Durante el camino, Evrie se esforzaba por explicarle con todo detalle la función de cada edificio.
Le mostraron los métodos de tortura inhumanos que empleaba la organización criminal.
Todos los procedimientos estaban siendo restaurados, y todos los propósitos eran de advertencia.
Tomeo observaba todo mientras suspiraba.
—Estos lugares alguna vez estuvieron bajo el control absoluto de Leandro, fueron su 'reino' construido por su propia mano. No habría imaginado que, en estos años, él habría vivido días así. —
Valerio no entendía y decía lo que pensaba.
—Señor Rivera, ¿por qué siente empatía por un psicópata como Leandro? Es casi como si los dos tuvieran una relación secreta, ¿o no es así? —
Tomeo lo miró de reojo. —Años sin vernos y tu boca sigue siendo igual de suelta. —
Valerio hizo un mohín. —La boca está hecha para hablar, no para ser un mudo. —
—Mejor sigue guiándome en silencio, hablas tanto que me duelen los oídos. —
Valerio... —
Está bien, ¡por las vasijas cerámicas, me callaré!
Evrie escuchaba en silencio cada palabra de Tomeo, memorizándolas en su corazón, manteniéndose alerta.
Aunque este era ahora el territorio de Valerio, eso no significaba que fuera completamente seguro.
Hasta que no entendiera qué planeaba hacer Tomeo, seguiría las instrucciones de Farel.
Él no le había dicho que se retirara.
Parecía que aceptaba que Tomeo entrara en la base, al menos por veinte minutos.
Entonces, ella haría bien su parte.
—Esta área es la sala de juntas y oficinas ejecutivas. Desde esta vista, se puede apreciar el terreno y el paisaje completo del grupo. —
Evrie presentaba su informe diligentemente.
La silla de ruedas de Tomeo se detuvo frente a un gran ventanal, cerca del atardecer, el sol poniente reflejaba en los edificios de Parque LR.
Él entrecerró los ojos, como si recordara algo.
—Estos edificios, todos fueron diseñados por él. —
Evrie asintió. —Él se graduó en arquitectura, tenía una compañía en Alnorter, así que tiene un alto estándar en este campo. —
—Sí, es una persona con un gran talento. — Tomeo hablaba consigo mismo, —Incluso sin gustarle la arquitectura, podía hacer un trabajo decente. En cierto modo, se podría decir que era un genio, qué lástima. —
Evrie no pudo resistirse a preguntarle. —¿Usted lo conoce bien? —
—Bastante bien. —
—¿Por qué si no le gustaba la arquitectura, aun así se dedicaba a ella? — Evrie le preguntó con cautela.
—Quizás quería aprender a construir casas, con la esperanza de tener un lugar al que llamar hogar. —
Hablaba de una manera demasiado vaga.
Evrie no lo entendía muy bien.
Ella quería preguntarle más, pero Tomeo ya se había alejado en su silla de ruedas.
—Llévame a ver el calabozo de agua. —
—¿El calabozo de agua? — Valerio se sorprendió, —¿No me dirás que de verdad quieres que me dé un chapuzón allí? —
Tomeo con paciencia le dijo, —Solo quiero echarle un vistazo, no te alteres. —
Valerio se tocó el pecho. —Es que tengo miedo de que seas tacaño y no quieras darme fácilmente ese par de vasijas, no te preocupes, yo pagaré, solo dime tu precio. —
Tomeo respondió, —Lo sé, cálmate, en unos días te los venderé. —
—Está bien, entonces me callo. —
Valerio se quedó en silencio.
Pronto su madre despertaría.
Tenía que comprar ese par de vasijas cerámicas para darle una sorpresa.
—¿Qué? —
—Si todo está tranquilo después de diez minutos, entramos a buscarlo, si oímos algún ruido, corremos. —
Valerio la miró extrañado —¿Has estado haciendo algo con una organización clandestina sin decírmelo? —
Evrie levantó su teléfono —Caer en la trampa una vez es suficiente, mejor escuchar a los profesionales. —
—El profesional al que te refieres, ¿no se apellidará Haro, verdad? —
Evrie —…Eso no es lo importante. —
Valerio se rio despectivamente —¡Tenía que ser Farel, ese tipo es tan molesto! —
Evrie —…—
Dentro del calabozo de agua.
Había luces tenues, espacios estrechos.
Las paredes estaban cubiertas de cemento húmedo, en el centro había cuatro pozos profundos llenos de agua, cuyo fondo era insondable.
En las paredes laterales había cadenas de hierro, candados y algunas jaulas de medio cuerpo de altura.
La silla de ruedas de Tomeo se detuvo allí, observando todo en silencio.
Durante mucho tiempo, no volvió en sí.
En la oscuridad, la puerta se cerró con un golpe.
Se oyeron pasos acercándose por detrás.
—Tap, tap, tap. —
Se oían calmados y seguros, se detuvieron justo detrás de él.
Una voz ligeramente fría, tranquila y pausada resonó desde atrás.
—Hace mucho tiempo que no nos vemos, padre. —
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Receta para robarle el corazón al Dr. Farel
Hola ya no hay más capitulos...
Llevo mucho tiempo revisando dia a dia para ver si actualizaron y nada😪😪...
Muchos dias sin subir capituños y nos vamos a quedar sin saber que pasa con los protagonista. Que pereza....
Para el buen lector es de muy mal gusto esperar por alguien para darle continuidad a una buena e interesante lectura, son muchos días de espera....
Por favor más capitulos😢😢...
Hola por favor que pasa capitulo...
Quiero más capítulos por favor me tiene triste ver como esta berto😔😔...
Hola amiga más capítulos...
Más capitulos vale...
Quiero más capítulos para ver que pasa con la salud de berro...