Farel levantó una ceja y la miró sin decir nada.
Evrie empezó a sentirse un poco nerviosa, temiendo que él sea difícil, por lo que añadió una frase innecesaria.
—Mira que aunque solo sea compañía, voy a estar contigo comiendo, bebiendo y divirtiéndome todo el día. Eso consume un montón de tiempo y energía, y no es tan cómodo como estar en la cama.—
Farel respondió con un —¿Ah, sí?—
Evrie se dio cuenta de que había hablado más de la cuenta y su rostro se tiñó de rojo, regañándose a sí misma por dentro.
¿Cómo era que, después de un viaje al extranjero, se había vuelto tan descarada?
¿Sería porque no había nadie conocido alrededor?
—¿Sabes cuánto cuesta un guía turístico por día en Brasil?— Farel sacó su teléfono móvil, mostrándoselo con calma, —Un guía puede costar cientos de reales por día, así que, ¿de dónde sacas que vales diez mil?—
Evrie no esperaba que él calculara el precio de mercado; no le dio ninguna ventaja en absoluto.
Ni los capitalistas eran tan buenos contando.
—Dr. Farel, si me escogiste como compañía, mi precio obviamente es más alto que el de los demás. Tengo un montón de cosas pendientes que hacer. Si el precio no me satisface, prefiero volver al hotel y estudiar tranquila.—
Evrie parpadeó, sin ceder en absoluto.
Inicialmente, tenía muchos planes que hacer. Para ganar diez mil acompañando a Farel durante un día, tendría que estudiar los planos de construcción hasta tarde por la noche.
Pero tampoco quería perderse la oportunidad de ganar dinero.
Desde que Farel le duplicó la deuda, en la cabeza de Evrie solo rondaba cómo conseguir dinero.
Su mayor deseo era pagar su deuda lo antes posible y recuperar su libertad; estar atada a él eran demasiado miserables.
—Parece que este viaje al extranjero te ha hecho más astuta, Evrie, te subestimé.—
Farel esbozó una sonrisa irónica, su tono burlón era más evidente.
—Entonces, ¿Dr. Farel acepta? ¿Diez mil?—
Evrie imitó su gesto, levantando una ceja y preguntando con calma.
Sabía que a Farel no le faltaba ese dinero, simplemente no quería dárselo, pero si cada noche la hacía sufrir tanto, durante el día no iba a ceder.
Habiendo estado ocupada estos días, Evrie se puso unos zapatos planos para estar más cómoda al caminar.
—¿Hay algún lugar en particular que quieras visitar?— preguntó Farel desde el asiento del coche, girándose hacia ella.
Como Evrie ya había recorrido todo el día anterior, no sabía qué otros lugares turísticos había en Brasil, así que le dejó la decisión a Farel.
—Lo que diga el Dr. Farel.—
Al fin y al cabo, él era quien pagaba.
Farel entonces le dijo al conductor —Vamos al Cristo Redentor del Corcovado.—
Evrie... no sabía qué decir.
Como alguien que había visitado el Cristo Redentor del Corcovado el día anterior, no sabía cómo reaccionar. ¿Y cómo le decía a Farel que Leandro ya la había llevado allí la vez anterior?
—¿No te gusta la idea?—
Farel la miró con una expresión extraña y preguntó.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Receta para robarle el corazón al Dr. Farel
Hola ya no hay más capitulos...
Llevo mucho tiempo revisando dia a dia para ver si actualizaron y nada😪😪...
Muchos dias sin subir capituños y nos vamos a quedar sin saber que pasa con los protagonista. Que pereza....
Para el buen lector es de muy mal gusto esperar por alguien para darle continuidad a una buena e interesante lectura, son muchos días de espera....
Por favor más capitulos😢😢...
Hola por favor que pasa capitulo...
Quiero más capítulos por favor me tiene triste ver como esta berto😔😔...
Hola amiga más capítulos...
Más capitulos vale...
Quiero más capítulos para ver que pasa con la salud de berro...