Si, acepto el contrato (COMPLETO) romance Capítulo 16

Narra Jackson

No me considero un hombre orgulloso, no lo soy, más bien creo que nunca lo he sido, solo no puedo ser perfecto, tengo mis defectos como todo el mundo, pero el hecho de saber que he dicho algo y que luego debo retractarme, no es que sea de mi agrado; odio cuando alguien cree tener la razón cuando realmente no la tiene.

Soy consciente de la situación de mi padre, por eso no quiero contradecirlo en nada, discutir con el no está entre mis planes, todo lo contrario, quiero que se sienta tranquilo, y si él va a estar mejor sabiendo que esa mujer estará en la oficina sentada al lado mío con su agenda entonces lo aceptaré, le voy a pedir que vuelva, pero a mi manera.

Regreso a la casa y mis hermanos están haciendo sus tareas, Emilia tiene a una maestra particular, es una peli negro muy linda que le ayuda a que aprenda sus lecciones, Néstor es un chico muy independiente, le gusta hacer todo por su cuenta, claro, a lo que al estudio se refiere, no los interrumpo y voy directo a la cocina para que me den algo de comer, mi día fue muy duro, mi cabeza estuvo a punto de explotar por tantas cosas.

Luego de la cena me siento en el jardín con mi laptop para revisar mis otros asuntos, hasta ahora me alegra que las cosas marchen bien con mi negocio, he dejado a un amigo a cargo y a Chanel supervisando, ella es increíble, siempre lo voy a decir; al terminar miro la hora y son un poco más de las nueve, recuerdo que debo llamar a Grace pero prefiero enviarle un mensaje

- Hola, soy Jackson Brown, mi padre me ha pedido que te reintegre, ve mañana a la compañía para que sigas con tus labores.

Guardo el teléfono en mi bolsillo, cierro mi computadora y me dispongo a entrar para dormir, mi cuerpo ya pide estar en paz y armonía con la cama, cuando voy subiendo las escaleras siento la vibración de mi móvil, lo saco para mira quien es, al parecer la chica ha respondido el mensaje.

- Hola, no iré, ya estoy próxima a encontrar otro empleo, mañana me comunico con el señor Nicholas. Feliz noche.

Pero ¡¿qué mierda?! Esa maldita me va a volver loco, entro a mi habitación y dejo la computadora en la cama, abro el mensaje y le respondo

- Mi padre me ha pedido que le escribiera, él espera que regrese a sus labores

- No, no puedo regresar, dígale a su padre que siempre admiré lo amable que es, pero que en esta ocasión mis razones no me permiten volver

Que mujer tan orgullosa, sabe que mi padre está enfermo y parece importarle un carajo, ¡ash! decido no escribir más, lo que he aprendido es que para llegar a un acuerdo con una persona, lo mejor es hacerlo en persona.

Por la mañana muy temprano, llamo a uno de los empleados de la compañía, le pido que me envíe con urgencia la dirección de residencia de Grace, quizás viéndome en su casa se intimide un poco y termine aceptado volver.

Conduzco por casi unos cuarenta minutos, al parecer la orgullosa vive refundida donde el diablo dejó guardada su trinchera, mi GPS me muestra que estoy cerca, bajo la velocidad para no perder la casa, cada vez que avanzo las casas se hacen más pequeñas y feas, no critico la forma de vida de la gente pero no soy ciego, puedo notar muchas cosas. Llego al frente de la casa que me indica la pantalla del auto, me bajo del vehículo, acomodo mi traje y un par de miradas de sus vecinos chismosos se posan en mí, me paro frente a la puerta y doy un par de golpes, al abrirse noto de inmediato el feo atuendo que la mujer lleva, tiene una sudadera de fresitas y un pantalón de pijama rosado, unas pantuflas de osos panda y un cabello bastante desordenado, se frota los ojos porque parece no reconocerme.

- Buenos días – le digo con cara seria

La mujer abre sus ojos y cierra la puerta de un portazo

- ¿Me dejará aquí afuera? – pregunto tocando nuevamente la puerta

Ella no dice nada pero adentro hay un estruendo, espero unos tres minutos y ella vuelve abrir ahora con su cabello recogido en una coleta y sus ojos sin lagañas.

- Buenos días, señor Jackson, entre por favor – indica haciéndose a un lado

- No voy a demorar much tiempo – respondo mirando a mi alrededor, este lugar es muy pequeño, la casa del perro es mas grande

- ¿Quiere café? – menciona para ser atenta

- Bien, creo que ya puede retirarse, más tarde lo veo en la oficina, jefe.

La observo apretando mis labios del enojo, tras que me hace decir lo que no quería, me corre de su casa; Grace abre la puerta para que yo salga y siento que mis pies me pesan.

Conduzco rumbo a la casa del abuelo, antes tuve que hacer muchos pares porque cuando estoy enojado siento que la vista se me nubla, que maldita sensación y ganas de patear al primero que se atraviese, cuento hasta cien, respiro por unos minutos, cuando me tranquilizo continuo con mi camino hasta llegar a un restaurante Mexicano, le compro al abuelo sus tacos favoritos y se los llevo a su casa.

- ¡Oh! por fin te dignas a venir, creí que te habías olvidado de este anciano – dice el abuelo feliz mientras le doy un abrazo; lo encontré en el jardín leyendo su periódico como de costumbre

- ¿Cuál anciano? Tienes más vitalidad que yo – respondo para molestarlo – Lamento no venir antes es que desde que llegué a la ciudad he tenido que estar pendiente al negocio de la familia.

- Entiendo hijo, eso lo sé. Dime ¿Cómo está tu padre? – pregunta dejando el periódico en la mesa

- Esta mejor, aunque dice que se siente algo agotado, por lo que comenta el medico lo están preparando para su primera quimioterapia, será algo fuerte por lo que sabes que su cáncer está muy avanzado.

- He estado en contacto con él estos días, me hace sentir muy triste que esa terrible historia se repita ahora en él, espero pronto poder ir a verlo.

Al abuelo le cuesta un poco caminar largos recorridos, él ha querido ir a la clínica pero mi padre no quiere que lo vea como está, sabe que podría deprimirse mucho.

- Si abuelo, así será

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