Él admitió rápidamente.
—Escuchaste la grabación en mi celular.—
Evrie no le preguntó, simplemente lo afirmó.
—Sí, lo hice. —Farel le echó una mirada rápida—. Eso que te hizo Amir, ¿por qué lo ocultaste en tu celular sin decírmelo?—
Evrie bajó la cabeza—Pensé que habíamos terminado, que todo estaba cortado por lo sano, ¿cómo iba a molestarte?—
—En adelante, cualquier cosa que te pase, debes decírmelo. —La voz de Farel sonó firme.
—Está bien.—
—Aunque fuéramos a terminar, igual me importas.—
Evrie, confundida, levantó la cabeza—¿Ah?—
¿Todavía podrían terminar?
—Pero ya no tendrás esa oportunidad, no te preocupes.—
Farel añadió otra frase, con un dejo de indulgencia.
Evrie sintió un calor dulce—Entonces, ¿debo agradecer la protección de Farel?—
—Tranquila, tendremos toda la noche para tus agradecimientos.—
Farel soltó su cuello de camisa con una mano y sacó la corbata, tirándola a un lado.
La insinuación no podía ser más clara.
—...—Evrie se quedó sin palabras.
Como era de esperar, la naturaleza innata del hombre volvía a surgir.
Regresaron a Barrio El Magnético.
Apenas entraron, Evrie fue presionada contra la puerta y Farel la besó de manera asfixiante, sin darle oportunidad de respirar.
Parecía estar celoso.
Sus besos eran intensos y feroces, nada tiernos.
Tras el beso, aprovechando el cambio de aire, Evrie sacó la corbata de su bolso, abrió la caja y la colgó casualmente alrededor de su cuello.
La corbata oscura combinaba con la camisa blanca desordenada.
Era seductor y tenso.
Farel bajó la mirada, un brillo leve apareció en sus ojos.
—¿La compraste para mí?—
—Sí.—
Evrie jugaba con la corbata en su cuello, con una ceja levantada en apreciación.
—Es de dar y recibir, no puedo ser siempre yo quien reciba regalos, de vez en cuando el Sr. Haro también debe aceptar mis regalos.—
Farel tomó la corbata y miró el logotipo de la marca.
Era una marca de lujo.
No era barato para ella, y discreto y sin ostentación.
Adecuado para su uso diario.
—Que sorpresa, parece que hoy la diseñadora Evrie ha gastado mucho.—
Cuando salió, Farel estaba acostado en la cama, jugueteando con algo brillante en sus manos.
Al ver a Evrie, le hizo señas.
—Ven aquí.—
Evrie, con el cabello aún húmedo del secador, obedeció y se subió a la cama.
—Extiende tu mano. —Él volvió a pedir.
Aunque no sabía lo que planeaba, Evrie extendió su mano en cooperación.
Al siguiente segundo, su muñeca se enfrió.
Un bonito reloj de mujer fue colocado en su muñeca.
Evrie se sorprendió—¿Esto es...?—
—Lo compré para ti. —Farel le abrochó la correa del reloj con cuidado, su mirada se relajó ligeramente—. ¿Te gusta?—
Evrie estaba atónita—¿Por qué me vuelves a dar otro regalo?—
—Considéralo una disculpa por no haberte protegido bien cuando terminamos, lo de Amir fue mi negligencia.—
Evrie negó con la cabeza—Eso es asunto mío, no tiene nada que ver contigo, no necesitas sentirte mal.—
Era algo que le había pasado a ella.
¿Qué derecho tenía a buscar la protección de Farel?
—No, necesito disculparme. —Farel respiró hondo y la atrajo hacia su pecho—. Esa era una exigencia que tenía conmigo mismo, si te amo, debo responsabilizarme. —
El corazón de Evrie dio un vuelco como si hubiera recibido una descarga eléctrica.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Receta para robarle el corazón al Dr. Farel
Hola ya no hay más capitulos...
Llevo mucho tiempo revisando dia a dia para ver si actualizaron y nada😪😪...
Muchos dias sin subir capituños y nos vamos a quedar sin saber que pasa con los protagonista. Que pereza....
Para el buen lector es de muy mal gusto esperar por alguien para darle continuidad a una buena e interesante lectura, son muchos días de espera....
Por favor más capitulos😢😢...
Hola por favor que pasa capitulo...
Quiero más capítulos por favor me tiene triste ver como esta berto😔😔...
Hola amiga más capítulos...
Más capitulos vale...
Quiero más capítulos para ver que pasa con la salud de berro...