Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 175

Mi vida no ha sido fácil, viví en el bajo mundo, las calles eran mi mundo, robaba para comer, pensé que nadie me podría atrapar, pero estuve equivocada, a los 19 años un sujeto me atrapó antes que yo logrará cometer un robo, pensaba robar unas cadenas de oro, pero fui tan obvia.

— No hagas lo que estás pensando hacer, aquí hay un sistema de seguridad que apenas miren que estás robando, no tendrás escapatoria.

— Disculpe, no se a que se refiere.

— He visto que te echaste una cadena de oro en tu bolsillo derecho, apenas pase por cierto punto de la tienda, se activará una alarma silenciosa y la puerta se enllavara, si no quieres eso mejor dame la cadena.

Al verme acorralada no tuve más remedio que darle la cadena, el la dejo caer en un punto de la tienda y luego nos marchamos, pero antes de yo poder tomar mi rumbo, el me tomo del brazo.

— Ven conmigo jovencita, esto no ha terminado.

— Oiga, esto es contra mi voluntad, me está secuestrando.

— Mira, te he salvado de que vayas a una correccional juvenil, además perfectamente puedo llamar a la policía y adivina qué encontrarán en tu otra bolsa.

No sabía a qué se refería, pero al tocar sentí algo, lo saco y era una billetera.

— Esto usted me lo ha puesto aquí.

— Las cosas dicen lo contrario, entonces ¿S dónde quieres ir? Nosotros podemos hacer que tú vida cambié o a la correccional dónde no es un lugar agradable, luego irás a prisión dónde te irás pudriendo.

— Además, podría enseñarte a hacer bien esto.

Me enseña la cadena que justo antes yo intenté robar.

— No es que se activan unas alarmas silenciosas o solo eran patrañas tuyas.

— Si quieres descubrir como lo hice, sube conmigo a esa camioneta, sino continúa tu vida deambulando como una miserable, robando en tiendas baratas.

Una parte de mi me decía que me alejara, pero otra parte me decía que fuera con ellos, al final la misma desesperación hizo que me subiera a la camioneta, estaban varias niñas dormidas ahí, la camioneta arrancó y de un momento a otro empecé a sentir una gran pesadez, cuando desperté estaba en un lugar cerrado, me encontraba desnuda.

— ¿Dónde estamos? — Es la pregunta que todas se hacían.

Hasta que apareció una mujer acompañada con dos hombres bien armados.

— Muy bien niñas, ustedes fueron reclutadas por una organización llamada la corporación, llevamos bastante tiempo en esto.

— Disculpe ¿Porque estamos desnudas? — pregunto una de las chiquillas.

Luego de esa pregunta uno de los hombres se acercó a ella y le dió un golpe en el estómago con su arma.

— Quiero que entiendan algo, aquí ustedes no son nadie por el momento, no tienen permiso de hablar sin autorización, como les decía antes, fueron reclutadas por la corporación, ustedes están en la división de seguridad, nosotras las vamos a preparar para que sean armas de asesinar, serán de las mejores, pero para eso tendremos que quebrar cada parte de sentimientos en ustedes, aquí olvidarán lo que es amar y odiar, aprenderán que aquí el sexo es nuestro pan de cada día, pero tranquilas, ustedes no serán sometidas sexualmente a como las otras chicas, les daré la oportunidad para que me hagan una pregunta cada una así que piensen bien lo que dirán.

Somos 20 niñas, pero nadie se animaba a preguntar, hasta que yo levanté la mano de forma tímida.

— Dime.

— Si nos convertirán en armas de matar ¿Contra que lucharemos?

— Me gusta tu pregunta, la corporación, es una organización que se encarga de proveer, un servicio de placer a nuestros clientes, popularmente se les conoce como damas de compañía, pero así como ustedes, muchas son retenidas a la fuerza, hasta que terminan aceptando su propio destino.

Otra levanta la mano y le dan autorización de hablar.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Secretos - La historia de una acompañante