Esta noche no regresaron al Barrio El Magnético.
El Range Rover negro ingresó a un complejo de villas y finalmente se detuvo frente a una en particular.
La puerta del carro se abrió y Farel desabrochó su cinturón de seguridad.
—Baja.—
Evrie, un poco aturdida y con la cabeza aún pesada, lo siguió y saltó del carro.
Levantando la vista pudo ver la construcción ante ella: una bonita casita de estilo occidental, con un pequeño jardín al frente, cercado por una valla baja, adornado con flores y árboles, parecía especialmente tranquilo.
En un lugar como Alnorter, donde cada metro cuadrado vale oro, sabías que valía una fortuna con solo mirarla.
—001225.— Farel pronunció una serie de números mientras la tomaba de la mano y caminaban hacia la entrada. —Es la clave para abrir la puerta, pruébala.—
—¿Yo?—
—Sí.—
Evrie dudó un momento, pero alzó la mano e introdujo el código.
—Bip———
La puerta de la villa se abrió sin más.
Las luces del salón se encendieron al instante y las cortinas blancas se abrieron automáticamente, dejando ver un interior completamente amueblado y automatizado que capturó la mirada de Evrie.
Era mucho más grande que el apartamento en el Barrio El Magnético.
Más refinado, más hermoso, más acorde al gusto estético de una chica.
Evrie se quedó inmóvil, sin poder reaccionar durante un buen rato.
—¿Te gusta?— Preguntó Farel, lanzándole una mirada de lado con un tono de voz que denotaba un cariño sutil.
Evrie tragó saliva y, girándose hacia él, preguntó —Farel, ¿esto también es tuyo?—
—Se podría decir que sí.—
Evrie, internamente impresionada, solo atinó a decir —Es muy grande.—
Incluso el patio de su casa con todas las habitaciones juntas no llegaba al tamaño de esta villa.
En una ciudad donde el espacio es tan valioso, tener una villa así debe valer, al menos, decenas de millones.
Farel parecía despreocupado, llevándola de la mano a través de la casa para mostrarle la distribución.
—La sala está equipada con un sistema domótica; hay un robot que mantiene todo el lugar limpio durante las veinticuatro horas, no tendrás que hacer las tareas del hogar.—
Evrie lo miró, atónita.
No lograba reaccionar.
—¿Todo esto... es para mí?—
—Sí.—
—¿Por qué?—
Evrie lo miraba, preguntando con voz baja.
Farel guardó silencio unos segundos, como si tomara aire profundamente, antes de hablar con voz ronca.
—Evrie, el juego ha acabado, nosotros...—
—¿Terminamos?—
Evrie completó la frase por él.
Miró los documentos y la tarjeta bancaria sobre la mesa, y una sonrisa irónica se dibujó en su rostro.
—Estas cosas... ¿son mi compensación por terminar?—
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Receta para robarle el corazón al Dr. Farel
Hola ya no hay más capitulos...
Llevo mucho tiempo revisando dia a dia para ver si actualizaron y nada😪😪...
Muchos dias sin subir capituños y nos vamos a quedar sin saber que pasa con los protagonista. Que pereza....
Para el buen lector es de muy mal gusto esperar por alguien para darle continuidad a una buena e interesante lectura, son muchos días de espera....
Por favor más capitulos😢😢...
Hola por favor que pasa capitulo...
Quiero más capítulos por favor me tiene triste ver como esta berto😔😔...
Hola amiga más capítulos...
Más capitulos vale...
Quiero más capítulos para ver que pasa con la salud de berro...