Receta para robarle el corazón al Dr. Farel romance Capítulo 462

El corazón de Evrie se ablandó completamente.

Todo esto... él lo había hecho.

Sus atenciones, sus preocupaciones.

Ella tomó la pastilla que Blanca le pasó y bebió un sorbo de agua para tragársela.

Blanca fue a la cocina a lavar frutas y las trajo a la sala, donde se sentó con Evrie en el sofá a acariciar al gato y ver televisión.

—Toma, come una manzana, ayuda a controlar las náuseas del embarazo, es una instrucción de tu Sr. Haro, vengo con una misión y tengo que reportarme cuando la haya terminado—.

Evrie no pudo evitar sonreír.

—¿Cuántas cosas te pidió que hicieras? —

—Oh, muchas, una lista entera con instrucciones y todo, más de lo que pidió la última vez que ustedes dos rompieron—.

Blanca mordió una manzana y le dijo: —Pero ya estoy acostumbrada, ya sabes lo que dicen: barriga llena, corazón contento —.

Evrie soltó una risa.

Con la llegada de Blanca, la habitación tranquila de repente se llenó de vida.

Después de tomarse la medicina y comerse fruta, Evrie se sintió un poco mejor del estómago.

La telenovela en la televisión seguía de fondo mientras charlaban de todo un poco.

—Quién lo diría, tu bebé ya tiene tres meses. Recuerda que tenemos un trato, cuando nazca, quiero ser la madrina de tu bebé—.

—Por supuesto—.

—Y recuerda, no puedes escoger a Berto como padrino, no vas a querer que el niño aprenda de un Don Juan—.

Evrie mordió una manzana y le replicó: —Pero si ustedes dos son tan amigos, ¿todavía tienes algo que decir sobre él? —

—No es una queja, es un hecho—. Blanca se defendió.

—Pero si la última vez se divirtieron juntos en la isla, ¿cómo fue? —

Blanca arqueó una ceja: —Una cosa es jugar y otra muy diferente es trabajar duro para ganar dinero. En cuanto a tener una relación, eso ni se menciona—.

Blanca la miró de arriba a abajo y suspiró.

—Mira cómo has cambiado en un año, antes eras tan impulsiva y decidida, ahora tienes muchas más preocupaciones y ataduras, así que el camino por delante será difícil—.

Evrie acarició su vientre y sonrió: —No tengo miedo—.

Blanca continuó suspirando.

El amor es así, tiene sus pros y sus contras.

Cuanto más sacrificas, más te pesa.

……

Al anochecer, cuando Evrie volvió a su habitación y se acostó en la cama, no pudo resistirse a enviarle un mensaje a Farel.

Blanca ya se había ido a dormir al cuarto de huéspedes, la oscuridad de la noche volvía a envolver la habitación en silencio.

Ella tecleaba con ambas manos, con una dulce sensación en el corazón.

El corazón de Farel se sintió pesado y blando.

—La ausencia hace al corazón crecer más cariñoso, ¿es eso lo que añoras, estar conmigo? — le preguntó.

Evrie guardó silencio por un momento y luego le dijo: —Lo que más extraño es cuando eras médico simple y sencillo, curando y salvando vidas, distante pero bondadoso—.

—Sin tantas complicaciones ni tanto ajetreo, volviendo a casa a tiempo para comer lo que había cocinado—.

Hizo una pausa y a través de la pantalla, sus ojos se encontraron con los de Farel.

—Pero igual te he elegido, no importa cómo seas, te quiero de cualquier manera—.

El corazón de Farel se conmovió.

Con voz ronca, le preguntó: —¿No temes que todos tus sueños y esfuerzos se desvanezcan siguiéndome? —

—No tengo miedo—.

Evrie le habló con total seriedad: —He pensado mucho en ello. Si no fuera por ti, ya habría muerto en el Triángulo Norte. Me salvaste mi vida, eso no puedo dejarte atrás. —

—En aquel entonces, cambiaste tu vida y tu futuro por mí, así que ahora es mi turno. —

Evrie dijo: —Renunciar a la oportunidad de ser renombrada en mi carrera a cambio de tenerte, vale la pena. —

Farel respiró hondo, ocultando en el fondo de sus ojos capas de oscuridad.

—Evrie, eres tan ingenua. —

—No soy ingenua, sé lo que estoy eligiendo. — Evrie le murmuró en voz baja, —Lo único que quiero eres tú.—