Quemame con tu pasión romance Capítulo 40

Al oír las palabras de María, la doña Candela le miró con enojo y dijo rotundamente:

—¡Qué tonterías estás diciendo aquí! He dicho que Daniel tiene que casarse formalmente con Carina, ¿me entiendes o no? Mi bisnieto tendré que nacer y crecer en la familia Chicote y no permitiré de ninguna manera que mi bisnieto se quede desamparado afuera.

—¡Mamá, no está bien que hayas tomado una decisión así! Nuestra familia Chicote quedaría en ridículo en toda la ciudad Andranta si esa Carina humilde se casara con Daniel. Además, ¿usted realmente no considera los sentimientos de Diana?

La doña Candela curvó ligeramente las comisuras de los labios, dibujando una sonrisa despectiva al escuchar las palabras de su nuera.

Después le ojeó de arriba abajo a María y dijo:

—María, no sabía que te importa tanto el dinero. Bueno, Daniel, ¡dime al frente de tu madre si te gusta Diana o no!

Tras una breve pausa, la anciana siguió hablando:

—Si te gusta Diana, como tu abuela, os daré mis felicitaciones más sinceras a Diana y a ti, pero si no, tienes que ser responsable de Carina y, al menos, darle una boda que ella merece. Si Carina no quiere estar en la familia Chicote después de dar a luz al bebé, habremos del resto después.

Cuando la anciana terminó sus palabras, todos posaron las miradas en Daniel, esperando ansiosamente la respuesta de este, como si lo que diría Daniel pudiera salvar el mundo.

—¿Por qué me miran de esta manera? ¿Acaso me dejan este lío a mí así? —Daniel frunció el ceño y les preguntó a todos presentes con una expresión amarga.

Y luego se dirigió a la doña Candela impotentemente:

—Abuela, no puede ponerme en un dilema tan difícil.

—Daniel, no te lo pongo difícil a propósito. Solo te pregunto quién te gusta más. Aunque ya soy mayor, no estoy chocha. Sé que el matrimonio se basa en el amor de ambas personas. Si me dices que le quieres a Diana, pues aceptaré la idea de tu madre: pagarle una suma de dinero a esa Carina como compensa después de que nazca el bebé y así ella no tendrá ninguna relación con nuestra familia.

—Sin embargo, si no te sientes nada afectuoso por Diana, tendrás que casarte con Carina de todos modos, después de todo, te ha dado lo mejor de su vida y está embarazada de tu bebé. Daniel, te advierto que no dejaré a mi bisnieto quedarse desplazado, sin familia, mientras que yo esté viva. Pero no creas que te estoy obligando a casarte con Carina solo porque estoy ansiosa por el nacimiento de mi bisnieto. Todo depende de ti... —le dijo la anciana a su nieto pacientemente.

—Abuela, se lo escucho todo. En realidad, después de ese incidente, nunca pensé eludir las responsabilidades que debo asumir, por eso he estado hablando con Carina. Como hombre, seguramente seré responsable de todo lo que he hecho. Abuela, le puedo decir claramente que no me gusta Diana y escucho su consejo.

Al oír las palabras de Daniel, tanto Diana como María se quedaron petrificadas en su lugar, como si les cayeron un rayo en la cabeza y perdieran el alma, sin saber qué decir por un momento.

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