Receta para robarle el corazón al Dr. Farel romance Capítulo 142

Los dedos de Farel eran firmes y precisos, masajeando con habilidad la cintura de Evrie, y sin que ella se diera cuenta, sus manos se desplazaron hacia su espalda, omóplatos y cuello, con una presión ni muy fuerte ni muy suave, justo lo necesario para relajarla completamente.

Evrie se sumergió sin darse cuenta en aquel masaje, sintiéndose ligera como una pluma, como si cada hueso de su cuerpo hubiera sido moldeado de nuevo, era una sensación de liviandad que nunca había experimentado.

Poco a poco, su mente se relajó y el sueño comenzó a invadirla, con los párpados luchando por permanecer abiertos.

—Bibibi... bibibi—

El sonido de una vibración irrumpió en la tranquilidad de la habitación, era el celular de Farel.

Él se detuvo, le echó un vistazo al número en la pantalla y le dijo a Evrie con brevedad —Duerme temprano—.

Luego, tomó su teléfono y se dirigió al balcón para contestar la llamada.

—Señor, hemos encontrado a Margarita. Fue capturada por una organización local que es controlada por la Familia Da Silva. Aún está en su base, y según dicen, está viva, aunque herida.

La expresión de Farel no cambió —Diles a la Familia Da Silva que la suelten—.

—Entendido. —

...

Margarita fue abandonada en la entrada del hotel a las cuatro de la mañana.

Cuando el guardia de seguridad la encontró, estaba irreconocible.

A pesar de sus palabras, Evrie no podía evitar sentirse insegura.

Después de un suceso tan terrible, le resultaba difícil mantener la calma.

Margarita se quedó en la unidad de cuidados intensivos del hospital de la ciudad, siendo atendida por los especialistas que habían venido a Brasil para el seminario. Después de una noche de lucha en estado de shock, lograron salvarle la vida por poco.

Farel, vestido con ropa quirúrgica estéril, una mascarilla y guantes médicos, se quedó de pie en la UCI, observando a Margarita, quien apenas se aferraba a la vida en la cama del hospital, con una oscuridad cada vez más profunda en sus ojos.

Solo él sabía que todo esto podía haber sido el destino de Evrie.

Ser violada por decenas de hombres durante dos días, desfigurada, golpeada hasta quedar sin un lugar sano en su cuerpo, casi perdiendo un riñón...