Si, acepto el contrato (COMPLETO) romance Capítulo 40

Narra Grace

En la mañana abro mis ojos por la claridad de la habitación, con solo despertar llegan a mi mente las escenas de lo que sucedió en la noche, aprieto mis labios y con algo de temor miro hacia el rostro de mi jefe quien ya está despierto observándome.

- Buenos días – dice el hombre posando su brazo sobre la pierna que tengo encima de él

- Buenos días – respondo haciéndome a un lado y buscando algo con que arroparme

- Ya vi, toqué, lamí, saboreé todo, no tiene que cubrirse – menciona haciendo que me sonroje

- Es que… pues, tengo algo de pena, es normal ¿no?

Me paro de la cama y enrollo en mi cuerpo una manta completa, solo dejando mi rostro afuera.

- Vamos, es una tontería – dice el parándose y dejando su gran pene a mi vista

Me doy la vuelta con el corazón a mil por segundo, ¡Dios! Los nervios me matan, creo que necesito un trago, con el vino se siente menos la vergüenza

- Ven aquí, date la vuelta

El hombre me toma de los hombros y quita las sabanas que llevo encima, estas caen al piso dejando mi cuerpo desnudo de nuevo a la vista del señor Jackson

- Eres hermosa, no tienes que sentir vergüenza, ayer pasó lo que queríamos que sucediera, ni usted ni yo lo planeamos, pero queríamos hacerlo.

Empieza a darme miedo lo que Jackson produce en mí, quizás es por compartir tanto tiempo juntos o verlo en la piscina, o quizás tocar su pecho musculoso y aferrarme a él, ¡Ayuda!

- Vamos a ducharnos – dice el cerca de mi boca, luego deja en mis labios un beso y me toma de la mano para ir a la ducha, lo más extraño de esto es que no quiero decir que no, quiero que me toque.

Esa mañana el jefe me ha duchado, pasó una esponja con espuma por mi cuerpo y luego yo hice lo mismo con él, se sentía bien, me gustaba sus besos en mi boca, cuello, pezones, sus manos grandes y ásperas tocando mi espalda y aferrándose a mi cintura para poder penetrarme, creo que he perdido la cabeza.

Unas horas más tarde, vamos de vuelta en el avión, no podemos quedarnos más tiempo porque debemos llegar para ultimar detalles del lanzamiento de la nueva botella de vino, nuestro regreso es muy diferente, ahora vamos abrazados observando la vista desde la ventanilla del avión, vamos en primera clase y tenemos nuestro espacio, ¿sería una locura decir que en el vuelo nos hemos tocado? Es casi que increíble el deseo sexual tan fuerte que se siente en el ambiente, quizás yo me negaba a mirarlo como hombre pero muy en el fondo si quería ser sometida por él, lo miro detallando su rostro y siento miedo por la sensación que recorre mi pecho.

Una vez regresamos a Londres, le llevamos a su madre y al abuelo de Jackson un obsequio de recuerdo, les agradecemos por el descanso y pasamos con ellos un largo rato.

De vuelta a la realidad laboral, llegamos a la oficina, cabe decir que la noche anterior dormimos en la misma cama, aquella habitación que era solo para mí, al parecer estará sin habitar por mucho tiempo.

- ¿Sabes si las invitaciones llegaron a la prensa? – pregunta el jefe desde su escritorio, parece algo ansioso porque en la noche será el lanzamiento del producto así que todos estamos corriendo.

- Si, hace tres días envié las invitaciones, todos confirmaron la asistencia

- Perfecto, muchas Gracias

Ahora él es más caballeroso, no sabía que con sexo se arreglaba la gente, una más anotada en el libro de vida.

- Voy por un café, ¿quieres uno? – menciono siendo cortés, él afirma con su cabeza y me pongo de pie para ir a la cafetería.

- Espere – dice haciendo que me detenga

- ¿Qué sucede?

- Es que tiene algo allí – señala mi falda mientras se dirige hasta donde yo me encuentro

- ¿Qué cosa?

Miro y no encuentro nada, él se acerca, toca mi falda y luego la sube hasta mi cintura, me da la vuelta haciendo que apoye mis brazos contra la puerta, me abre las piernas, hace a un lado mi ropa interior y comienza a masturbarme con sus dedos, tenía nervios por pensar que alguien podía venir pero a la vez no quería que se detuviera, Jackson se inclina pasando su lengua por mi trasero produciendo en mí el nivel de excitación más alto que he experimentado, la adrenalina por saber que cualquiera podía llegar me producía mas deseo, justo detrás de la puerta el hombre me folló hasta el punto de producir que mis piernas temblaran como gelatinas. Es sorprendente como en tan poco tiempo me ha hecho experimentar tantas cosas, que manera de marcar a una persona, si los siguientes días serán así no creo que me vuelva a quejar por el trabajo.

