Seducida por un extraño (COMPLETA) romance Capítulo 8

La alarma sonó, me dirigí a la nevera tome un vaso con agua y salí del submarino, cuando iba al ascensor me detuve frente a la puerta que se suponía que era la de Andrew, me acerque con una media sonrisa en el rostro pensando en que quizás podría estar allí o quizás no así que hice lo que hace todo chismoso en el mundo pegue mi oreja a la puerta pero para mí desgracia no se escuchó absolutamente nada, así que subí a la sala.

Allí arregle un poco el desastre porque durante esos días habíamos hecho de todo allí, desde una comilona hasta apuestas locas sobre andar por los puff sin tocar el piso, si éramos unos inmaduros; en ocasiones pero era divertidísimo. Cuando me pareció que había un poco más de orden en aquel caos me senté a trabajar, no pasaron 5 minutos cuando sentí que alguien estaba tras de mí.

Gire mi silla y mi cuerpo por supuesto se asustó, hacía nada no había nadie allí más que yo pero ahora estaba parado frente a mí un espécimen de hombre que Dios, obviamente no le hacía competencia a Andrew porque seamos honestos, en este punto Andrew en mi mundo era considerado un puto Dios y ningún mortal se acercaría si fuera un poco a él.

Pero este que tenía delante de mi podría haber sido un semi Dios fácilmente; 1,75 de altura, cabello castaño oscuro con pequeños reflejos naturales y unas hebras blancas de cabello salpicadas por los costados que le daban ese aire de madurez sexy, su cabello totalmente despeinado pero ordenadamente no sé, su cabello en definitiva no era que estaba peinado pero si lo estaba.

A sus ojos los enmarcaba unas cejas pobladas y el tono de sus ojos era un gris claro con un borde negro que me dejo impactada, que ojos tan bonitos, había una argolla en su ceja izquierda y un par de túneles negros en sus orejas no muy grandes, llevaba un candado y una media sonrisa en la cara, de su camisa de botones blanca sobresalían unas líneas negras que ascendía hasta la mitad de su cuello lo que me hizo suponer estaba tatuado.

Seguí con mi inspección que me llevo a notar que la camisa se ceñía a su cuerpo de manera muy sexy, marcando los músculos de sus brazos, llevaba un chaleco negro de estos que se usan en los trajes de 3 piezas y un vaquero. Si, amigos tenía un vaquero con un chaleco que se usa con trajes, malvado estilo grito mi querida voz en mi cabeza. A todo este atuendo lo completaba unas botas de motorista negras. Volví a ver su cara y cuando lo hice su sonrisa era aún más amplia se encogió de hombros y me dijo.

—¿Terminaste o necesitas unos minutos más para seguir devorándome con esos preciosos ojos? —por supuesto yo no aprendo mi gente.

Siempre me están pasando cosas ridículas porque mi cerebro no sabe ser cauteloso, no sabe disimular y por supuesto no tiene filtro porque lo que dije después me lo confirmo.

—¿Devorarte? yo no diría exactamente que quiero hacerte eso, pero se acerca bastante —no podía creérmelo mi boca formo una enorme "O" después que lo dije y me lleve una mano a la frente y la otra a mi abdomen.

Mi respuesta y mi reacción después que lo dije hizo que el semi Dios se doblara literalmente de la risa, ¿y yo? bueno yo quería que otra vez Poseidón mandara al Kracken a hacerme pedazos.

Después de unos segundos el semi Dios dejo de reír se enderezo tiro de la parte baja del chaleco por lo que vi que también sus manos estaban tatuadas, sobre los nudillos de ambas manos ponía Love y Hate. Acomodo la prende para devolverla a su estado inicial para luego mirarme otra vez y volver a sonreírme. Cuando me hablo nuevamente tenía una nota divertida en su voz y me dijo.

— Eres un encanto Asier, Jake tenía razón en decirme que eras la indicada para el puesto, bienvenida a nuestra familia, soy Matthew, puedes decirme Matt y si quieres hacer cualquiera de las cosas que se te pasaron por esa cabecita creativa que tienes —dijo con una sonrisa coqueta— hoy salgo a las 7:00 pm, podríamos primero tomarnos algo ¿unas cervezas, quizás? y luego soy todo tuyo —dijo todo eso ojos brillantes y mirada picara, una de sus cejas estaba levantada y su cabeza inclinada a un lado.

