Leandro es despertado por los ruidos en la habitación contigua, la luz del día se filtra por la ventana, se dispone a observar al amor de su vida que yace entre sus brazos, observa una cabellera rubia, esa chica claramente no es Nicole.
—¿Quién demonios eres tú?
—¿Lo mismo digo ¿cómo te atreviste a usurpar el lugar de Bruno?
Los dos callaron para no ser descubiertos, ¿Quién demonios hacía tanto ruido en la otra habitación?
Más tarde ya en su oficina, Bruno llamó a su asistente para que investigara y detuviera la publicación de esas fotos, estaba hablando con ella sobre eso, cuando de repente la puerta de su oficina se abrió intempestivamente, entrando en el lugar Noah Williams un amigo de su padre, quien se encontraba completamente furioso.
—Señor Williams ¿qué lo trae por aquí?
—No puedo decir que es un placer verte Bruno, vengo a exigir que respondas por la reputación de mi hija Nicole.
Aventó un diario de escándalos sobre su escritorio, Bruno palideció al observar que en primera plana estaban las fotos donde se encontraba en la cama con la chica, pensó que en verdad eran rápidos para publicar ese tipo de noticias, sabían que trataría de impedir que se publicaran, no pensó que esa chica fuera la hija de uno de los amigos de su padre.
—Entiendo perfectamente su molestia señor Williams, si me permite usted explicarle.
—No hay nada que explicar, la reputación de mi hija ha sido dañada y tienes que reparar el daño que has provocado.
Iba a contestar cuando entró su padre, por la cara que traía no estaba nada contento, esa chiquilla si que la había armado.
—Espero que Noah ya te haya dicho lo que te mereces hijo, imagino que estás dispuesto a solucionar esto de la mejor manera.
—Y según ustedes esa manera será casándome con la caprichosa de su hija.
—Hijo no sé qué estabas pensando para hacer lo que has hecho.
—Padre no es lo que parece, esa chiquilla me ha drogado y se ha metido a mi habitación, para colmo se ha puesto de acuerdo con la prensa para dañar mi reputación.
—¡Basta! No permitiré que te expreses así de mi hija, no sé de qué mañas te has valido para llevarla a la cama.
—Noah, por nuestra amistad de años te aseguro que mi hijo va a responder a tu hija como debe ser.
Después de discutir algunas horas, Bruno aceptó casarse con la que él consideraba era una desquiciada, después de todo había sido su primera vez, pero nunca le perdonaría lo que había hecho para atraparlo, juró hacerla pagar cada día.
Un mes después los periódicos anunciaban la próxima boda, el soltero más codiciado, a sus treinta años por fin sentaría cabeza, contraería nupcias con Andrea Nicole Williams una chica de diecinueve años, la hija más pequeña del magnate de la tecnología Noah Williams, Bruno aventó su teléfono a un lado después de leer la noticia.
El día de la boda había llegado, muy a su pesar sus padres organizaron una boda por todo lo alto, parado frente al altar observaba a Nicole acercarse del brazo de su padre, no podía negar que se veía espectacular vestida de novia, era hombre y podía notar que la chica era muy bonita, su cara se iluminaba con esos grandes ojos inmensamente azules, su pelo largo y muy negro hacía contraste con lo blanco de su piel, pero eso no quitaba lo fría y calculadora que era, tendría que andarse con cuidado para no caer en sus garras.
Nicole no podía disimular su tristeza, sus padres no le preguntaron si se quería casar, simplemente la obligaron, era el día más triste de su vida, vio a su futuro esposo parado frente al altar, no podía negar que era guapo, noto que era muy alto, su pelo negro resaltaba el azul intenso de sus ojos, pensó que ese cuerpo y cara muchos lo querrían cuando menos para un día domingo, aunque eso no quitaba lo jodidamente estúpido que era.
Su madre había elegido el vestido, los Leone habían insistido en hacerse cargo por completo de la fiesta, frente al altar Nicole pedía a Dios que algo sucediera para que la boda no se llevará a cabo, pero fueron inútiles sus súplicas, Bruno se mostró indiferente en todo momento, durante los votos, dijeron lo primero que se les vino a la mente, Nicole pensaba que era la ceremonia más triste y fría a la que había asistido, lástima que se trataba de la suya.
La fiesta fue por todo lo alto, Nicole se encontraba incómoda con tantos desconocidos que se acercaban a felicitarla, bailaron el vals nupcial tan solo para darles gusto a sus padres, para callar el qué dirán que ha ellos tanto les importaba, Bruno la sostuvo por la cintura, apretando fuertemente al grado que sintió que no podía respirar, se acercó a su oído y le hablo con esa voz ronca que la alteraba con tan solo escucharla.
—No te hagas ilusión alguna conmigo, te aseguro que hoy empieza tu tormento, te aseguro que te haré pagar muy caro lo que me hiciste.
Ella empezó a llorar, Bruno limpió sus lágrimas con sus dedos, Nicole sabía que lo hacía por aparentar, quien los veía pensaría que lloraba de emoción, cuan alejado de la realidad era eso.
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