—¡Mamá, eres realmente irracional! No estoy de acuerdo con tu idea de resolver los problemas con el dinero. Antes sí que yo no quería casarme, pero no porque no quería ser responsable, era porque no estaba bien preparado para entrar en el matrimonio. Además, nunca pensé medir la relación entre Carina y yo con el dinero. Aunque lo entre Carina y yo se debe a un puro accidente, es nuestro asunto privado cómo resolverlo todo esto. Por favor no te metas en lo que no te llaman —Daniel dijo con un tono duro y determinado.
—¡Daniel, eres el hijo más ingrato de todo el mundo! ¡Dios mío, qué pecados he cometido que mi propio hijo me trata de esta manera! Todo lo que hecho es por tu bien, ¡pero ahora me culpas aquí diciendo que soy demasiado entremetida! —María se rompió a llorar a moco tendido lamentablemente, sentada en la silla.
Daniel le hizo caso omiso a ella porque sabía que su madre estaba fingiendo para ganar su simpatía.
—Mamá, creo que siempre has estado equivocándote, que crees obstinadamente que he decidido casarme con Carina porque soy demasiado blando. Pero quiero decirte que sinceramente quiero ser responsable de ella y del bebé, por eso por favor déjanos solucionar estos problemas por nuestra propia cuenta. Además, quiero que sepas que ya no me siento nada sentimental por Diana, aunque he crecido junto con ella desde niño, por eso no intentes más vanamente promover la unión matrimonial entre ella y yo —dicho esto, Daniel se levantó y abandonó la habitación.
***
En la villa de la familia Chicote, la doña Candela estaba sentada severamente en el salón. Esta mañana, había convocado a todos de la familia Chicote para una reunión familiar, entre ellos incluida Diana.
—Mamá, ¿para qué ha convocado a todos tan temprano en la mañana? —María fue la primera en hablar.
—Hoy solo quiero declararles a todos una cosa. Si todavía me respectan realmente, tienen que escucharme y hacer según lo que les dijo hoy —la doña Candela dijo con una voz lenta pero majestuosa.
—¡Abuela, qué dice usted! Usted es el patriarca de nuestra familia, claro que todos le respetamos mucho y haremos lo que nos pida usted —Daniel dibujó una sonrisa y contestó respetuosamente a la anciana.
La madre de Daniel miró a su hijo con el ceño fruncido como si quisiera decir algo, pero al final no lanzó ni una sola palabra.
La doña Candela ojeó a todos presentes y siguió hablando:
—No me importa qué opiniones tienen de esa chica, Carina, pero me cae muy bien. Aunque su apariencia no es demasiado destacada, tiene un carácter muy amable y asequible. ¡Lo más importante es que está embarazada del bisnieto de la familia Chicote! ¡¿Acaso quieren que mi futuro bisnieto se quede desamparado afuera?!
—¡¿Abuela, qué está diciendo?! ¿Acaso usted realmente quiere que esa Carina se una a la familia Chicote? ¿De verdad usted quiere celebrar una boda formal para ella y Daniel? ¡¿Pues quién soy para Daniel?! —Diana no pudo más y gritó con voz histérica.
—¡¿Qué?! Daniel aún no da su opinión. ¿Acaso quieres oponerte a mí en su lugar? ¿Acaso Daniel tiene que estar contigo solo porque tú y él sois amigos de la infancia? ¡Qué ridículo! —la doña Candela dijo con mucha frialdad sin mostrarle nada de simpatía a Diana.
—¡Daniel, di algo! ¡Di algo por mí, por favor! No te quedes tan callado, Daniel... —Diana llamó a Daniel con la esperanza de que este hombre estuviera de su lado.
No obstante, lo que recibió fue un largo y absoluto silencio, en el que Diana se sintió tan desesperada como si fuera dejada solamente en una cueva de hielo sin salida, pero ella no estaba dispuesta a rendirse tan fácilmente.
Al momento siguiente, posó una mirada de súplica en la madre de Daniel, fingiendo estar muy pobre y desesperada. Cualquiera sentiría lástima por ella si viera tal expresión tan inocente y miserable.
La madre de Daniel, María, le guiño el ojo a ella y luego dijo a la doña Candela:
—Mamá, por favor, no se enfade tanto por lo que ha dicho Diana. Todos sabemos que Diana ha estado queriendo a Daniel desde pequeña, por eso es natural que se haya puesto insensata al escuchar que usted va a dejar Daniel casarse con esa Carina. No era su intención hablarle con esa actitud, por favor perdone su capricho. A mi modo de ver, será mejor que nos deshacemos de esa Carina con pagarle algo de dinero. ¡Después de todo, esa familia solo está codiciando el dinero y lo que no nos falta es el dinero!
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