Seducida por un extraño (COMPLETA) romance Capítulo 9

Viernes, 1:30 pm

Mi abdomen dolía de tanto reírme, habíamos salido almorzar en grupo y jamás imagine que un almuerzo podría ser tan divertido y gracioso, Chris y Matt pasaron todo el rato metiéndose el uno con el otro y era la cosa más divertidísima del universo, esos dos se las traían.

Estábamos llegando al edificio cuando nos topamos con Jake en la entrada, quien muy entusiasmado abrazo a Matt y le dio la bienvenida.

—Por fin llegaste, ¿cómo te fue en el congreso? tenemos lo que queríamos o ¿aun debemos trabajar un poco más? —Matt lo miro puso los ojos en blanco y lo abrazo de vuelta, mientras se soltaban le dijo con tono monótono.

—No tengo idea de lo que estás hablando, chicos sigue siendo mi hora de almuerzo ¿verdad? y no me pagan lo suficiente como para trabajar mientras lo hago —observo de reojos a Jake quien lo miraba divertido y luego continuo— de acuerdo si, está todo listo te dije que lo haría, ahora tú tienes que traer el frío trasero de Andrew de vuelta a tierra, tenemos reunión a las 4:00 pm, por lo que te quedan déjame ver —miro su reloj con detenimiento—2 horas y medias, y no tengo idea que tan lejos este, así que te sugiero que comiences a mover esas piernas viejas y hagas algo porque este aquí ¿vale? —le sonrió al súper jefe, este lo vio con gesto de tú no tienes remedio.

—Andrew, no está en alta mar, tiene dos días estudiando un área no muy lejos de aquí, aunque no he hablado con él desde la reunión que tuvimos el Miércoles en el submarino, tranquilo yo lo ubico, nos vemos a las 4, muchachos —dijo eso ultimo dirigiéndose a nosotros y se fue hacia el estacionamiento.

Entramos al edificio y nos dirigimos directamente al submarino donde nos habíamos anclado a trabajar ese día con portátiles que nos habíamos traído de la sala, porque si amigos míos cada uno además del ordenador de escritorio tenía una portátil, cuando llegamos abajo cada uno se fue a terminar de hacer las cosas que debía terminar y Matt se sentó a mi lado revisando unos documentos que minutos antes Cristina había traído de la sala.

Entonces volteo a mirarme y sonrió para sí mismo, yo me hice la que no lo vi, entonces volvió hacerlo, me miro y volvió a sonreír y siguió mirando los documentos, ¿yo?, igualita ni lo note, una tercera vez lo hizo solo que esta vez su sonrisa fue muchísimo más amplia y un rastro de picardía se extendía por toda su expresión y no lo soporte más.

—¿Que, por que me miras tanto, tengo algo en la cara? —me toque el rostro buscando alguna cosa.

El coloco los papeles sobre la mesa y se apoyó en el espaldar de la silla con las manos puestas sobre los apoya brazos, aun con esa sonrisa que a decir verdad, lo hacía ver encantadoramente sexy.

—No linda, no tienes nada en tu cara —hizo una pausa y me miro con detenimiento— bueno si, tienes unos ojos hermosos y una sonrisa espectacular que créeme le paraliza el corazón a cualquiera, además que desde que entramos y te sentaste a trabajar no has dejado de morderte el labio y no tienes ni idea de lo endemoniadamente sexy que te ves al hacer eso —mi reacción fue reírme porque no esperaba en lo absoluto esa respuesta y mientras me reía, siguió hablando conmigo.

Y allí está la sonrisa de la que hablo, espera un poco puede ser que muera en este instante por culpa de un paro cardiaco —se tomó el pecho como si le estuviera doliendo y puso cara de no estar respirando y que sentía muchísimo dolor.

Yo continúe riéndome y por supuesto llame la atención de los muchachos que estaban todos desperdigados trabajando desde distintos puntos de la habitación, el único como cosa rara en intervenir fue Chris.

—¿Que es tan gracioso, compartan la diversión si? —en ese instante Matt me guiño el ojo y se giró hacia Chris, lo apunto con el dedo y le dijo.

—Tu sigue trabajando y deja de meter tu enorme nariz donde nadie te está llamando, lo que yo hable con ella no es exactamente de tu incumbencia a menos que claro, la hayas cagado haciendo alguna cosa y pues tengamos que resolverlo por ti y antes que lo preguntes, si tu nariz en enorme —Chris achico los ojos y miro a Matt primero por sorpresa por lo de su nariz.

Luego por el resto de lo que estaba haciendo, tomo su nariz mientras escuchaba el resto de lo que su jefe le decía como pensando justamente lo que el terminaba de decir, luego volvió a mirarlo y le dijo.

—Oh disculpe todo poderoso Matt, rey de la perfección, podrías estar trabajando en vez de estar coqueteando con Asier, ambos sabemos que estas babeando por ella, de hecho mira has empapado tu estilizado chaleco con tu asquerosa baba —puso cara de asco luego se sonrió y volvió a poner los ojos en la pantalla de su ordenador.

