Narra Grace
He sido una mujer de principios gracias a mi madre, de ella he aprendido a ser fuerte, porque ella misma me ha demostrado que no se necesita de nadie para salir adelante, de eso fui testigo por muchos años, fue madre soltera, atravesó el valle de la muerte y salió de él invicta, aún sigue en pie de lucha para demostrar cada día lo valiente que es, por esa razón no me gusta bajar mi cabeza, solo lo hago cuando acepto que he cometido un error, porque soy humana y por más que quiera la perfección no está en nuestra naturaleza, solo hago todos los días el intento de hacer las cosas bien, de trabajar por ser mejor, me gusta ser correcta y dar más de lo que recibo, pero esa no será una razón para soportar o justificar los malos tratos de nadie; soy agradecida, reconozco lo que el señor Nicholas ha hecho por mí, pero ya hay cosas que simplemente no podemos dejar pasar, sentí que lo que ha pasado esta mañana a pesar de ser repentino fue bueno para el señor Jackson, aprendió una buena lección, que el hecho de tener dinero, de ser ahora mi jefe no le da derecho a menos preciarme, nadie sabe a dónde va a parar en algún momento de la vida.
Luego de desayunar, de cambiarme de ropa y de organizarme, tiro los periódicos que había comprado a la basura, que por cierto los tuve que esconder debajo de los cojines del sillón, gracias a Dios que ese presumido no quiso sentarse, si no hubiera evidenciado mi agonía por la búsqueda de otro empleo.
Unos minutos más tarde, me dirijo a la empresa para trabajar; por el camino reflexiono un poco, quise mantener mi posición de no volver pero tener dignidad significa lo mismo que ser realista en algunos casos, no podía darme el lujo de decirle que no a esto para trabajar en un bar, necesito el empleo y los beneficios que recibo en ninguna otra parte los voy a recibir.
Entrando a la compañía, veo que algunas personas aún no han llegado, es aun temprano.
- ¿Dónde estabas? – pregunta Susan apareciendo de repente
- ¡Dios! Deja de hacer eso, cualquiera de estos días voy a terminar con un ataque al corazón por tu culpa
- Ya, deja de ser tan delicada. Oye, ayer te busqué por todos lados, no estuviste en la reunión, tampoco en la oficina, quise llamarte pero luego me arrepentí
- Estaba ayudándole al señor Nicholas con algunas cosas – dije para ahorrarme la historia
- Lo supuse – responde pasando su mano por mis hombros
- ¿El jefe ya llegó? – cuestiono mirando que aún tengo quince minutos
- No, aun no llega, deberíamos ir a desayunar, ¿no crees?
Le sonrío a Susan y asiento con mi cabeza para ir por un rico café, es lo que quiero, lo que mi cuerpo me pide y necesita
- Oye, ayer te buscaba como loca porque quería contarte algo – menciona la chica dándole un mordisco a su sándwich
- ¿Qué cosa?
Ella comienza a procesar el gran bocado que tiene en la boca y cuando traga continúa
- ¿Recuerdas a Tony, el coordinador de finanzas?
- Si, lo recuerdo, el hombre por el que se te salían las babas el otro día
- Si, ese – responde ahora con la boca llena – lo que pasa, es que fui la otra tarde al súper para hacer las compras y desde un extremo del pasillo lo vi, caminé con mi carrito hasta el para saludarlo y aprovechar charlar un rato y cuando me acerqué… - Ella se detiene y veo que sus ojos se cristalizan, deja su sándwich en el plato y tapa su boca con sus manos.
- ¿Qué pasa? Pregunto dejando mi café a un lado, parece que esto es serio
- Cuando me acerqué lo vi con su esposa, el hombre parecía nervioso, me vio y apartó su mirada, me ignoró y se fue con ella agarrados de la mano, la mujer ni siquiera notó lo que pasaba
Dejo mi bolso en el escritorio, saco mi agenda, la tableta y la laptop, miro la fecha de hoy y miro que tenemos por hacer. Camino hasta el puesto del jefe y este me mira con cara de pocos amigos.
- Bien, le contaré lo que tiene para hoy, primero; en una hora tiene una videoconferencia con los socios de New york, el señor Robert Williams y los hermanos Wellington. Luego a las diez tiene que hacer un comunicado de prensa, eso lo ha solicitado su padre, ya me puse en contacto con él, allí debe explicar su estado de salud y que por ende estará usted a cargo y a las tres viene Dorian, es un empresario y amigo del señor Nicholas quien viene a mostrarle la propuesta de un nuevo proyecto, viene con su asistente y abogados.
- Está bien – responde
Vuelvo a mi puesto y el hombre ni me determina, no me afecta que no lo haga, al final solo vengo por mi trabajo, no por ver su perfilada cara.
- Señorita Grace – dice al rato
- Sí, señor Jackson
- ¿Estos son todos los informes? No lo sé, siento que aquí hay un vacío pero no logro encontrar por que
- ¿Vacíos? – pregunto frunciendo mi ceño, el señor Nicholas maneja esos aspectos financieros, yo no tengo nada que ver allí
- No, olvídelo – dice para luego continuar con lo que sea que hace
Más tarde, le organizo los dispositivos para su videoconferencia, él se da cuenta que mis funciones aquí son más que llevarle su vida organizada; de esa manera cumplimos a cabalidad su agenda del día de hoy, además de hacerme ir por los archivos que quería de cualquiera de los departamentos que están en la compañía.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Si, acepto el contrato (COMPLETO)