—Te explicaré todo, y así podrás entender —Connor trató de explicar al ver el rostro perturbado de Hunter, pero lo vio levantarse por un momento.
Carter llegó al lugar donde estaban reunidos y viendo la palidez en el rostro de su amigo, prefirió permanecer en silencio.
—Te escucho —se atrevió a decir Dereck tomando una bocanada de aire, porque aun cuando por fuera parecía tranquilo, su cuerpo estaba en completa tensión.
—Bien… amigo, la situación es un poco compleja. Comenzaré por lo básico. Hay una red que se encarga de secuestrar, hurtar y desaparecer carga terrestre y marítima…
—He escuchado de eso —susurró Hunter con el ceño fruncido.
—Algunas aseguradoras de mercancía están involucradas en el asunto, y lastimosamente varias empresas —completó Connor
—¿Por qué están buscando a Jarod Morgan? —Dereck no pudo evitar preguntar.
—Porque el señor Morgan es uno de los cabecillas principales de esta red. Tiene años en este negocio, ha arruinado a más del 60 por ciento de sus socios incluyendo firmas cercanas. Todo aquel que esté con él en algún asunto o no, ha padecido su estafa.
La mandíbula de Hunter se apretó tanto mientras sentía la mirada aguda de su amigo Carter. ¿Cómo era esto posible? Tenía un negocio muy importante con este hombre, millones de dólares invertidos, y la pregunta que más estaba taladrando su mente era:
¿Elizabeth sabía de esto?
Cerró los ojos tratando de acompasar su respiración y en pasos lentos fue a sentarse de nuevo para volver a decir:
—Tengo un negocio activo con él… imagino que ya lo sabes.
—Por supuesto, estoy aquí por ello —la voz del agente era fría y dura—. La policía nacional ha seguido el caso desde hace años, ya van más de quince años en investigación. Aquí estamos hablando de gente profesional. Estos últimos años han sido descarados por así decirlo, muchas empresas en quiebra y aseguradoras que se lavan las manos ante estas mafias.
—Entonces ustedes están interviniendo —expresó Carter.
—Sí. Comenzamos hace unos meses, estaba en otro asunto, pero me pidieron trabajar en esto y comencé a investigar a profundidad. Sabemos que Jarod Morgan esta hasta el cuello con esta mafia, pero me interesó más al llegar a su compañero de fechorías, que no se trata de nadie más que Benjamín Hansen… ¿Recuerdas que me diste a un nombre con ese apellido para investigar?
Dereck sintió que su pecho se hundía cada vez que le llegaba una nueva información. Un leve temblor se apoderó de sus manos, y no pudo sino llevar los dedos a sus ojos para apretarlos tratando de procesar todo a la vez.
—¿Michael Hansen está involucrado? —necesitaba saberlo con urgencia.
—No —la respuesta lo impresionó—. Lamento decepcionarte, pero el hombre no tiene ninguna conexión con lo que hace su padre y… su suegro.
Esto último le indicó a Dereck que a estas alturas Connor ya conocía todo de Ellie, y aunque no quería sacar su nombre a relucir, no pudo evitar hacerlo.
—Entonces conoces a Elizabeth… —lo dijo como una afirmación.
—Sé de ella, sí, pero hasta hace unos días supe que está… involucrada contigo.
—Ya no.
Connor se giró hacia Lenin y ambos se dieron una mirada enigmática, y luego de unos segundos más… él volvió hablar.
—Ha sido por Elizabeth Hansen que dimos contigo, Der…
—¿Qué?
Connor levantó la mano para que se tranquilizara.
—Elizabeth contactó un investigador privado hace una semana. Al principio estuvo renuente, pero su intención principal era entender los problemas legales que acarrearía un socio de su padre. La página a la que accedió es de la CIA. Lenin es quien está contactando con ella directamente, como “Alexander Müller” …
—¿Elizabeth está involucrada en este asunto? —la pregunta de Hunter salió agitada.
—No… pero sabe lo que está haciendo su padre. Ella piensa que desconocemos que la cabeza es Jarod, ni siquiera nos ha dado su nombre real, ni el tuyo…
—¿Entonces los contactó solo para saber sobre los asuntos legales, con los que tendrá que cargar su padre?