Los demás también habían comenzado a reír, estos dos siempre estaban peleándose, por cualquier cosa y comenzaba a adorar sus tonta actitud y solo había pasado con Matt medio día, luego de mirar a Chris con la misma cara con la que yo solía ver Josh cuando hacía algo divertido, se volvió hacia mí.

—Se me acaba de ocurrir una excelente y traviesa idea, ven quiero mostrarte algo y en el proceso darles de que hablar mientras no estamos, por ahora tu sígueme la corriente ¿vale?

Y yo pues como me divertía horrores con ese par simplemente asentí, Matt se levantó de la silla fue hasta uno de los gabinetes saco una enorme caja con Snickers tomo unos 4 metió 2 en sus bolsillos, y los otros los mantuvo en su mano, devolvió la caja a su lugar, se giro contemplo a su equipo trabajar, sonrió y camino hacia la puerta de entrada donde se detuvo suspiro y dijo.

—Chicos voy a salir a tomar un poco de aire, supongo que no les debe de faltar mucho, arreglen la sala y todo para la reunión, nos vemos en un rato —ninguno despego los ojos de los monitores pero de todos se escuchó el ajam, luego se giró abrió la puerta y justo allí se detuvo nuevamente y me dijo–

—Asier ven conmigo, necesitare compañía para lo que tengo pensado hacer —me guiño el ojo y sonrió.

Justo en cuanto dijo mi nombre y eso de que lo acompañara todos voltearon a mirarlo con cara de sorpresa y no imaginaran sus expresiones cuando dijo que necesitaba compañía para hacer lo que estaba pensando literalmente la boca de Chris se abrió y lo miro con cara de WTF? y yo pues tenía que cumplir mi parte ¿no? así que le respondí de la manera más sexy y picara que fui capaz.

—Seguro Matt, te ayudare en lo que necesites —me levante y camine hasta él.

Donde muy cuidadosamente el apoyo una mano sobre mi espalda baja para dejarme pasar, se giró y le lanzo un beso a Chris que seguía mirándonos con cara de WTF? Matt cerró la puerta y estallo en carcajadas y yo lo acompañe, continuamos riendo todo el camino hasta el ascensor, hasta que finalmente me vio y me dijo.

—Somos un peligro juntos eh —mientras reía, asentí con la cabeza y el continuo— en serio nena me encanta que estés con nosotros, te falta mucho ¿por terminar lo que estabas haciendo?

Lo mire un poco apenada y negué con la cabeza, por ese momento me había quedado sin palabras, el me guiño un ojo y continuo.

—Genial, quiero que veas las cosas que seguramente te has perdido estos días porque seguro el tonto de Chris no te lo ha mostrado, y bueno a fin de cuentas es mi responsabilidad que conozcas todo el lugar, por cierto aquí tienes, esto es para ti — me entrego una de las barras de chocolate que había cogido en el submarino y me sonrió.

Salimos en la planta baja y me guio por el edificio hacia la parte de atrás, donde abrió una puerta y me dijo.

—Por aquí está el comedor, nosotros no solemos comer aquí, pero la mayoría si lo hace, nosotros somos los raritos de aquí, por no decir los locos, aunque todo el mundo se lo pasa en grande cuando estamos aquí —cuando entramos, pensé que sería un espacio con mesas rectangulares el típico comedor.

Pero no amigos como todo en este lugar, había unas 100 mesas redondas, con manteles color marfil, floreros con 2 flores dentro de ellos, y al final una barra como si de un restaurante se tratara, a la izquierda un enorme ventanal con unas puertas de vidrio daban al exterior donde había más mesas y de fondo el océano, era muy bonito la verdad, imagino que mi expresión era de sorpresa porque Matt me miraba riéndose.

—¿Siempre reaccionas así? ósea, me refiero a que ¿siempre te sorprenden cosas tan normales como un montón de mesas y cubiertos? —dijo burlón, lo mire y le di un ligero golpe en el hombro y negué con la cabeza, luego le dije otra vez observando a mi alrededor.

—No, tonto es que no espere que se viera así, me dijiste que era un comedor y lo imagine exactamente como eso, un comedor y esto... esto es más que un comedor es igual a un restaurante —el continuo riendo, coloco nuevamente su firme mano sobre mi espalda baja y me dijo.

—Ven por aquí hay más lugares que te sacaran esa hermosa sonrisa que tienes —volví a sonrojarme.

En ese momento mi vocecita acudió a comentar la situación.

—Nena, nena creo que tienes al jefecito comiendo de la mano de verdad.

Caminamos fuera del comedor/restaurante y nos detuvimos nuevamente en los ascensores, entramos y subimos al último piso donde sin más al abrir las puertas nos recibió un enorme y gigantesco gimnasio, si queridos míos, había un gym en el mismo edificio donde trabajo, aquí si no sonreí simplemente forme la distinguida "O" de sorpresa y antes este gesto el volvió a reír y comenzó a explicarme.