Sus manos habían ido a parar a sus bolsillos y pues su actitud era súper relajada y segura. A todas estas yo estaba pasmada y derritiéndome en la silla, no sabía que decir, ¿cómo rayos se le ocurría decirme esas cosas en nuestro primer día a mi jefe? además como demonios se me ocurrió a mi decirle lo que dije. Como aún seguía sin responder volvió a reír estiro una de sus manos hacia mí y me dijo.

—Mucho gusto hermosa, espero que nos llevemos bien, aunque creo que eso ya pasa ¿no? —tome su mano y en cuanto lo hice, tiro de mi hacia él y quede a unos veinte escasos centímetros de él, por lo que podía detallar aún mejor su rostros.

Note que tenía un piercing en la lengua, y que olía de maravillas aun me miraba con picardía y yo, bueno yo seguía sin reaccionar, por lo que tuvo que venir a mi rescate otra vez mi súper voz.

—Bueno estúpida, reacciona ahora los músculos y un poco de testosterona te idiotizan ¿o qué? —después de eso sacudí mi cabeza como para espantarme unas moscas imaginarias por lo que el volvió a reír y sentí como su cuerpo se agitaba por esa razón.

Finalmente fui capaz de articular palabras y pensamientos coherentes, aunque no dije nada en ese momento porque empecé a reír, luego de que la risa paso, le dije.

—Un placer Matt, disculpa mi comentario como veras tengo serios problemas con mi filtro cerebral y pues suelen pasarme estas cosas —me separe un poco de él soltando su mano, volví a sonreír y agregue— me parece genial lo de irnos a tomar unas cervezas luego, pero con los chicos, en grupo y luego, luego cada quien se va a su casa...—hice una pausa para acotar luego— por separado claro —volví a reír por la estupidez que acababa de decir su encantadora risa uniéndose a la mía y termino por agregar.

—Eres divertida y espontánea, nos hacía falta alguien así en Blue Oceans Sophi está perdiendo el toque —volvió a sonreír y continuo, caminando hasta una puerta que hasta ese momento no había visto si quiera que estaba allí la abrió, entro escuche el movimiento de una silla correrse, un ordenador encenderse y volvió a salir, miro a su alrededor y me dijo.

—¿Quién arreglo la sala? —mire un poco a mi alrededor y respondi.

—Yo, unos 5 minutos antes de que llegaras, la hubieses visto antes, habrías salido corriendo —me miro y me dijo.

—¿Por qué crees que pregunto? —con una ceja elevada, gesto que comenzaba a parecerme de lo más sexy.

Puse cara de WTF? y me explico que antes de ir a la sala, paso por la oficina de Jake que tenía un salón donde estaban los ordenadores de seguridad y vio el desastre, me explico que solio hacer eso, para saber si alguien del equipo había llegado y como los conocía muy bien sabia casi siempre donde estaban pero era más fácil comprobar y luego ir a buscarlos.

Luego de intercambiar unas pocas palabras más, me dijo que iría por café que si quería algo, y le dije que aún no había desayunado así que me invito a la cafetería que estaba en la esquina, por supuesto que acepte. Ya en la cafetería el pidió un late de vainilla con un par de cruasán de jamón y queso, yo pedí un mocca y un pastel que se veía de muerte lenta.

Tomamos asiento afuera y comenzamos hablar, me contó que tenía trabajando allí alrededor de 10 años, que era jefe desde hacía 5 y que trabajar allí era muy beneficioso, que el ambiente era genial y que casi todos eran personas increíbles, que tenía aún muchas cosas que conocer del edificio que estaba seguro que los chicos no me habían mostrado todo lo que tenía que ver, me pregunto sobre mí.

Le dije mi afición por los tatuajes por lo que allí nos detuvimos un buen rato, me dijo que tenía los brazos y la espalda tatuados, que el tatuaje de los brazos era una sola pieza y que se había tardado en estar listo unas 15 sesiones de muchísimo dolor, nos reímos y me explico que no tenía muy buena tolerancia al dolor pero amaba tatuarse, así que tenía cosas raras, pero en general era agradable, divertido, dulce y cálido conversar con él.

Regresamos al edificio a las 8:40 am, íbamos tarde, bueno yo iba tarde, el no. cuando llegamos a la sala estaba los chicos sentados en los puff jugando Mario Kart entre ellos, en cuanto escucharon a Matt entrar en la sala se giraron con una sonrisa en la cara y Chris que resultó ser el más loco y escandaloso de todos le grito.