Más tarde, ambos estamos alistándonos para ir al salón de eventos donde lanzarán el producto, al mismo tiempo le harán un homenaje al señor Nicholas quien se esforzó tanto por esta nueva marca y lastimosamente no pudo presenciarla.

Jackson usará un traje muy a la moda, es un traje de color azul oscuro, le queda perfecto, lo hicieron a su medida, su cabello perfectamente peinado y el reloj que nunca le puede faltar; yo llevo un vestido de color vino tinto, es ajustado hasta mi rodilla, a partir de allí es holgado, simplemente hermoso, tiene un escote corazón que resalta mis senos de una forma que amo.

- Te ves hermosa – dice el tomándome de la cintura

Lo miro a los ojos y mi pecho se congela, ¡demonios! Me aterra que me estremezca de esta manera, a este paso terminaré siendo una tonta enamorada.

El hombre me toma de la mano para ir hasta este evento, esperamos que sea un éxito porque sí que nos hemos jodido todos los que trabajamos en la compañía porque sea el mejor en el mercado, al estacionarse el auto ya muchos reporteros estaban en el lugar, los invitados van llegando y algunas personas influyentes están siendo entrevistadas.

- Espero que mi madre ya haya llegado – dice Jackson dándome su brazo para que me apoye de el

- Son muchas personas – menciono con cierto nerviosismo

- Tranquila – responde sobando con delicadeza mi antebrazo

Narra Jackson

- Este día me hace recordar más a mi padre, cada elemento y cada punto de la programación está diseñado para enaltecerlo, lo merece. Hoy más que nunca me siento tan agradecido por las personas que lo apoyaron a lo largo de este proceso, así que quiero que todos levanten sus copas – digo en medio de mi discurso mientras veo a los presentes, muchos imitan mi acción y levantan sus copas, otros me observan con orgullo y… hay una mirada que me sorprende un poco, Chanel, la chica también está aquí, no me acordaba de ella.

- ¡Por Nicholas! – dice alguien entre la multitud

- Por Nicholas – respondo para luego tomar un sorbo del vino que hemos creado en la compañía

Me bajo de la tarima y el anfitrión continúa con la programación para el día de hoy, algunas personas se acercan a mí y me saludan, otras me felicitan y así hasta que vuelvo a tener esos ojos encima de mí.

- Hace días te envié un mensaje, ¿Por qué no respondías? – dice Chanel luciendo un vestido rojo

- No estaba en la ciudad – respondo sin más, la verdad me siento avergonzado por lo que sucedió en la oficina

- Lo sé, lo vi en instagram, estabas de luna de miel – menciona con mal tono

- Es que…

- Jackson, que gusto verte – aparece un socio a saludar y a salvarme de Chanel

- ¡Hey! ¿Cómo estás? – saludo al hombre para llevar toda mi atención a él, lo que provoca que la chica se aleje y vaya a otra dirección

- Ese vino es fabuloso, sin duda lo necesito en mis mostradores, de verdad ¡los felicito! Por cierto, ¿Dónde está tu esposa? mi esposa vio su vestido y quiere uno igual, ya sabes, mujeres. – comenta riéndose

Observo a todos lados para dar con ella, miro a la salida y muy en el fondo la veo salir por una de las puerta que dan a los pasillos de la servidumbre, me causa algo de curiosidad por lo que le pido disculpas a mi socio para retirarme, ¿Qué hace en ese lugar? camino hasta esa puerta alejándome cada vez más del ruido y de las personas, con lentitud abro un poco la puerta y escucho que no está sola.

- Por favor, dale mi contacto – dice un hombre a quien no identifico, por lo que abro la puerta de golpe y la veo anotando algo en su móvil.

- ¡Oh, aquí está! – dice el hombre que parece feliz de verme

- ¿Por qué estas aquí? – pregunto mirándolos con mala cara

- Mi nombre es Roberto… - menciona el chico con la intención de acercase a mi

- Largo de aquí Roberto – respondo haciendo que el chico de unos veinticinco años salga espantado del sitio.

- ¿Qué te pasa? – pregunta ella con su ceño fruncido

- ¿Qué haces aquí sola con un hombre? – cuestiono acercándome a su rostro y tomándola de su brazo

- Él quería charlar contigo, sabe que soy tu secretaria y…

- Si quería hablar podía esperar e ir a mi oficina, ¿por qué hablar contigo aquí alejados de las personas?

- Porque no le escuchaba nada

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