—Esto no hay que pagarlo, si deseas comenzar a entrenar puedes subir y hacerlo por tu cuenta, o acercarte aquella taquilla hablar con la secretaria y pedir que alguno de los entrenadores haga tu rutina y esté presente si lo desees, también creo que hay clases de yoga y esas mariconadas que les gustan a ustedes las mujeres sin ánimos de ofender eh? — explico con una sonrisa divertida.

Yo vengo aquí todos los días menos los viernes, todas las mañanas de 6 a 7, luego voy al salón de boxeo, que está por allá —señalo hacia mi derecha— y estoy allí unos 45 minutos más, luego voy a las duchas que están por allá —señalo a mi izquierda— y de esa forma termino mi entrenamientos, eso hablando de mí, aquí puedes hacer lo que quieras, a la hora que quieras hacerlo, somos bastante flexibles con el horario en que pueden venir a usarlo, aunque de nuestro equipo los únicos que venimos a entrenar son Cristina, Max y yo... el resto son unos vagos, ah bueno y Sophi que sube solo si se entera que estoy aquí —dijo esto poniendo los ojos en blanco— ¿y qué opinas, te gusta?

Estaba sin palabras, realmente trabajar en Blue Oceans creo que es el sueño de cualquier persona en el planeta, así que se lo exprese tal cual llego a mi cabeza.

—¿Gustarme? no me jodas, esto es increíble, mira cuantas máquinas y cuanto espacio, porque rayos habré esperado tanto en venir a buscar empleo aquí, hasta para limpiar los baños me habría postulado —Matt comenzó a reír moviendo la cabeza como si no creyera lo que estaba diciendo.

Se acercó un poco a mí y coloco nuevamente su mano en mi espalda baja y me susurro cerca del oído.

—He dejado lo mejor para el final y creo que esto es lo que más va a gustarte de todo el lugar, algo me lo dice —me empujo lentamente fuera del gym y entramos nuevamente al ascensor.

Marco un último botón y sentí como ascendíamos un poco más, hasta llegar a la azotea, en cuanto las puertas volvieron abrirse, esta vez mi mandíbula fue la que cayó sobre mi pecho, está viendo un enorme y hermoso jardín cubierto de flores y caminera, con banquitos aquí y allá, no muy lejos del ascensor vi un espacio amplio con algo azul en medio en cuanto me acerque.

Me dije nah esto es imposible, allí frente a mi había una enorme piscina, si y cuando digo enorme es enorme eh, estaba consiente que el edificio en el que me encontraba era gigantesco pero jamás imagine que habría una piscina en el techo, vamos ¿quién rayos cree eso?, seguí recorriendo el lugar y al final del lado derecho había una especie de hileras de bancos con un enorme árbol y y faroles, Matt me empujó hacia ese lado y me dijo.

—Finalmente el mirador, Jake construyo este lugar para su esposa, ya que pasaban demasiado tiempo aquí él quiso que se sintiera bien, luego de que enfermo lo abrió al público y pues podemos usarlo desde entonces, también suele ser el lugar donde celebramos las fiestas internas de la empresa por allá atrás esta un salón enorme techado donde bueno suelen poner las mesas y todo eso, es como el salón de fiestas y ya viste la piscina, esa fue creada para uso exclusivo de Sophi hace muchos años, pero como vez ahora cualquiera puede usarla, y esas son todas las sorpresas que tiene Blue Oceans para mostrarte.

Mientras Matt hablaba nos acercamos al mirador y pues créanme la vista desde allí arriba era increíble, simplemente hermoso, podía ver el océano delante de mí, si miraba a la derecha y un poco hacia atrás lograba ver la playa que extendía al otro lado de los muelles y a la izquierda, se subía hacia el acantilado, estoy simplemente enamorada de este lugar, nunca había sentido tanta maravilla en un solo lugar. Me gire y lo mire con una enorme sonrisa en los labios y le dije

—Amo este lugar, es increíble, mira todo lo que puedes ver desde aquí, ahora tengo un conflicto interno ya no sé si el submarino es mi lugar favorito o este de aquí arriba —Matt reía a mi lado y me dijo.

—Eso es fácil de decidir, mi lugar favorito es este, aquí arriba te sientes libre y fresco, incluso dentro de tu propio lugar de trabajo y no importa que tan mal se vea todo debajo de esto, aquí arriba siempre vas a poder encontrar algo hermoso por lo que sonreír y por eso este, este es el mejor, al menos para mí.

Era la primera cosa profunda que escuchaba salir de Matt, me pareció extraño ya que siempre estaba bromeando incluso cuando estuvimos trabajando hacia bromas sin parar, lo mire y allí justo allí en ese momento cuando estaba contemplando el horizonte entendí que era lo que Sophi veía en él y claramente compartir su opinión y su gusto por el jefe.

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