El resto del camino, no digo nada, permanezco en silencio que finalmente es interrumpido nuevamente por el sonido de mi estómago, a mi lado Andrew se relaja un poco, porque desde que se subió ha estado muy tenso.
—Vayamos a comer algo primero.
Su voz es ronca pero dulce, yo abro mi boca para decirle algo, pero la cierro y vuelvo abrirla pero no digo nada aun, luego vuelvo a cerrarla y suspiro.
—Lo siento, no volveré a llamarte de esa manera.
El asiente y continúa conduciendo, después de doblar dos esquinas nos tenemos en la misma cafetería donde paro el día que íbamos a su casa, se estaciona.
—Ven vayamos a comer.
Me quito el cinturón y bajamos del coche al entrar reconozco a la cajera, es la misma que estaba que estaba ese día, al acercarnos a la barra esta lo saluda amablemente.
—Hola Andrew buenos días, ¿cómo estás? no pensé que pasarías por aquí a esta hora ¿no deberías estar entrenando? —Andrew le sonríe cálidamente.
—Hola Cami, estoy bien ¿y tú? si, debería estar entrenando pero por culpa de cierta persona se me hizo tarde —cuando dice eso me mira con expresión seria y continua hablando— ¿podrías por favor darme un par de pasteles de carne y un rollo de canela para llevar? —se gira hacia a mí y me pregunta— ¿café?
Miro a la tal Cami que está observándome con curiosidad y le digo directamente a ella con una sonrisa amable.
—Un mocca por favor —esta asiente y vuelve a mirar a Andrew.
—Yo estoy genial, gracias por preguntar, entonces 2 pasteles, un rollo de canela y un mocca ¿correcto, que hay de ti vas a querer lo de siempre? —Andrew le sonríe y niega con la cabeza.
—Ya comí, gracias.
Entonces Cami, aprieta unos botones en la máquina y se gira hacia la aparato de café, deja un vaso térmico bajo el dispensador y se gira hacia las vitrinas donde está la comida toma una bolsa de papel e introduce dos pasteles, toma otra bolsa y mete un rollo de canela que con solo verlo se me hace agua la boca, se gira nuevamente hacia la máquina de café toma el vaso y lo deposita en la mesa frente a mí.
Andrew le tiende un billete de diez, ella lo toma y le da el cambio luego le sonríe.
—Sophi y Matt pasaron por aquí temprano, se veían fatal, ¿anoche salieron de fiesta, no?
Me tenso al instante. El que Matt y Sophi hayan estado aquí me dice que ambos pasaron la noche juntos y que seguramente Matt la llevaba a su casa, suspiro tomo las cosas del mostrador y me dispongo a salir de la cafetería sin esperar que Andrew responda.
Llego al coche y espero a que el regrese dando pequeño sorbos al café, al cabo de unos minutos lo veo salir y caminar en mi dirección jugando con las llaves del coche en las manos, lo abre a distancia permitiéndome así abrir la puerta y acomodarme en el interior para comenzar a comer.
Cuando este alcanza el coche y entra ya yo tengo tres cuartas partes de uno de los pasteles devorado y tengo más pastel en la boca, Andrew me ve con curiosidad.
—¿Están buenos? —Me limito a asentir y continuo masticando, luego suspira a mi lado— ¿estas enojada porque Matt sigue con Sophi?
Continuo masticando sin decirle nada, trago y doy un sorbo al café, luego muerdo otro trozo de pastel y después de tragar le respondo.
—No sé exactamente como me siento al respecto —el levanta una ceja y me responde incrédulo.
—¿No lo sabes?
Continúo comiendo y no le digo más nada, por lo que él se gira y enciende el coche nuevamente y sale del aparcamiento, conduce unos minutos en silencio.
—Cómo vamos tarde, tendrás que esperar un poco por mí ¿de acuerdo?
Lo veo mientras devoro mi segundo pastel y le digo con la boca llena de comida apretándomela para que no vea.
—¿A dónde vamos? —el me ve y susurra.
—Asier eso es asqueroso y de mala educación, traga y después hablas —pongo los ojos en blanco y después de tragar le respondo divertida.
—Oh perdone usted señor soy de muy buenos modales —el comienza a reír y al cabo de unos segundos me responde.
—Practico artes marciales, desde que era un niño, vamos a donde suelo entrenar y seguramente tendré problemas gracias a ti.
Lo miro incrédula por ambas informaciones. El que practique artes marciales y que tendrá problemas por mi culpa, me mira un momento.
—Lo siento mucho sensei, se me hizo tarde, tuve un pequeño inconveniente —el hombre supongo que está viéndolo.
—Los ríos profundos fluyen lentamente Andrew-san —este levanta su cabeza sonriendo y asiente.
—Sensei quiero presentarle a alguien —el hombre sin aun moverse de su posición responde.
—¿El pequeño inconveniente?
Andrew comienza a reír y asiente, luego me mira y me hace señas para que me acerque a él, cosa que hago con lentitud. Al llegar junto a él me quedo de pie contemplando el rostro del anciano que está sentando mirando por encima de la cabeza de Andrew hacia el jardín tras de este.
Su expresión es tranquila pero fuerte, despide esa aura milenaria, de muchísima sabiduría. Cuando sus ojos se posan sobre mi siento que están observándome con rayos xs, su mirada es penetrante y profunda, de sus labios sale una pequeña sonrisa y me dice dulcemente.
—Toma asiento pequeña —me arrodillo junto a Andrew y tomo la misma postura que él tiene, luego Andrew es quien habla.
—Ella es Asier sensei —el hombre lo mira un momento y luego vuelve a mirarme a mí y su sonrisa de ensancha.
—¿Así que tú eres el huracán que ha puesto cabeza arriba la vida de Andrew-san? —mi boca se abre con sorpresa e intento decir algo, pero no lo logro por lo que ambos se ríen.
—Eh yo, yo lo siento. No, no disculpe a ¿qué se refiere? —el hombre vuelve a sonreír con dulzura en mi dirección y le dice a Andrew, ignorando por completo me pregunta.
—La sala a esta hora ya está ocupada, tendrán que esperar, si aún planeas hacer lo que me dijiste cuando llamaste esta mañana —lo mira un instante y luego vuelve a fijar sus ojos en mí y continua— esa respuesta debe dártela Andrew-san pequeña —luego vuelve a fijar sus ojos tras de nosotros y comenta sin mirarnos— ahora vayan a los jardines de atrás, habrá algunas cosas que los mantengan ocupados mientras Hana libera la habitación— hace una pausa y agrega mirando directamente a Andrew— por cierto me pidió que te dijera que necesitaba otro enfrentamiento.
Andrew sonrie y niega con la cabeza.
—De acuerdo, lo agendare para que podamos luchar, ¿contaremos con su presencia sensei? —el hombre lo ve durante unos segundos y niega con la cabeza.
—Aún no está lista, pero hay que concederle que cometas errores, tu continua con el entrenamiento y me mantienes al tanto de su progreso ¿está bien? —Andrew asiente, se vuelve inclinar y susurra
—Sensei.
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