Receta para robarle el corazón al Dr. Farel romance Capítulo 262

La sonrisa de Olivia se esfumó de repente, mirando a Farel con una sensación indescriptible.

—¿Tanto te gusta ella? ¿Ni siquiera puedes fingir un poco delante de mí?—

—Sí, desprecio fingir y me cansa tener que actuar contigo como si nos amáramos.— La voz de Farel era fría y sus palabras eran sinceras —Lo nuestro no es más que un trato. Podemos casarnos, pero sin sentimientos. Puedo prometerte no tocarla, pero también te pido que te contengas y no hagas cosas que nos hagan infelices a los dos.—

Olivia mantenía la cara tensa y fría.

—Farel, cuanto más actúas así, más me preocupo. ¿Será que mientras ella exista en este mundo, seré de tu desagrado, y no me echarás una sola mirada mientras ella no desaparezca?—

Al oír esto, los ojos de Farel se afilaron como cuchillos.

Lo miró fijamente y dijo despacio —Si algo le pasa a Evrie, iré a ajustar cuentas con la Familia Da Silva primero.—

—Si te atreves a tocarla, aseguraré que la Familia Da Silva nunca se recupere. Si no puedo tocarte a ti, puedo tocar a otros de tu familia, como tu abuelo, tu madre, tus hermanos.—

—Me estás amenazando.— La cara de Olivia se oscureció, mostrando una fealdad extrema —Te amo tanto, y sin embargo, ¿tienes que amenazar a mi familia una y otra vez?—

—Veamos si te atreves a sacrificar los intereses de toda la Familia Da Silva por tu llamado amor.—

Olivia se quedó atónita por un segundo, luego sonrió con sarcasmo —Farel, eres muy cruel.—

—La crueldad es mutua.—

Farel soltó esas palabras y se dio la vuelta, saliendo del patio de la villa.

Después de unos pasos, se detuvo y sin volverse dijo —Ah, y esa ayuda que le diste a Leandro para que irrumpiera en el hospital militar de la región del Triángulo Norte y secuestrara a Evrie, espero que solo sea por tus celos y no porque él y la Familia Da Silva estén en algo turbio.—

Olivia se quedó rígida.

El sudor frío brotó de sus palmas.

¿Sabrá algo?

Pero antes de que pudiera preguntar, la figura de Farel ya había desaparecido por la puerta.

Olivia se quedó parada allí, sintiendo un escalofrío recorriéndole la espalda.

Era demasiado astuto, aterradoramente astuto.

...

El Range Rover se estacionó con firmeza frente al edificio de la compañía.

Evrie agradeció y abrió la puerta para salir, viendo que Joan también bajaba del carro.

—Señorita Evrie, permítame acompañarla.—

Evrie se apresuró a negar con la cabeza —No es necesario, estoy bien.—

Joan sonrió —No se preocupe, también tengo que hacer algunas unas cosas allí.—

Joan y ella entraron juntas a GCES.

Evrie volvió a su puesto y su jefe Diego corrió desde lejos para preguntarle.

—¿Qué tal? ¿Cómo te fue en tu primera visita? ¿El cliente hizo muchas demandas? ¿Se pueden cumplir?—

Evrie miró la lista de requisitos en su teléfono y asintió —Creo que podemos...—

No había terminado de hablar cuando Joan interrumpió cortésmente.

Todo estaba en calma. Abrió la palma de su mano y se quedó mirando el delicado brillo del collar.

Ese collar era demasiado llamativo.

Olivia lo había reconocido con facilidad.

Parecía que ya no podría usarlo.

Evrie frunció los labios y con gran cuidado guardó el collar, escondiéndolo bien.

No sabía si el escándalo de hoy habría afectado la relación matrimonial de Farel como estaba originalmente.

Él había sufrido una herida tan grave y aún tenía que lidiar con todos estos problemas.

¿Estaría cansado?

Evrie suspiró profundamente y se impuso reglas en su mente.

Parecía que en el futuro tendría que ser aún más discreta, más transparente, para no causarle problemas.

...

Como el Range Rover lo había llevado Joan. Farel tomó un taxi y llegó al edificio de GCES.

Justo en ese momento Joan salía, cuando lo vio, se acercó a informarle.

—Señor Haro, ya llevé a la persona con éxito.—

—¿La regañó su jefe?—

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