En la mesa de la habitación había un teléfono fijo que parecía llevar años allí.
Evrie intentó usar el teléfono para llamar a Leandro y en seguida le contestaron.
—¿Bueno, Evi, llegaste ya? —
—Señor Reyes, ¿cómo supo que era yo? — Evrie estaba sorprendida.
Había estado preocupada de que Leandro no contestara, pensando que era un número extranjero desconocido.
—El teléfono de tu habitación lo instalé yo mismo, no quería que tuvieras problemas para contactarme al llegar, claro que reconozco ese número. —
Leandro soltó una risita.
—Ya veo, gracias por preocuparte tanto. —
—No es nada, ¿cómo te va por allá? — Leandro le preguntó.
Evrie dudó un momento antes de confesarle lo que sentía.
—Todo me parece un poco extraño aquí, es como si todo fuera muy estricto y hubiera muchos guardias. ¿Este es un lugar peligroso? —
La última vez que había visitado Brasil, no se había encontrado con ese ambiente.
Esta vez era claramente diferente.
Como si en el aire flotara una mezcla de opresión y tensión.
Leandro se quedó en silencio por un momento antes de responderle con naturalidad: —Sí, el lugar es un poco más peligroso que la última vez, pero no te preocupes. Con sólo llevar tu distintivo y tarjeta de trabajo, habrá gente protegiéndote las veinticuatro horas. —
Aunque Evrie había venido preparada, en el fondo aún se sentía insegura.
Pero no quería causarle molestias a Leandro, que estaba lejos, así que asintió con firmeza.
—Entendido, siempre llevaré mi distintivo. —
Mientras pudieran mantener comunicación, estaría bien.
Con la garantía de Leandro, no debería correr peligro en ese lugar.
Leandro, percibiendo su inquietud, la tranquilizó: —No te preocupes, en unos días te acostumbrarás, y en cuanto termine con unas cosas, iré a acompañarte. —
Con esas palabras, Evrie se sintió un poco más relajada.
Hablaban de manera tan explícita. No quería entender lo que estaban hablando, pero era inevitable.
Una mujer, varios hombres...
Era una escena que ni siquiera se había atrevido a imaginar.
No esperaba que este lugar fuera tan liberal, brusco y caótico...
Evrie se tapó los oídos para bloquear aquellos sonidos indeseables.
Cuánto deseaba estar de vuelta en su país, acostada tranquilamente en su suave cama.
Pero ya no era posible, había venido aquí y tenía que ser fuerte y resistir.
Además, había firmado un contrato con una cláusula penal enorme.
Si se arrepentía, tendría que pagar diez veces el monto acordado.
¡No tenía salida!
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Receta para robarle el corazón al Dr. Farel
Hola ya no hay más capitulos...
Llevo mucho tiempo revisando dia a dia para ver si actualizaron y nada😪😪...
Muchos dias sin subir capituños y nos vamos a quedar sin saber que pasa con los protagonista. Que pereza....
Para el buen lector es de muy mal gusto esperar por alguien para darle continuidad a una buena e interesante lectura, son muchos días de espera....
Por favor más capitulos😢😢...
Hola por favor que pasa capitulo...
Quiero más capítulos por favor me tiene triste ver como esta berto😔😔...
Hola amiga más capítulos...
Más capitulos vale...
Quiero más capítulos para ver que pasa con la salud de berro...