Evrie no pudo evitar reírse al encontrarse con su mirada.
—¿Recién ahora te das cuenta de que tienes que estar alerta? ¿Por qué no te vi celoso en estos cuatro años? —
Farel apenas esbozó una sonrisa en sus labios—¿Cómo sabes que no estuve alerta? —
—¿Eh? —
Evrie no captó de inmediato el significado de sus palabras.
Farel dejó el asunto ahí, agarrando la tarjeta de la habitación de Evrie con una mano.
—Vamos, te voy a hacer un chequeo.—
Dado que era una construcción de equipo de GCES y Farel estaba ahí para perseguir a su esposa, Joan no tenía ningún interés en estas actividades corporativas.
Después de entregarle las llaves del coche a Farel, estaba ansioso por bajar la montaña.
Unos días fuera en un viaje de negocios lo habían dejado exhausto.
Farel agitó su mano—Vete, te doy dos días libres. —
Joan se alegró, mostrando sus dientes en una gran sonrisa—Gracias, Sr. Haro, entonces me voy, adiós. —
Evrie no pudo evitar sonreír.
—Joan también la está pasando difícil, sufriendo contigo. —
Farel le comentó con indiferencia—Un salario de ocho cifras, sí que es duro. —
Evrie—...olvida lo que dije. —
En ese momento, un coche deportivo blanco pasó y se estacionó con firmeza.
La puerta se abrió y Berto y Blanca salieron del vehículo.
Parecía que habían discutido de nuevo, Blanca lucía furiosa, mientras Berto sonreía de manera perezosa y despreocupada a su lado.
—Oh, ¿qué coincidencia, no? ¿Vienen juntos a registrarse? —
Farel les echó un vistazo—Estamos en temporada alta, el hotel está lleno, resuélvelo tú mismo. —
Berto no lo tomó en serio.
—Pero si este es el negocio de tu cuñado Emanuel, llámalo y pídele que me guarde una habitación. —
Farel—Ya lo hice, la última habitación de emergencia la tengo reservada para mí, lo siento, llegaste tarde. —
Berto—...—
¿Qué tan mala suerte podía tener?
Giró la cabeza, con una mirada inocente y educada que cayó sobre Blanca.
—Blanquita, parece que esta noche tendré que refugiarme en tu habitación...—
Blanca lo empujó con una mano, diciéndole fríamente—Si no tienes dónde quedarte, ve a armar una tienda de campaña. No voy a compartir habitación contigo, sinvergüenza. —
Tras decir eso, agarró su tarjeta y entró al hotel sin mirar atrás.
Berto quedó colgado en su lugar, miserable y un poco patético.
Evrie tosió para romper el silencio.
—¿Tú y Blanca discutieron otra vez? —
Evrie—¿No tienes habitación? —
Farel—Tengo una, pero eso no significa que la tenga que usar. —
Evrie—¿? —
Antes de que pudiera decirle algo, Farel entró rápidamente y cerró la puerta con un golpe.
Al instante, la había presionado contra la pared del vestíbulo.
Su atractivo rostro se acercó, bloqueando los labios de Evrie.
El aliento se mezclaba entre ellos, cargado de deseo, añoranza y urgencia, penetrando profundamente, saboreando hasta el límite.
El rostro de Evrie se sonrojó, su respiración desordenada por él.
Una vez que terminó de besarla.
Farel, sosteniendo su cintura con un ligero apretón, tenía una mirada intensa y oscura.
—¿Me extrañaste en estos días? —
Evrie sintió sus orejas ardiendo, su respiración agitada entreabrió sus labios, ofreciéndole una imagen tentadora.
Antes de que pudiera hablar.
Él ya no pudo contenerse, la presionó y la besó una vez más.
No fue sino hasta el final, cuando su voz se volvió ronca, que él susurró en su oído.
—Te he extrañado, mucho, mucho. —
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Receta para robarle el corazón al Dr. Farel
Hola ya no hay más capitulos...
Llevo mucho tiempo revisando dia a dia para ver si actualizaron y nada😪😪...
Muchos dias sin subir capituños y nos vamos a quedar sin saber que pasa con los protagonista. Que pereza....
Para el buen lector es de muy mal gusto esperar por alguien para darle continuidad a una buena e interesante lectura, son muchos días de espera....
Por favor más capitulos😢😢...
Hola por favor que pasa capitulo...
Quiero más capítulos por favor me tiene triste ver como esta berto😔😔...
Hola amiga más capítulos...
Más capitulos vale...
Quiero más capítulos para ver que pasa con la salud de berro...