Cuando ambos bajaron detrás de Marta, Gabriella se encontraba con su familia en la sala.
—Bueno hijo, aquí están todos, como lo has pedido — dijo Gabriella con una gran sonrisa en su rostro y una alegría que no le cabía en el pecho.
Luca agarró fuertemente la mano de April y todos centraron su atención en ese movimiento. Así como Luca notó que Marta se fue hacia los ventanales y miraba el jardín.
—Bueno, buenos días, quiero que sean los primeros a los que les voy a dar la siguiente noticia, lo hago porque ustedes, mi familia siempre han estado conmigo apoyándome y a lo largo de estos 10 años han aguantado mi carácter podrido y mis cambios de humor, por eso deben ser los primeros en saber de mi alegría, — él se giró hacia April y sonriendo siguió hablando — me he enamorado de April desde que la vi, y ahora oficialmente es mi novia. — tras decir eso se giró de nuevo hacia su familia, que seguían mirándolos como bichos raros, aún no podía creer lo que acaba Luca de anunciar y aunque Gabriella lo suponía, oírlo de su hijo, reconocer que se había enamorado y sonreírle a April como lo había hecho, dejó a todos mudos y sorprendidos.
—¿Me escucharon? —Gabriella parpadeo y luego gritó haciendo que todos brincaran del susto.
—Hijo, no sabes lo feliz que estoy por ambos, esa noticia es increíble — dijo abrazando a ambos —Estoy segura que serán muy felices juntos.
April miró a su madre que miraba la escena, sentía que su corazón se iba a salir del pecho, ¿Luca dijo que estaba enamorado? Su sentimiento era correspondido y no podía estar más feliz, todos parecían estar alegres, menos su madre — ¿por qué no puede actuar de la misma forma? — Pensó algo tristona, porque sabía que algo de razón tenía en preocuparse, esperaba que con el tiempo, viera que en verdad se querían y cambiará de opinión.
—Muchas felicidades hermanito, te llevas una gran joya, espero que la hagas feliz, y a ti April, espero que tengas mucha paciencia con él, a veces puede ser muy terco y cerrado — dijo Liz muy feliz porque su hermano estaba con alguien y ese alguien al parecer lo hacía feliz, y si él era feliz ella también.
—Descuida Liz, prometo tener mucha paciencia con él, pero en especial muchísimo amor. — dijo con una gran sonrisa.
Stuart y Elías, tampoco se hicieron esperar, abrazaron y felicitaron a los ahora novios.
—Sabía que esta preciosura vendría hacernos más feliz a todos. —dijo Elías con una sonrisa pícara y aunque Luca deseaba no ponerse celoso o sentirse inferior no podía, por lo que se quedó muy serio y Elías lo notó. — Lo siento, no fue mi intención. —cuando Luca iba hablar, April lo hizo por él, dejando a todos sorprendidos.
—No te disculpes Elías, no lo hagas por un simple comentario, una broma, Luca debe aprender a valorarse él y nuestro amor, tiene que tener confianza y autoestima. ¿Verdad cielo? —nadie le quitaba los ojos de encima ni siquiera Marta, Luca la miró a los ojos y bien en ellos una chispa de enojo, una que lo excito, pero aún así, él le había prometido cambiar, pero no podía hacerlo de la noche a la mañana, pero tenía que intentarlo, por ella, tenía que hacerlo.
—Sí, tienes razón, no te disculpes Elías, al contrario tienes razón, esta preciosura, vino hacernos felices — y sin importarle que su familia estuviera, le dio un beso a April en la boca, uno que ella correspondió feliz, todos aplaudieron felices, incluso Marta se emocionó al ver como su hija así que entrará en razón, el poder que tenía sobre Luca, pero era uno bueno, uno que era para hacerlo sentir mejor persona y eso le agradó.
***
—Eso ha sido incómodo.
—Pero me alegra que lo hicieras y no te ocultaras en tu ascensor. — Una vez llegaron al último piso las puertas del ascensor se abrieron, dejándolos pegados en el piso, en especial a Luca.
—Hola, veo que se llevaban muy bien, eso quiere decir que el tema de ayer ya está solucionado. — dijo John con una sonrisa sincera.
—Buenos días John, y si, ya está solucionado, ahora me voy a mi oficina, —, y girándose hacia Luca siguió hablando —nos vemos a las doce e iremos a almorzar juntos. — April que sabía que a Luca le iba a resultar difícil confiar y sentirse bien consigo mismo, se giró a él y le dio un pequeño beso, dejando a ambos, sorprendidos, incluso a la mismísima Patricia
—Claro, cielo. — dijo Luca sonriendo.
Si ella lo intentaba él también podía, claro que podía y lo haría, tenía que cambiar y ser mejor para ella. Se giró hacia John, ya que se había quedado como tonto viendo a April irse, este lo miraba con una ceja levantada y una sonrisa pícara, ahora debía hablar con él y solucionar el malentendido que él mismo había provocado.
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