Prisionera entre tus brazos romance Capítulo 5

Comieron tranquilamente entre anécdotas y risas, Sophie y Dante tenían muchos temas en común para conversar, más tarde salieron del lugar.

—Lo siento mucho Dante, no pensé que te fuera incómoda su compañía. —Dijo refiriéndose a Leandro y Shelsy, se sentía apenada pues sabía que lo había hecho pasar por una situación incómoda.

—No te preocupes, es una larga historia que algún día te contaré, por ahora prefiero no hablar de ello. —Dijo con semblante serio, ver o escuchar de Shelsy aún lo ponía a la defensiva, lo había lastimado demasiado.

Las llevo a la mansión, Sophie quería quedarse con ella, pero Jack no se lo permitió, así que Dante la paso a dejar a su casa, cosa que agrado a la rubia, ese chico en verdad era muy agradable además de atractivo.

Un mes había pasado sin recibir señales de Bruno, Nicole se dio cuenta de que ni siquiera tenía su número de teléfono, intentó que Jack se lo dijera, pero fue imposible, ese hombre era más fiel y testarudo que un perro guardián, Bruno lo tenía bien entrenado.

Era fin de semana, su madre fue por ella para llevarla a casa, su padre quería verla y habían organizado una comida, como siempre Jack la seguía, Nicole estaba feliz, podría ver a Máx aunque no le agradaba que estaría Sondra.

Pasaron un día espléndido.

Sondra no estaba, Máx y ella se pusieron al día, el chico le contó que había empezado una pequeña empresa de diseño. —Jack la observaba interactuar con aquel chico, como siempre ha cierta distancia, estaba seguro que ha su jefe aquello no le agradaría.

—Me da gusto que hayas iniciado tu propio negocio, verás que pronto se convertirá en uno de los mejores, te conozco y sé que lo llevaras muy lejos.

Sophie llegó en ese momento, al fin podían estar los tres juntos.

—Que bien Sophie, por fin estaremos los tres un rato juntos.

Nicole se levantó para abrazar a su amiga.

El día transcurrió rápidamente, al atardecer Nicole se despidió de todos, hizo lo posible por no llorar, cuanto le gustaría contarles todo y poder quedarse ahí, pero no quería preocupar a sus padres, tenía que volver a su prisión aunque no quisiera.

Su padre se ofreció a llevarla, Nicole aceptó con gusto, no era agradable viajar con Jack, era un hombre demasiado frío, no era para nada agradable su compañía.

Cuando estaban por subir al auto, una extraña mujer llamó a su padre, Nicole pudo notar que se puso nervioso, la mujer clavo su mirada en ella, su padre la tomó por el brazo y se apresuró a subir al auto ignorando a la mujer.

—Papá ¿Quién es esa mujer? Me ha parecido de lo más extraña. —Preguntó intrigada.

—No lo sé hija, quizá se acercó porque me confundió con alguien.—Nicole noto que estaba nervioso, algo raro ocurría entre su padre y esa mujer.

—Pero te ha llamado por tu nombre, o al menos eso me pareció.

—Tranquila hija, has escuchado mal.

Noah intento desviar su atención cambiando la conversación, lo noto algo molesto, por lo que decidió ya no preguntar más sobre el tema, solo esperaba que no estuviera engañando a su madre, eso la destrozaría.

La mujer a pesar de su extrema delgadez era muy bella, tenía el pelo negro y ojos azules como los de ella.

Leandro decidió hablar con su padre sobre lo que sentía por Nicole.

—Hay una chica en la que estoy interesado, sabes que hasta ahora no he tomado a nadie en serio, ni siquiera a Shelsy, la que por cierto ya me ha cansado, esta chica es diferente, solo que ahora es la esposa de Bruno Leone.

—Vaya, hijo si en verdad te interesa solo tienes que conquistarla, si lo logras, tu tendrás a tu chica y yo la satisfacción de ver a uno de los Leone derrotado.

—Nunca has querido contarme el porqué de tu odio hacia ellos. —Era algo sobre lo que su padre nunca hablaba.

—No tiene caso contarte, solo debes saber que quiero destruirlos. —Sergio sabia muy bien sus motivos, pero no le convenía que su hijo se enterara de sus verdaderos motivos, podría resultar contraproducente porque se podría enterar de cosas que prefería siguieran ocultas.

En la mansión Leone, Nicole se encontraba feliz, su madre había llevado a su nana a vivir con ella, sabía que Bruno se molestaría, pero no pudo negarse ante la insistencia de su madre, la nana sospechaba que algo no iba bien, se lo había dicho durante la reunión en casa de sus padres, la notaba muy desmejorada, si vivía con ella podría atenderla como era debido, ella estaría a su lado mientras la necesitará.

Tenía una semana que la nana había llegado, Jack no pudo hacer nada para evitar que se quedara, aunque lo intentó, fue una imposición de los padres de Nicole, ella se alegraba que lo hubieran hecho, así se sentía mucho mejor en aquel lugar tan frío.

Se encontraba arreglándose en su habitación, cuando llamaron a su puerta, era la chica rubia del servicio, quien se acercó a ella, e hizo un mohín de disgusto antes de comenzar a hablar.

La señora de la casa 1

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