El mayordomo le compró los juguetes y lo trajo de vuelta para ella.
Una de las pequeñas estatuillas de bronce del Zodiaco, el perrito con la lengua de fuera, era una obra de Anselmo.
Una pieza de arte que en su momento alcanzó precios exorbitantes, fue adquirida por su adorado papá, quien compró el set completo para que ella jugara.
La familia Leyva había caído en desgracia, los Leyva habían muerto, y todo lo que algún día tuvieron lo habían perdido.
Incluso el conjunto de estatuillas de bronce se había dispersado, y durante los tres días que pasó en el sanatorio, veía a un niño jugando abajo, lanzando las estatuillas al suelo, el perrito estaba golpeado en la base y ya no valía mucho.
Perla se sentó en la cama nupcial, acariciando la pequeña estatuilla de bronce del perro en sus manos, era la primera vez en cinco años que tocaba una reliquia de la familia Leyva.
No se trataba solo de un matrimonio, ella daría su vida a cambio si fuera necesario.
Durante esos cinco años, no había pensado en el futuro, no había considerado qué vendría después, solo quería seguir viviendo en un torbellino, siendo la última sobreviviente de la familia Leyva, manteniendo el aliento de sus seres queridos.
Con la llegada de Ignacio, incluso esa pequeña esperanza se había desvanecido por completo.
Entonces, tendría que encontrar una nueva forma de vivir.
Además, ya había recuperado su claridad mental, ¡debía renacer de las cenizas!
Cansada, inclinó la cabeza contra el cabecero de la cama y, acariciándola, se fue quedando dormida...
"Entre hermanos y primos, la familia Leyva tuvo que soportar a seis muchachos malolientes hasta llegar a Perlita, nuestra preciosa niña, ¡claro que tenía que ser criada como una pequeña princesa!"
"¿Por qué lloras, Perlita? ¿Gregorio te quitó tus estatuillas del Zodiaco otra vez? No llores, le daré su merecido."
"El abuelo ha hablado, quien controle la familia Leyva en el futuro será quien Perlita decida, si Perlita quiere que alguien sea presidente, entonces lo será, y todos los demás se quedarán al margen."
"Perla, te cuidaré mucho. Con yo aquí, nunca más permitiré que sufras."
"Perla, dices que tu familia Leyva antes era tan poderosa que hasta otros conglomerados de Somnia tenían que hacerse a un lado, ¿no dejaron nada antes de declararse en bancarrota?"
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