Receta para robarle el corazón al Dr. Farel romance Capítulo 628

El avión aterrizó y la nieve empezó a caer del cielo.

Alguien lo recibió apenas salió del aeropuerto.

Ese lugar no era como en Alnorter, la temperatura bajó unos diez grados de golpe. A pesar de llevar un abrigo muy grueso, todavía podía sentir el viento helado congelando su piel.

Evrie metió sus manos en los bolsillos de Farel, buscando el calor de sus manos.

Pero en su corazón, no podía estar más emocionada.

¡Finalmente estaba viendo la nieve caer del cielo!

Durante el camino, los árboles a ambos lados de la ciudad estaban cubiertos de escarcha, las personas vestían abrigos redondos y gorros peludos, la atmósfera del Año Nuevo era muy intensa.

Evrie se dejó contagiar por el ambiente y tomó muchas fotos con su móvil.

—¿Es la primera vez que visitan nuestro lugar?— le preguntó el conductor de manera amable. —Por cómo van vestidos, no parecen de aquí. El hotel en el que se hospedaran tiene su propio baño termal privado, no olviden probarlo para evitar resfriados.—

Farel le agradeció cortésmente. —Gracias, lo haremos.—

El conductor le habló con curiosidad. —Acaban de casarse, ¿verdad? Se nota que son recién casados, se ven muy enamorados y combinan perfectamente.—

Farel le respondió con una sonrisa en los ojos. —Sí, mi esposa nunca ha visto la nieve, así que la traje a disfrutar del lugar.—

Evrie se sonrojó, sintiéndose un poco avergonzada.

Pronto llegaron a la entrada del hotel. Farel sacó dos grandes maletas del maletero y, aunque Evrie quiso ayudarlo, él se negó.

—Sólo sígueme y no te disperses.—

Evrie caminaba detrás de él. —¿Puedo ayudarte con una maleta?—

—No es necesario. — le dijo él con convicción. —Cuando estemos fuera, estas son tareas para hombres. Tú solo preocúpate por disfrutar.—

Su orgullo de macho emergía de nuevo.

Evrie no pudo evitar reírse y asintió con entusiasmo. —De acuerdo, te daré la oportunidad de ser un hombre.—

Farel la miró profundamente. —¿Oh? ¿Normalmente no soy un hombre?—

Evrie fingió quedarse pensativa, con una expresión seria.

—De vez en cuando también podrías ser un gran empresario, un viejo zorro o un lobo astuto.—

Justo en ese momento, un guardia de seguridad del hotel salió.

Diez minutos después, Evrie, vestida con su traje de baño y envuelta en una manta, entró con cuidado en la piscina termal.

El agua caliente la rodeaba por todos lados, manteniéndola cálida.

La nieve grande comenzó a caer del cielo, aterrizando en su cabello y su cuerpo antes de hundirse en el agua.

Bajo la luz tenue, la nieve caía por todas partes.

Evrie alzó la vista hacia el hermoso paisaje natural, con asombro en sus ojos.

—¿Te gusta?—

La voz de Farel sonó a su lado, su pecho cálido se acercó.

Evrie asintió. —Sí, ¡me encanta!—

Al instante, sintió que su cuerpo se elevaba, su cintura estaba sujeta por Farel, presionándola contra la pared de la piscina.

—¿Qué haces?—

Los labios de Farel se posaron encima de los suyos. —Ser tu hombre.—