—Hombre volviste por un momento pensamos que el Capitán había logrado su cometido y te habían echado de aquí —Matt río al igual que todos y le respondió

—Que va, Jake se desharía primero de Sophi antes de echarme a mí y menos por Andrew, ahora apaga eso y bajemos al submarino tenemos mucho que hacer, y solo nos queda una semana antes de la junta final con los directivos, Cristina ubica a Andrew y a Jake para saber si nos reuniremos al final de la tarde —los miro a todos volvió a sonreír y dijo —Dios, como extrañe sus espantosas y odiosas caras, venga en marcha —todos rieron y salieron a abrazar o besar a Matt.

En el proceso note que habían 2 chicas más, que imagine serian parte del equipo también, no paso mucho para que Chris como siempre hiciera las presentaciones.

—Asier, ellas son Max y Jessy, también son diseñadoras, una lleva las redes sociales y la otra nos apoya en general, es como la todera —ambas se acercaron y besaron mis mejillas son nenas encantadoras la verdad. Luego miro a Matt y dijo.

—Y este idiota sentimental de aquí es Matt, nuestro querido jefe —Matt rio y lo señalo con el índice como advertencia por lo que Chris levanto las manos en son de paz y ambos rieron, Matt, respondió.

—Ya tuvimos el placer de conocernos, de hecho venimos de desayunar — Chris enarco la cejas y miro a todos esperando algún comentario y como nadie lo hizo, lo hizo el.

—Después soy yo el que trata de ligar con todas las chicas nuevas que llegan ¿no? —todos reímos por el comentario, en ese momento Cristina se aclaró la garganta a modo de interrumpir la diversión.

—Eh Matt tenemos un pequeño problema, el trabajo que dejaste para esta semana está prácticamente listo, solo necesitamos que Andrew lo chequee, pero él y la nueva no se llevan para nada bien —esperen un segundo todos escucharon lo que yo escuche ¿verdad?

¿La muy perra acababa de decirme la nueva? entonces fue allí cuando entendí, no le caía para nada bien a Cristina y la verdad ella a mí tampoco por lo que imagine que a partir de ese momento seriamos enemigas, Matt la miro, me miro a mi y soltó una risa burlona señalándome con el dedo índice con el que antes estaba advirtiendo a Chris.

—¿Quién ella, que no le agrada? pero si es la persona más encantadora, dulce y divertida que he conocido —enseguida sentí como el calor subía y encendía mis mejillas sonreí tímidamente, si tímidamente a veces puedo actuar o mejor dicho ser así, y ese era uno de esos momentos, en fin Cristina me miro puso los ojos en blanco y dijo.

— Matt estoy hablando en serio, el miércoles casi se asesinaron el uno al otro en el submarino, desde ese día Andrew no ha regresado de alta mar y sin el aquí, no podemos terminar el trabajo —en ese instante comprendí que el trabajo no estaba listo por mi culpa y me sentir fatal.

Supongo que mi cara lo dijo todo porque Matt se acercó a mí y puso una mano sobre mi hombro y me dijo.

—Tranquila linda, Andrew es un idiota, Chris me contó lo que paso ese mismo día, eres in.cre.i.ble —esto lo hizo deteniéndose en cada una de las silabas para que me quedara bastante clara su opinión, y continuo— simplemente por ponerlo en su lugar y defender al equipo de su actitud osca y malhumorada, honestamente creo que somos el equipo que más desteta y tiene sus razones, no lo voy a negar, tampoco es que soy un panal de miel, pero eso no le da derecho realmente de tratarlos así —se giró y los miro a todos y les dijo.

A ninguno de ustedes, ya me las arreglare yo con el cuándo regrese, porque Cristina, ese tarado regresa hoy a tierra firme, eso escríbelo, así que prepara todo para la reunión, que sea para las 4:00 pm, así le damos tiempo al capi para que ancle su navío en tierra, ahora si vamos al submarino hoy no tengo ganas de trabajar en la sala —comento mirando a su alrededor— Cristina el ordenador esta encendido manda a imprimir las cosas que necesitaremos y cuando las tengas bajas, te estaremos esperando allá —sin decir nada más ni esperar la aceptación o algún comentario se giró y salió de la sala.

Todos voltearon a verme y Chris como siempre se echó a reír y me dijo.

—Lo tienes comiendo de la palma de tu mano...—hizo una pausa y rio divertido para luego agregar— le salió competencia a Sophi —todos soltaron carcajadas y sa

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