Receta para robarle el corazón al Dr. Farel romance Capítulo 222

Zeus se quedó sin habla por un momento, su arrogancia anterior se había esfumado por completo.

Aún le tenía miedo a Farel, un temor que le venía desde pequeño. Para él, Farel era una sombra opresiva que se había arraigado en su ser.

Antes de que Zeus pudiera decir algo, la voz de Farel continuó:

—Vamos a ver, si Evrie no vuelve, ¿qué más tienen planeado hacerle?—

Farel se reclinó en la cama mientras hablaba, vestido con una holgada bata de hospital. A pesar de parecer un paciente débil, no perdía ni un ápice de su distinguida presencia.

Con esas palabras despreocupadas, hizo que Zeus comenzara a sudar por la frente.

—Yo... yo no tengo nada contra ti, solo quiero a Evrie, ¿acaso no te vas a casar con Olivia? ¿Qué haces metiéndote en esto? Al final, la que vas a llevar al altar no es ella.—

—No cambies el tema.— La voz de Farel era helada. —Te pregunto, ¿qué otros planes tienes?—

Zeus se estremeció con miedo, intentando hacerse el fuerte— Hay muchos, aquí si algo sobra son maneras de torturar. Si a Evrie le gusta, puedo renovarlas cada día, trescientos sesenta y cinco días al año, sin repetir ni una.—

Farel soltó una risa fría y dijo—Zeus, ¿eso es lo que aprendiste en el extranjero? ¿Acaso olvidaste quién eres, de qué familia vienes?—

Zeus se sintió como si le hubieran tocado una herida, y de repente estalló.

—¡Claro que lo recuerdo! Siempre seré consciente de mi identidad, no necesito que tú me lo recuerdes. ¿Qué, soy el hijo de un asesino criado por padres adoptivos, verdad? ¿Quieres que me arrodille y te dé las gracias por haberme criado?—

La voz de Farel era gélida—Te doy una última oportunidad, regresa y entrégate por tu propia voluntad, o espera a que te capture y te lleve a la frontera para ser interrogado.—

—¿Qué diferencia hay? De cualquier manera terminaré en la cárcel, igual que mi verdadero padre, acabado con un tiro ¿verdad?—

Zeus se rio de forma exagerada.

—Déjame decirte, no pienso volver, prefiero morir aquí en el Triángulo Norte. — La voz de Zeus sonaba desquiciada —Incluso tú podrías acabar con un disparo aquí, pero esto es mi paraíso, no entiendes, Alnorter puede ser tu cielo, pero este es el mío.—

—¿Qué es eso de cumplir con la ley? Yo quiero disfrutar la vida, ser alguien importante.— Concluyó Zeus.

Farel frunció el ceño, su tono aún era frío como el hielo.

—Como era de esperarse, eres igual de despreciable que tu padre.—

—Te advierto, no me importa lo que le hagas a Óscar, pero si sigues usando esas amenazas contra Evrie, todo lo que has mostrado en el video, te lo haré pagar el doble.—

Su voz era extremadamente fría y amenazante.

A través del teléfono, la helada voz de Farel parecía perforar el alma, era lo suficientemente seria como para helar la sangre.

Zeus, que había sido reprimido por Farel desde pequeño, se sintió avergonzado y asustado.

—Y dile a Leandro de mi parte, quien siembra vientos, cosecha tempestades.—

Dicho eso, Farel colgó el teléfono, borró los videos y los mensajes sin expresión alguna y bloqueó a Zeus.

No pasó mucho tiempo antes de que Pablo llamara.

Con él, llegaron varios mensajes:

[Evi, por favor, sálvalo. Tu hermano lo está pasando muy mal, tú siempre has sido inteligente y astuta, ve y rescátalo, no permitas que sufra más...]

[Eres solo una chica, él es nuestro único heredero, tiene que vivir para continuar nuestro linaje...]

—Así que no te reproches, sin ti él ya estaría muerto. Que ese ludópata sufra un poco no está mal, así se la próxima vez se lo pensará dos veces antes de volver a ese mundo.—

Evrie bajó la mirada, sintiéndose un poco más tranquila en su interior.

Al fin y al cabo, su hermano seguía con vida.

……

Por la noche, la frescura envolvió todo el ambiente.

Sin decir palabra, Farel se subió a la cama de Evrie y la atrajo hacia su pecho.

Su cuerpo estaba caliente, como una estufa, y permanecía inmóvil, calentando sus manos y sus pies helados.

Evrie, acurrucada en sus brazos, respiraba el aroma familiar y fresco que emanaba de él, y por alguna razón su corazón comenzó a sentirse oprimido.

[¿Sabes? Él se va a casar con Olivia.]

[¿Crees que Farel te sacó de esa por nada? ¿Qué tanto sabes de los lazos entre la Familia Da Silva y la zona militar del Triángulo Norte?]

Las palabras de Leandro se repetían una y otra vez en sus oídos.

Era como un hechizo del que no podía escapar.

Evrie abrió la boca y, en la oscuridad, susurró con voz baja.

—Farel, ¿tú me quieres?—