—No, ella dice que no puede ir a una instancia policial ahora. Y quiere que la ayudemos. Interceptamos su portátil, el ID de desde donde nos contactó y supimos sus datos, y que era la hija de Morgan por supuesto. Desde hace un tiempo lo tenemos en la mira, pero no tenemos las pruebas suficientes.
—¿Por qué ella no puede ir a una estación policial? —esta vez fue Carter el que preguntó. Pero Dereck ya se estaba imaginando cuál era la razón de todo esto.
No pudo decir una palabra. Su mente estaba tan confundida que un dolor de cabeza intenso comenzó a esparcirse lentamente en él.
—¿No quieres saber por qué dimos contigo? —la voz de Connor volvió a llamar su atención.
—Mi firma está involucrada con su padre, puedo perder mucho aquí, Connor —respondió con un nudo en la garganta.
—Ella nos entregará pruebas de lo que hemos estado buscando, solo con la condición de salvar esa firma anónima, que ella cree que no conocemos.
Dereck conectó los ojos con Carter y no pudo evitar colocarse de pie de nuevo, parecía un robot haciendo movimientos involuntarios. Su corazón latía a mil por hora, y ya su cuerpo era un incesante temblor.
En todo este tiempo ella estuvo mintiéndole, solo por ¿salvarlo?, pero ¿Por qué? ¿Por qué razón si el maldito de Hansen no tenía que ver en este asunto?
—Nos envió su número —la voz de aquel hombre que acompañaba a Connor resonó en el ambiente silencioso haciendo que Dereck se girará.
—Las pruebas que les daré sobre mi padre, están también en manos… de mi esposo. Quería enfrentar a mi padre cuando me enteré de esto, no iba a ocultarlo por mucho tiempo, pero… Mi esposo se enteró de algunas cosas y teniendo las pruebas en sus manos, amenazó con involucrar al señor Hunter en este asunto. Pero él no tiene nada que ver en esto, puedo probarlo. Por eso quiero saber cómo proceder legalmente, ya que soy la que firma los documentos en la empresa de mi padre, y así poder excluirlo de esta situación.
—Lo entendemos —terminó por decir Connor—. No se preocupe, la guiaremos en este proceso. Y en cuanto a la amenaza de su esposo… encontraremos algo con lo que pueda zafarse de esta trampa que le tendió.
—Gracias…
—De acuerdo…
La llamada se finalizó y Connor vio como Dereck comenzó a dar largas zancadas en dirección de la salida y se apresuró en ir tras él.
—¿Qué crees que haces?
La mirada fría de Hunter trató de hacerlo retroceder.
—Connor… esa mujer con la que hablaste allí, es mi mujer… y no me voy a detenerme a explicarte por qué ella dice tener un esposo, solo debo ir por ella…
—¡No seas idiota! ¡Pondrás en riesgo la misión!
—¡Me importa una mierda tu misión!, iré por ella, corre peligro con ese hombre.
—Der, escucha… ¿Por qué no hacer las cosas bien? Yo necesito agarrar a esos hombres en plena acción, y tú por lo que veo quieres salvarla a ella… entonces nos ayudaremos mutuamente. Porque debes recordar que ella está muy involucrada en esto, ya que es la firma legal de los asuntos de Jarod.
—No te atrevas Connor… —sentenció Dereck acercándose y viendo como su amigo levantaba las manos en señal de paz.
—Si vas ahora, incluso dañarás lo que ella ha hecho por ti. Acepto que sí, parece que está arriesgando mucho por sacarte de este embrollo, pero si damos un paso en falso, podemos perderlo todo.
Hunter soltó un bufido mientras su cuerpo vibraba. Necesitaba ir con ella. Quería ir a buscarla y descargar toda su emoción sobre ella.
Estaba enojado porque no había confiado en él, pero también estaba increíblemente impresionado por su acto. Ahora sabía que después de esto, y de lo que había hecho Elizabeth, nadie nunca iba a poder apartarlo de ella.
Por un momento cerró los ojos mientras soltó el aire, y agradeció porque su pesadilla solo había sido un mal sueño.
—Ven, siéntate —le escuchó a decir nuevamente a Connor—. Hablaremos sobre el plan que seguiremos a partir de hoy… y tú me contarás, como es que estás en este punto de la historia…
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