¡Protégeme, Tío! romance Capítulo 9

Apenas había terminado de hablar, cuando se hizo un silencio sepulcral en el otro lado del teléfono.

Entonces, una voz femenina y severa se hizo oír: "¡Isadora! ¡Ya es suficiente! ¡No puedes hacer que alguien se case contigo solo porque lo salvaste! ¡Recuerda que eres una chiquita!".

Tiberio, al escuchar esto, no pudo evitar reír.

Después de colgar el teléfono, su humor mejoró inexplicablemente.

Esa venganza por haberlo llamado feo y viejo, había sido cobrada de la manera más fácil.

Isadora fue retenida por su madre, recibiendo unos cuantos golpes en su trasero para calmarla.

"¡Mamá! No fue así, él simplemente inventó eso... ¡No lo forcé, él fue quien dijo que se casaría conmigo!".

"¿Él lo dijo por sí mismo?".

"Sí, él lo dijo por sí mismo, ¡que se haría responsable de mí!".

Ser responsable...

¿En qué circunstancias un hombre aceptaría ser responsable de una mujer?

Después de ese incidente que ocurrió sin querer, Domingo Guzmán también había dicho que sería responsable de ella.

Al pensar en esto, Melisa sintió como si todo se volviera a repetir ante sus ojos y casi se desmaya al pensarlo.

"¡Mamá! ¡No me asustes!".

Melisa yacía en la cama, con los ojos vacíos y llenos de lágrimas: "¡Vete! No quiero verte ahora".

"Mamá…”

"¡Vete!".

Isadora entendió que a estas alturas su madre ya estaba convencida de algo y que no había lugar para explicaciones.

En fin, el médico había dicho que no debía enojarse, así que se lo tomaría con calma.

Pero ese viejo pícaro, Tiberio, ¡estaba acabado definitivamente!

Después de indicar a la enfermera para que cuidara de su madre y de pedirle al hospital que asignara dos guardaespaldas en la puerta, Isadora se fue a trabajar.

Capítulo 9 1

Capítulo 9 2

Capítulo 9 3

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