¡Se busca un millonario! romance Capítulo 81

POV: Ashley.

Escuchar a mi hermano decir esas palabras tan fuertes, me hace sentir demasiadas cosas y ninguna me reconforta, la verdad. A pesar de que nuestro padre se haya ganado a pulso esa clasificación que ahora tiene, no es mi deseo que esa sea la posición de Chris. No por mi padre, que no merece ni un tanto de compasión, sino por él mismo. El sufrimiento, el odio y la decepción que ambos sentimos con el poco mentado Samuel Moon, no es motivo de discusiones en esta pequeña familia, pero al parecer, es una espina clavada en todos nosotros.

—Chris, no hables así —pido, porque también conozco las reacciones de mi madre con esta postura.

Culpa. Mi madre siente culpa de absolutamente todo lo que tiene que ver con su ex marido, cuando debería ser a él a quien le pesen sus acciones sobre la espalda.

—No, Ash. Por años, Samuel Moon ha sido el innombrable —replica y en su cuerpo se nota la tensión de lo que está sintiendo y cuánto le afecta—, y eso debe acabar. Ni él se merece este respeto silencioso, ni nosotros merecemos continuar con esta desazón las pocas veces que se toca el tema. Para mí, él murió en el mismo instante que salimos de la finca y nunca jamás se preocupó de nada.

Veo de reojo como mi madre solloza, alterada con lo que está sucediendo; observo a Ricardo tomar su mano en señal de apoyo. Quiero sonreír por eso, pero no es el momento. Por primera vez, también, mi hermano asume su postura del hombre de la casa.

—No puedo permitir que este fantasma que nos persigue desde hace años nos siga afectando de esta forma —declara y cuadra sus hombros, dispuesto a hacer valer su afirmación—. A partir de ahora, el tema Samuel Moon, no será más un tabú que debemos evitar. Su participación en la entrega de genes es imposible de quitar, pero sí podemos decidir lo que haremos con nuestras vidas y, definitivamente, no es recordarlo eternamente.

—Chris —susurro, emocionada con su actitud.

Unas lágrimas de orgullo se forman en mis ojos y tengo que pestañear varias veces para aliviar las ganas de llorar. Siento la mano de William rozar la mía en señal de apoyo y comprensión ante lo que está pasando. Miro a Chris y a la vez siento la mirada de mi madre, a la espera de lo que yo decida. Por más que yo me niegue e intente mantener la idea de que las decisiones se toman en conjunto, ellos siempre se inclinan a mi posición; y puede que se sientan en la necesidad de hacer eso, pero yo no estoy de acuerdo. Por ser la que lleva la responsabilidad de todos, no significa que mis palabras sean ley. Precisamente por esto, es que me emociona que mi hermano pequeño se crezca tanto.

—Ashley… —murmura mi nombre y se acerca a mí. Tengo que inclinar un poco mi cabeza porque ya me sobrepasa. Apoya sus manos en mis hombros y me mira fijamente—. Por años tú has sido mucho más que mi hermana, más que una hija para mamá. Tú has sido padre en todos los sentidos. Por respeto a ti y a lo que llevas haciendo todo este tiempo, es que no quiero que Samuel Moon sea clasificado como “padre” cuando no ha sabido serlo.

—Gracias, Chris —susurro y nos abrazamos con fuerza.

En sus brazos pienso en la imagen de hoy de mi padre. Tan demacrado. Tan desesperado. Por más que toda mi vida haya tenido que sacrificarme, no puedo negar que igual me tocó el corazón su apariencia.

Sin embargo, no digo nada. En este momento no caben más preocupaciones.

Nos separamos y regreso con Will, quien me recibe con los brazos abiertos. Nos sentamos juntos al lado de mi madre y Ricardo y conversamos sobre cualquier cosa. En un punto, caemos en el tema de la posible recurrencia de su enfermedad y el ambiente cambia, tenso. No obstante, sucede algo que no esperábamos y que verdaderamente, me da mucha satisfacción. Ricardo toma la mano de mi madre y dice sin tapujos que él estará ahí para ella. Como era de esperarse, lo deja todo en manos de una supuesta amistad, pero que yo sé, él aprovechará en su momento. Por mi parte, al igual que Chris, deseo que al menos por un tiempo mi madre pueda conocer un tipo diferente de felicidad. Estoy segura que Ricardo podrá hacer de ella una mujer más alegre, además, que conocerá otro motivo para levantarse y luchar cada día.

Steph se nos une a los minutos y como es a ella a la que le queda el desparpajo, le hago señas para que los moleste con ese tema, diciendo indirectas que nos hacen reír a nosotros y los avergüenza a ellos; lo que se evidencia en sus rostros sonrojados. Al ver la sonrisa sincera en el rostro de mi madre, no puedo dejar de pensar que lo que hoy vi sobre la situación de mi padre, nada le interesa. Ya acabaron los tiempos en los que Clarisse Write se martirizaba por el único hombre que alguna vez había amado; hoy está probando una nueva oportunidad y yo, me enorgullezco de eso.

—Serán felices —susurra en mi oreja Will, luego de acercarse con sigilo, refiriéndose a mi madre y a Ricardo. Aunque sus palabras nada que ver con algo entre nosotros, no puedo evitar que mi cuerpo reaccione a su cercanía. Lo miro a los ojos y el azul cobalto brilla con seguridad, antes de sonreír y asegurar—: Por mucho tiempo.

Su declaración me contenta y me hace pensar en las posibilidades; me hace pensar en las esperanzas. Cada pronóstico es un mundo de contradicciones y nadie asegura que se cumplan las que más deseamos. El hecho de que mi madre esté enferma y que tenga un límite de tiempo para continuar en este mundo, siempre me ha dado las fuerzas para hacer y obtener lo mejor de cada cosa. Ha sido mi punto de apoyo, por más extraño que eso parezca. Cada vez que pensé que estaba perdiendo el norte, supe encontrar en su condición, las razones para ponerle mucho más empeño. Por un solo motivo: disfrutar de mi madre muchos años más. Así que ahora, la seguridad en las palabras de William, reafirman eso que siempre he llevado como mantra. La esperanza es lo último que se pierde; y en el momento en punto de pensar en un mañana, estamos demostrando con cuánta esperanza nos acostumbramos a vivir.

Le devuelvo su sonrisa, esa que alegra mis días y que desordena mis hormonas; para demostrarle una vez más cuánto confío en lo nuestro.

—Nosotros también.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Se busca un millonario!