Farel estaba tranquilo, como si ya lo hubiera previsto.
—Es Grupo K quien quiere comprar Asana.—
—¿Ya sabías?— Berto se sorprendió.
Farel estaba sentado en la sala de espera del aeropuerto, con una laptop frente a él, tecleando mientras respondía con su auricular Bluetooth.
—Ya han comprado bastantes empresas, pero esta vez lo que les interesa no es la empresa en sí, sino un proyecto de investigación y desarrollo.—
¿Proyecto de investigación y desarrollo?
Berto lo pensó un momento y rápidamente lo entendió.
El proyecto más grande en el que el Hospital Asana había invertido en los últimos años era la terapia con células CART gc012f.
Ya estaba en fase de pruebas clínicas.
Si resultaba exitoso, podría convertirse en un nuevo tratamiento para el mieloma múltiple, otros tipos de cáncer de sangre malignos y enfermedades autoinmunitarias.
El principal objetivo era el lupus eritematoso.
Si tenía éxito, beneficiaría a muchos pacientes.
Este proyecto de investigación era un bocado jugoso, y ahora Grupo K lo había puesto en su mira.
Berto entrecerró los ojos. —Tienen buen ojo, pero son demasiado arrogantes.—
En estos cuatro años, el Hospital Asana había desarrollado varios productos en la superficie, pero nunca dejaron de lado la investigación en terapia celular.
Era el sueño de Farel, y de ninguna manera lo venderían.
Del otro lado del teléfono sonó el anuncio de embarque. Farel cerró su laptop, dejando solo una frase.
—Si la primera negociación falló, seguramente volverán a intentarlo. Sé astuto, no caigas en su trampa.—
Berto respondió con una sonrisa relajada. —Tranquilo, conmigo aquí, no nos van a robar tan fácil.—
La respuesta fue el sonido de la llamada terminada.
Farel ya había colgado.
Berto miró su teléfono un momento y murmuró con sarcasmo. —Qué clase de persona es, ni siquiera sabe despedirse.—
Llegó la hora del almuerzo, y la recepción golpeó la puerta, trayendo una caja de comida para él.
—Sr. Berto, Joan me pidió que te ordenara un almuerzo. Después de comer, tienes una conferencia virtual internacional esperándote.—
Berto —...—
Su rostro se sonrojó sin poder evitarlo. —Deja de burlarte.—
—No te estoy tomando el pelo, en serio, ya veo que él te tiene en la palma de su mano.— Evrie fue directa, —Si alguna vez tienes un esposo, solo puede ser él.—
Blanca no supo qué responder.
Después de todo, esa mañana había jurado lo mismo frente a Ion.
Mientras hablaban, Berto se acercaba con dos cajas de regalo en mano.
—¿Berto, viniste a recoger a Blanca del trabajo?— Evrie saludó primero.
Berto sonrió y extendió una de las cajas hacia ella.
—No solo a recogerla, también a dar regalos.— Berto alzó una ceja, —Mascarillas de belleza médica, edición limitada, desarrollo interno, especial para embarazadas, una para cada una.—
Al oír esto, los ojos de Evrie brillaron.
—Gracias, es justo lo que necesitaba.—
Berto sonrió orgulloso, sin dejar pasar la oportunidad de hacer un comentario sobre Farel, quien estaba en el extranjero.
—¿Qué tal? En cuanto a cuidados de belleza, ese todoterreno Sr. Haro nunca lo habría pensado, solo se preocupa por la comida y bebida de su esposa, pero no por su belleza. Así no se puede ser un buen hombre.—
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Receta para robarle el corazón al Dr. Farel
Hola ya no hay más capitulos...
Llevo mucho tiempo revisando dia a dia para ver si actualizaron y nada😪😪...
Muchos dias sin subir capituños y nos vamos a quedar sin saber que pasa con los protagonista. Que pereza....
Para el buen lector es de muy mal gusto esperar por alguien para darle continuidad a una buena e interesante lectura, son muchos días de espera....
Por favor más capitulos😢😢...
Hola por favor que pasa capitulo...
Quiero más capítulos por favor me tiene triste ver como esta berto😔😔...
Hola amiga más capítulos...
Más capitulos vale...
Quiero más capítulos para ver que pasa con la salud de berro...