—Estoy en un viaje de negocios.—
Farel se sentó a su lado y contestó la pregunta que ella no había hecho.
—¡Qué coincidencia! ¿También vas a Brasil por trabajo?— Evrie evidentemente no podía creerlo.
Había preparado todo en casa durante días, y Farel ni siquiera había mencionado el viaje de negocios, ¿así que estaba aquí esperándola?
Farel sabía que ella tendría sus dudas.
Directamente sacó de su teléfono móvil el informe del seminario médico y lo mostró, enfocándose en la página de la fecha.
Evrie miró la pantalla del teléfono detenidamente por un rato antes de darse cuenta de la absurda coincidencia. ¡Realmente iba a Brasil por un seminario y la fecha era hoy!
No pudo evitar decir— ¿Por qué no me dijiste antes que también ibas a Brasil? Si lo hubieras hecho, no habría...— negociado esa condición despiadada contigo.
No se atrevió a decir esa última parte, pero Farel la dijo por ella.
—¿No habrías hecho qué? ¿No habrías negociado la condición del millón?—
Evrie se quedó sin palabras, incapaz de responder.
En ese momento justo, una azafata se acercó educadamente a Farel y le preguntó:
—Señor, hay un pasajero en primera clase que quisiera intercambiar asientos con usted. Ofrece una mejora de clase a cambio de dejarle este asiento, ¿sería posible?—
Los asientos de primera clase estaban llenos, y Leandro había querido darle a Evrie un ascenso de clase, pero no pudo, así que pidió a la azafata que preguntara si el pasajero junto a Evrie podía ser ascendido.
Leandro quería sentarse con ella.
Farel sonrió ligeramente y simplemente dijo—No.—
La azafata, al recibir su negativa, se disculpó rápidamente y se retiró discretamente.
Evrie se sentó a su lado, sintiéndose incómoda.
Si no se equivocaba, la persona que quería ofrecerle el ascenso de clase debía ser Leandro, ¿no?
Leandro ya había dicho que quería sentarse con ella, pero como este viaje lo pagaba la empresa, para evitar problemas innecesarios, no había pedido ningún privilegio y había planeado arreglarlo en privado.
Pero había tropezado con la negativa de Farel.
—Buzz, buzz.—
El teléfono vibró, era un mensaje de Leandro.
—Evi, lo siento, le pedí a la azafata que preguntara, pero la persona a tu lado no quiere cambiar de asiento y no puedo ir a acompañarte.—
Delante de Farel, Evrie, con la cara roja, tecleó su respuesta—No te preocupes, puedo sola, no te molestes, maestro, nos vemos al aterrizar.—
En ese momento, estaba tremendamente agradecida de que Leandro no hubiera venido a verla a su asiento, de lo contrario habría quedado boquiabierto.
Acababa de enviar el mensaje cuando Farel le recordó con frialdad.
Después de un rato, una azafata llegó con un carrito y comenzó a servir las comidas a cada uno. Cuando llegó a la fila de Evrie, la azafata se acercó amable y suavemente le preguntó: —¿Qué bebida le gustaría? ¿Coca-Cola, jugo de naranja, agua de coco, agua fría...?—
Aún confundida por el zumbido de oídos y sin haber dicho nada, Farel intervino—Dale un vaso de agua natural y un panecillo, cancela el resto de la comida.—
Su estómago no toleraba cosas complicadas.
Los platos del vuelo de Brasil Airlines estaban llenos de mariscos fríos que ella no podía comer por el momento; solo podía tener algunos de los dulces que venían con la comida.
— De acuerdo, lo prepararé para usted de inmediato.— Dijo rápidamente la azafata.
No pasó mucho tiempo antes de que la azafata le entregara a Evrie un vaso de agua y un panecillo, y luego le sirviera a Farel su comida de avión habitual con el jugo de naranja que había pedido, antes de seguir con su carrito por el pasillo.
Evrie observaba con ojos ansiosos los deliciosos platillos y el jugo de naranja sobre su mesita plegable, sintiendo una punzada de envidia.
Ella, que ya había crecido bastante, nunca había tenido la oportunidad de probar la comida de avión, y ahora la despachaban con un simple vaso de agua y un pan.
Viendo su expresión de anhelo, Farel empujó su jugo de naranja y su comida de mariscos hacia ella y dijo suavemente:
—Solo puedes probar un poco, para saber qué tal está.—
Evrie tragó saliva, se giró y dijo: —Mejor no, no tengo hambre.—
La idea de compartir un tenedor y un vaso con él la hacía sentir demasiado incómoda.
Era mejor si no comía nada.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Receta para robarle el corazón al Dr. Farel
Hola ya no hay más capitulos...
Llevo mucho tiempo revisando dia a dia para ver si actualizaron y nada😪😪...
Muchos dias sin subir capituños y nos vamos a quedar sin saber que pasa con los protagonista. Que pereza....
Para el buen lector es de muy mal gusto esperar por alguien para darle continuidad a una buena e interesante lectura, son muchos días de espera....
Por favor más capitulos😢😢...
Hola por favor que pasa capitulo...
Quiero más capítulos por favor me tiene triste ver como esta berto😔😔...
Hola amiga más capítulos...
Más capitulos vale...
Quiero más capítulos para ver que pasa con la salud de berro...