Rompiendo la Ternura romance Capítulo 7

La música retumbaba hasta el punto de estallarse.

Román estaba sentado en un sofá en un rincón, con la mano que sostenía la copa descansando negligentemente en el brazo del mueble, y sus zapatos de punta, que valían un dineral, tocaban el suelo de vez en cuando.

Todo su ser estaba sumido en la penumbra, hasta su rostro anguloso se perdía en la oscuridad.

Desde lejos, era imposible distinguir sus rasgos faciales, pero aun así, emanaba un aura de intocable y gélida distancia.

En la luz parpadeante, se acercó una figura esbelta, con una sudadera con capucha negra cubriendo su cabeza.

"Sr. Báez."

Bruno se inclinó respetuosamente al llegar a su lado.

Román, aparentemente somnoliento en el sofá, abrió lentamente los ojos al escuchar la voz, sin mostrar emoción alguna.

"Sr. Báez, he investigado a fondo a esos dos, y están seguros de que la Sra. Báez no estuvo con ningún otro hombre después de aquella noche. El niño que está esperando tiene que ser suyo."

Bruno le extendió un montón de fotografías.

Román arrojó la copa y agarró las fotos para echarles un vistazo.

En ellas, Ignacio y Ofelia aparecían tan golpeados que resultaba difícil reconocerlos, con los ojos y la nariz hinchados, era imposible que no dijeran la verdad en esas circunstancias.

"Ché, cada vez te pasas más de la raya cuando te pones a trabajar," comentó Román, aunque su voz grave no mostraba ni el menor atisbo de simpatía.

"Solo sigo su ejemplo, Sr. Báez."

Bruno sonrió. "Además, según lo que dijo Ignacio, el engaño no fue idea de la Sra. Báez, ella es inocente. No solo eso, sino que esa pareja de perros la maltrataba y humillaba constantemente. Sr. Báez, ¿quieres que me vengue de ellos por ella?"

Finalmente, Román pareció darse cuenta de que algo estaba mal y alzó la mirada hacia él, "¿La Sra. Báez?"

Bruno sintió un escalofrío, como si le hubieran perforado el cuello, "Eh, bueno... ya que se casaron, su mujer... yo debería llamarla Sra. Báez."

Se había metido en problemas.

Tras tantos años con Román, viéndolo vivir sin ataduras y con brutalidad, sin una mujer a su lado, Bruno pensó que aunque esta "Sra. Báez" fuera producto de un engaño, de algún modo debía ser especial.

Parecía haberse equivocado.

"¿En serio?"

Capítulo 7 1

Capítulo 7 2

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