo sacó con la esperanza que fuera Danielle, pero no, era Jim

-Estoy conduciendo, acabo de chocar mi auto y estoy muy seguro que me llegara una multa ¿qué quieres?

-Tú y yo tenemos que hablar ahora mismo así que deja lo que estabas por hacer y veámonos en tu casa

-¿Dándome órdenes Doctor Greg?

-No es momento para tus bromas y pésimas además

-Bien, en mi casa ahora

-De acuerdo estoy cerca

-No tengo mucho tiempo así que se breve

-Sí señor -se burló Jim, y colgó

Se fue a toda prisa a casa, una nueva multa de seguro por exceso de velocidad. No le importaba realmente solo quería ver a Jim, para poder ir a buscar a Danielle, las ideas de posibles cosas que le pudiesen haber ocurrido y que le causaran miedo (como dijo Tamara) no lo dejaban en paz

Nicholas [11:03]: ¿Por qué llamaste a Tamara y no a mí?

Nicholas [11:06]: Detesto que no me contestes

Nicholas [11:10]: ¿Qué pudo haber sucedido para que te fueras sin avisarme?

Nicholas [11:12]: ¿Le pasó algo a tu tía?

Nicholas [11:17]: Si tienes algo y no me lo has dicho vas a saber de mi enfado

Nicholas [11:21]: Estoy preocupado

Nicholas [11:34]: ¿Debería estarlo? Danielle, respóndeme

Se estaba esforzando por no llamarla aunque solo transcurrió una hora desde que le escribió por última vez y ya tenía el celular pegado a la oreja. Pero tampoco obtuvo respuesta, saltaba inmediatamente al buzón de voz. Necesitaba saber lo que sucedía o se volvería completamente loco. Por suerte llegó Jim, para distraerlo de sus pensamientos extremos, o al menos eso pensó

-¡Qué mierda viejo!

Fue lo primero que soltó Jim, en cuanto tuvo a Nicholas, en frente. Patricia, lo había recibido y ahora caminaba enérgicamente hacia donde se  encontraba bebiendo una copa, a las 11 de la mañana

-¿Se puede saber dónde dejaste tus malditos modales? -Lo ignoró bebiendo otro sorbo de su vaso

-Ahórratelo Allen -lo señaló con el índice-. ¿Qué es eso que te vas a casar con una tal Frida? ¿Qué pasó con Danielle? Creí que ella era distinta, especial -le reclamó con ambas manos en la cintura y la chaqueta del traje abierta hacia atrás

-Lo es

-¿Entonces? ¿Fue un juego hacerte el príncipe azul con ella? No entiendo nada, con todo lo que hablamos en mi consulta..., creí que la... -deja la frase inconclusa confundido y molesto

-La amo, sí

-Wow

-¿Es lo que querías escuchar? -escupe prepotente

-¡No entiendo nada! ¿Te vas a casar de verdad con otra?

-Si no hay más remedio -se encogió de hombros ignorándolo

-¿Pero..., qué estás diciendo? Explícame al menos

-Es temporal

-Y una mierda ¡no lo hagas!

La convicción de su amigo lo hizo dejar el vaso de lado y clavar la mirada en él. Estaba preocupado, es una locura, lo sabe pero ahora por un instante lo dudó. Vio la mirada de Jim, y reconoció a su amigo/aliado

-Ayúdame a convencer a Danielle

-Dani, es una chica buena

-¡Lo sé! -alzó la voz indignado con su comentario lo sabía

-Entonces primero tendrías que darme la historia completa

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