Giselle miró a Farel con una expresión de inocencia, inclinando ligeramente la cabeza.
—Señor Haro, ¿acaso ha estado investigándome durante meses y aún duda de mi identidad? — le preguntó.
Farel la observó fríamente. —No he venido hoy para juegos. La gente detrás de ti ya ha mostrado su verdadera cara y tú eres la siguiente. —
Al oír eso, Giselle sonrió levemente.
Levantó la mano y arrancó dos cabellos de su cabeza, ofreciéndoselos a Farel.
—Si todavía desconfías de mí, puede tomar mi cabello para hacer una comparación de ADN y ver si realmente soy Giselle, la hija de Tomeo Rivera que ha estado desaparecida durante años. —
Farel la miró intensamente sin tomar los cabellos.
Después de pensar un momento, Giselle sugirió:
—La espera por los resultados del ADN puede ser larga. Si todavía sigues desconfiando, ¿por qué no te cuento una historia para probarlo? —
—Habla. — Farel fue breve en su respuesta.
Giselle lo miró fijamente y comenzó a narrar lentamente.
—Hace diecisiete años, cuando tenía cinco años, se celebraba una fiesta de la familia Rivera. Me caí en el jardín y, llorando, buscaba a mi hermano. Me encontré con usted, que tenía once años en ese momento, y fue usted quien me llevó a buscar a mi hermano por todo el jardín. —
—En el camino, como no encontramos a mi hermano, usted me dejó con Rebeca Da Silva para que me llevara con mis padres, ¿verdad? —
Farel se tensó levemente.
Sus ojos claros la observaron con un atisbo de sorpresa que duró solo un instante.
Giselle pestañeó con total serenidad.
—Nadie más que usted, yo y Rebeca conocía esa historia. No había una cuarta persona enterada. —
—Entonces, ¿todavía duda de que soy Giselle? —
Las pupilas de Farel se contrajeron ligeramente.
Ella tenía razón.
Ese evento realmente había sucedido.
En aquel entonces, había sido llevado por sus padres a la fiesta de cumpleaños de los gemelos Rivera. Como no le gustaban las multitudes, se había retirado solo al jardín para pasar el tiempo.
Cuando Giselle se acercó llorando, pidiendo que la ayudara a encontrar a su hermano.
Él aceptó impacientemente.
Y con la misma impaciencia, la dejó a medio camino con la amable hermana de Olivia, Rebeca.
Lo que sucedió después…
—Lo que siguió fue que Rebeca fue secuestrada por ser confundida con Giselle y luego fue asesinada para silenciarla, enterrada en las profundidades de las montañas. Usted, Señor Haro, causó la muerte de Rebeca y, por un extraño giro del destino, salvó mi vida. —
—Este hecho, hasta el día de hoy, solo es conocido por usted y por mí, ¿verdad? —
Los ojos de Farel se estrecharon.
—¿Tu hermano, Leandro? —
Giselle sonrió levemente. —Eres realmente astuto. —
—Te gustaba Leandro. —
Farel casi no necesitaba adivinar para saber todas las razones.
Desde niña, en los ojos de Giselle solo existía Leandro, tanto a los cinco años como ahora.
Giselle no lo negó, mirándolo a los ojos con franqueza.
—Sí, me gustaba.
—Lástima que tú lo mataste. —
Giselle soltó un suspiro y recuperó su sonrisa inocente.
—Pero no importa, pronto voy a vengarme. —
Justo cuando terminó de hablar, la puerta de la habitación se abrió de golpe y Joan entró apresuradamente con una expresión preocupada.
—Sr. Haro, el patriarca de la familia quiere que vuelvas a casa, ahora mismo, de inmediato. —
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Receta para robarle el corazón al Dr. Farel
Hola ya no hay más capitulos...
Llevo mucho tiempo revisando dia a dia para ver si actualizaron y nada😪😪...
Muchos dias sin subir capituños y nos vamos a quedar sin saber que pasa con los protagonista. Que pereza....
Para el buen lector es de muy mal gusto esperar por alguien para darle continuidad a una buena e interesante lectura, son muchos días de espera....
Por favor más capitulos😢😢...
Hola por favor que pasa capitulo...
Quiero más capítulos por favor me tiene triste ver como esta berto😔😔...
Hola amiga más capítulos...
Más capitulos vale...
Quiero más capítulos para ver que pasa con la salud de berro...