¡Se busca un millonario! romance Capítulo 73

POV: Ashley.

Lo veo y es como si me ahogara. El amor que siento por él, fluye por mis venas como un torrente que no puedo parar. Percibo mis mejillas mojadas con las dos gruesas lágrimas que no pude evitar derramar, por la decepción que sentí al ver todo. Puede que comprenda que las fotos muestran un escenario demasiado oportuno en varios momentos; pero no olvido el hecho de que él no confió en mí y que pudo mentirme sin dudarlo. Ahora lo observo directo a los ojos, que se ven marchitos y empañados; que piden perdón y que imaginan, no será fácil obtenerlo. Trato de mantenerme tranquila, pero no puedo dejar de verlo con desilusión.

—Buenos días, señor O' Sullivan —manifiesto, con voz tranquila y seria, luego de cuadrar mis hombros y dirigirle una mirada gélida.

—Ashley, por favor, no…

—Si está preocupado por su agenda —interrumpo, sin dejar de mirarlo—, debo decirle que todo quedó planificado otra vez. Las citas pendientes y aplazadas, tanto por el viaje a Roma. —Trago saliva—, como por su extensión por negocios a New York, quedaron nuevamente programadas y en unos minutos podrá revisarlas en su propia agenda.

—Ashley…

—Solo quedaron pendientes algunas, que usted debe revisar personalmente —continúo, sin hacer caso a sus intentos de llamar mi atención. Veo como se acerca a mí y yo trato de fingir que lo quiero lejos; desvío mi mirada de la suya y busco en la gaveta algunos de los documentos que debo entregarle—. Aquí le entrego todos los informes de los gerentes, justo como solicitó antes de la visita a Alessandro Berlusconi.

—Ashley, para, por favor. No necesitas…

—Si no está interesado en mi trabajo por ahora, puedo entenderlo señor O' Sullivan. Cuando guste puedo seguir explicándole lo que hice; después de todo, estuvo ausente varios días y no me necesitó. No se preocupe, yo comprendo.

Me pongo a recoger las fotos que están sobre mi escritorio, para dejárselas. No sé si él sepa de su existencia, pero quiero ver su cara cuando vea todo esto. Siento que se acerca, con paso rápido; yo apuro el movimiento de mis manos y logro guardar todo antes de que llegue a mi lado. En cuanto siento su presencia cernirse sobre mí, cierro el sobre y se lo extiendo, junto con una mirada que lo paraliza.

—Aquí le llegó esto hace unos días, señor O' Sullivan. Como usted comprenderá, entre mis funciones está abrir la correspondencia. Es de Bright Eternity Magazine. —William suspira y cierra los ojos, a solo un paso de mí.

Su olor, tan masculino y delicioso, me envuelve. Tenerlo cerca y no poder tocarlo es una tortura. Lo extraño tanto, que mi cuerpo aclama su compañía. Pero no debo dejarle el camino fácil. Él pensó que su pequeña mentira no saldría a flote y resultó en todo lo contrario, se enredó en un camino de espinas.

—Ash…por favor, no es lo que estás pensando —susurra, a la vez que se agacha a mi lado. Yo me mantengo con el sobre extendido en su dirección.

—Yo no pienso nada, William —menciono su nombre por primera vez desde que entró. Sus ojos brillan en ese instante—. Queda muy poco a la imaginación, luego de ver esto.

—Lo sé, lo sé…pero, por favor, déjame explicarte todo. No he visto las fotos, pero puedo imaginar el contenido —pide y apoya sus manos en mis muslos, lo que me provoca dar un respingo. Una corriente me recorre entera al sentirlo otra vez sobre mi piel. Tan chispeante. Tan voraz. Domina mis sentidos y me lleva hasta ese lugar donde ahora mismo quisiera estar; entre sus brazos. William es consciente de todos mis pensamientos—. Ashley, dame una oportunidad.

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