Romance Prohibido romance Capítulo 46

Y no era la de Ellie, porque ella tenía su mano entrelazada en el otro brazo. Su mirada poco a poco recorrió a la persona que lo había detenido, pero era inevitable no reconocer esa voz que lo había llamado por su nombre.

Karen estaba de pie, mirándolo con los ojos abiertos para luego desviar la mirada a Carter. Hunter evidenció que estaba muy sorprendida de verlo en este club, y después de que se cercioró que su amigo estaba con él, pasó la mirada a su mano entrelazada con Ellie.

Él no pudo moverse del lugar, porque, aunque le extrañaba en desmedida que su corazón no se alertara por verla, allí tampoco estaba esa rabia que identificaba sus encuentros.

Karen seguía muy hermosa, la belleza que la caracterizaba y que hacía que todos los hombres se giraran hacia ella, seguía intacta, pero había algo dentro de él que había cambiado. Y no supo cómo tomarlo.

Ellie podía notar la tensión de toda la situación, de hecho, podía apreciar su mano más apretada, como si con eso, Dereck también necesitara de su protección, y de su ayuda.

Pero con lo que no supo lidiar fue con su rostro tenso y pensativo. Por primera vez en su vida, veía que el equilibrio del hombre que parecía inamovible, se estaba resquebrajando ahora mismo delante de ella…

El latido de su propio corazón fue un indicador de que tenía miedo. Ellie estaba convencida de que la mujer que estaba frente a ella, era la razón por la que Dereck no creía en el amor, y que por lo que evidenciaba, en los ojos de esa mujer había muchos sentimientos por Hunter.

Por primera vez, quiso saber qué había pasado para que hubiese una brecha entre ellos. Quería saber la verdad, o el motivo del por qué su presencia parecía disgustar a Dereck y tensarlo hasta el punto de silenciarlo.

Y en el momento en que decidió decir algo, la mujer se le adelantó.

—No sabía que estabas en Washington… —dijo la chica tratando de encontrar una manera de saber de él.

—No tienes por qué saberlo. Nada sobre mí te compete, Karen.

Ellie sintió un calor muy abrasador con esas palabras tan duras y frías, y aunque no estaban direccionadas hacia ella, le dolieron un poco. Jamás pensó ver al hombre que amaba en esa posición, siendo tan rudo. Evidenció que el rostro de la que Dereck llamó Karen se puso rojo, y supo que sus palabras le dolieron por la expresión de sus gestos.

Como pudo apretó un poco su mano, pero él no se movió, ni dejó de mirar a aquella mujer, que desde su punto de vista era muy hermosa. Su cabello era más oscuro que el suyo, y su cuerpo era como el de una modelo. Ella era perfecta por donde se viera.

Sin más que hacer para no aportar a la tensión, entonces Ellie decidió retirarse. Ella no debía inmiscuirse en sus problemas personales. Así que soltó la mano del hombre y mirando a la mujer dijo firme:

—Iré donde Carter…

Pero ni el brazo de Hunter, ni la pregunta que lanzó la mujer a continuación la dejaron zafarse de la situación.

—Te quedas conmigo… —dijo Dereck.

—¿Quién es ella? —fue la pregunta que lanzó Karen al mismo tiempo.

—Elizabeth… —se presentó y su boca soltó las palabras sin tener nada en contra de aquella mujer.

Dereck por fin desvió la mirada hacia Ellie y sus labios se curvaron mirándola con adoración. Después de ese gesto el hombre la rodeó con su brazo y volvió a entrelazar sus dedos con los suyos.

—¿Son amigos? —Karen estaba sedienta por saber.

—Ella es mi mujer, Karen. Pero tú puedes colocarle el título que quieras.

Karen abrió los ojos impactados, y Ellie sintió pena por ella. Pero toda su buena intensión y la compasión que tuvo, se evaporaron cuando una sonrisa cínica apareció en su rostro, y deslizó la mirada en su cuerpo como si estuviese rebajándola.

—Elizabeth… —pronunció la mujer—. Soy Karen, y hace un año aproximadamente, era la prometida de Dereck…

Ellie no pudo evitar que el pecho le saltara y que su mano se apretara con la de Dereck sin poder controlar el movimiento. Era indiscutible que aquella mujer quería que supiera esa verdad, y era muy cierto que estaba celosa, al ver a Hunter con otra mujer.

—Der —Carter llegó al lugar donde estaba la tensión en carne viva, y después de que llamó a su amigo no pudo evitar colocar los ojos en Karen—. Hola, Karen…

—Carter… me emociona volver a ver a mis dos mejores amigos…

Después de unos minutos perdidos en su pensamiento, Dereck asomó una sonrisa, al ver la escena. Estuvo un poco aturdido al darse cuenta de que, su cuerpo, ni su mente estaban reaccionando a este encuentro. Era verdad que hace un año había terminado la relación con Karen, y que pensó nunca superaría.

Pero sentía un alivio tremendo al entender que las cosas ya no eran iguales. Que su belleza, y su presencia, no hacían nada en él, y que en este momento no podía explicarse a sí mismo. ¿Cómo pensó que ella pudo ser la mujer de su vida, y que nadie podía igualarla?

Un bufido en forma de risa salió de su boca, haciendo que todos lo miraran de forma extraña. Y sí, estaba loco, pero se sentía más libre que nunca.

Rápidamente giró en dirección de Elizabeth y tomó su barbilla, para pasar su dedo pulgar por su piel.

—¿Quieres descansar? —preguntó aun sabiendo que ella estaría terriblemente confundida, pero tenía mucho tiempo para explicarle, y hacerle entender el meollo del asunto.

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