Reconquistando a mi exesposa romance Capítulo 3

Jani y Ciry, aunque se parecían como dos gotas de agua, tenían personalidades completamente opuestas. Jani era vivaz y encantadora, siempre metida en líos por su travesura, mientras que Ciry era sereno y maduro, como un adulto en miniatura, muy parecido a aquella persona. Entre los dos, el pequeño era quien más le causaba dolores de cabeza a Helda, porque su comportamiento carecía de la inocencia propia de la niñez.

"¿Están bien? ¿Por qué no me llamó la maestra?", Helda estaba preocupada y quería revisar que los niños estuvieran bien.-

Jani negó con la cabeza, vibrante como un tambor de mano, y dijo con voz chillona: "Estamos muy bien, mamá. Mi hermano y yo corrimos tan rápido que ni las abejas nos pueden alcanzar, jeje", sus ojos brillaban con orgullo, demostrando cuán rápido podía correr, hasta las abejas quedaban atrás. Incluso estaba esperando un elogio de su mamá.

Ciry añadió con calma: "Diez estudiantes y cuatro maestros fueron picados, el director estaba tan preocupado que los mandó rápido al hospital, por eso no te llamaron".

Helda quería desmayarse, esos niños sí que sabían cómo meterse en problemas. Bueno, al día siguiente tendrían que disculparse de manera aún más sincera; con una expresión seria pero resignada, le dio un toque en la cabeza a Jani diciendo: "Pequeño demonio".

"Mamá, no fue a propósito, el panal de avispas se cayó solo, yo solo lo sacudí un poco con un palo, y quién iba a pensar que las abejas saldrían zumbando", Jani la abrazó sonriente, lanzando una ofensiva de mimos tan tierna que Helda simplemente no podía regañarla.

Después de preparar la cena para los niños y limpiar los platos, ella los vio sentaditos viendo dibujos animados y se fue tranquila a su estudio a trabajar. Pero apenas se fue, Jani sacó un iPad y se lo pasó a Ciry: "Vamos a jugar un juego".

El pequeño, en vez de abrir el juego, empezó a tocar la pantalla sin parar. Jani, esperando en la sala del juego y viendo su ranking, estaba satisfecha con su posición. Si ganaba la próxima partida, podría participar en un torneo internacional y ganar un trofeo, ya había escuchado que había mucho dinero en premios; con ese dinero, su mamá no tendría que trabajar tanto para mantenerlos y podría pasar más tiempo con ellos.

Claro, jugar videojuegos era algo que mamá no podía saber, porque se enojaría.

"¿Dime?", Jani lo miró curiosa, y al ver una foto de un hombre muy guapo en la pantalla, sus ojos se iluminaron, preguntando. "¿Quién es él, Ciry?".

"Es mi ídolo", dijo el pequeño con orgullo, su rostro se iluminó de felicidad, y sus ojos se llenaron de admiración.

"¿Eh? Se parece a ti, pero es más guapo", Jani, con su inocente admiración, pensó en voz alta. "¿Podría ser nuestro papá?".

Ciry estaba a punto de reprenderla por querer hacer a cada hombre guapo su padre, pero en ese momento, también se sintió tentado por la idea. Quería que su ídolo fuera su padre, así podría aprender muchas cosas de él y ganar mucho dinero para que mamá pudiera gastarlo.