Sí Señor (Porque Yo lo digo 2) romance Capítulo 113

— Hola Wesito ¿cómo va todo con Robbie, en el apartamento? ¿Se divirtió anoche? ¿Durmió bien?

— Sí, aunque al parecer no tan bien como tú —insinuó al escuchar su buen humor

— Solo me entusiasma la navidad Nic, compró muchos regalos para Robbie, es tan lindo

— Oh rayos, eso será toda una sorpresa para Robbie

— No puedo esperar a ver su carita —suspiró con ilusión—. Bueno dime cómo fue todo anoche

— Ambos están en perfectas condiciones, ya pasó el susto, la peluda está sanita

— Me alegra que no le haya hecho daño, mi peludita estaba tan asustada que me rompía el corazón sentir cómo temblaba

— Alexa, le hizo un chequeo completo, por suerte anoche estaba de guardia así que nos permitió husmear y saludar a las mascotas que se encontraban internas, Robbie, estaba fascinado, puso en aprietos a un par de pasantes con sus preguntas, es bastante estricto con los procesos y eso que los leía en el momento

— Me dijo que le gustaría ser veterinario, me gusta para él, aunque creo que doloroso, ya sabes con los casos sin “futuro”, me muero

— Lo sé, llorona

— Sensible ¡no seas malo!

— Bueno dos cosas primero no podremos ir a visitarte, la mamá de Robbie, apareció con ganas de ser mamá y te llevo a Muff, en unas horas, la otra es que tu auto esta frente al portal con todas tus cosas dentro, tientas a tu suerte de milagro no lo abrieron por la noche

— ¡Ay mierda, lo olvidé!

— Dani —negó con diversión. Su amiga estaba distraída por su novio

— Lo sé, es que…, mi cabeza está en otro lado

— Espero que en una demanda a esa desquiciada porque si no lo haces yo mismo me encargo, el despecho es mucho peor que una enfermedad mental

— Es navidad, prometo que en cuanto pase lo hablo con Nic

— Bien, y ya no puedes salir sola, me llamas

— Te adoro Wesito, ven pronto a hacerme compañía

— Lo prometo preciosa

— Quédate a cenar, iré a una fiesta de nochebuena de ricachones Theo, me traerá un vestido

— Vaya, suena elegante ¿estarás mucho tiempo con el diseñador?

— Eso espero ¿qué pasa, sucedió algo con Theo? —preguntó notando algo raro a su amigo

— Las cosas están algo extrañas desde que accedí a ir por esa copa con él, como me sugeriste

— Bueno Theo, llega a las 4pm, ven antes y me lo cuentas todo ¡no puedo creer que no me lo hayas dicho!

— Voy a almorzar mientras acabo unos asuntos y luego me voy para allá

— Te quiero Wesito

— Y yo a ti lloroncita

Sin tiempo para especular sobre sus amigos y esa “cita” volvió a su llamada con Lina, preparaban un evento importante y debía ponerse en marcha lo antes posible. A las 2 de la tarde Patricia, llegó a buscarla el almuerzo estaba listo así que dejó a Lina, y se fue a la mesa. Tal y como lo prometió Nic, comió con ella, seguían sobre la nube 9, con caricias y siendo melosos

— Quiero hablarte de algo

— ¿Me vas a contar sobre la fiesta?

— No, quiero hablar sobre este asunto con Jim

— ¿Qué pasa con tu amigo?

— No me gusta la tensión entre ustedes, sé que no actuó bien pero ya es pasado y ambos son parte de mi vida

— Nic, no te voy a pedir que dejes de ser su amigo o algo parecido solo siento este…, resentimiento, creyó que me conocía y…, no voy a malgastar energías odiando a alguien, puedo ser civilizada

— Sé que puedes, me gustaría que lo perdonaras

— Tal vez algún día, lo prometo

— Bien —asintió no muy convencido

— Puedes invitarlo a casa cuando se te dé la gana, no me mires así

— Necesito que firmes unos documentos, necesito hacer unos trámites con el abogado

— Claro ¿de qué se trata?

— Vanessa, son declaraciones, ya están redactadas no necesitas leer nada, no quiero provocarte un mal rato

— Quiero saber más sobre eso

— A su tiempo solo estamos iniciando el papeleo, no quiero que nada malo te pase

— ¡Ayy! —exclamó levantándose de la silla—. Enseguida regreso

Antes que Nicholas, tuviera tiempo de reaccionar salió disparada a la cocina para buscar a Patricia, había olvidado otra vez su auto así que le pidió que enviara a Glenn, a buscarlo antes que de verdad lo desmantelaran, su barrio no era de los mejores

Al regresar a la mesa Nic, tenía unos documentos extendidos y la pluma lista para que los firmara así que se acercó y firmó todo lo que le pidió haciendo a un lado el papeleo para sentarse en su regazo.

— Ya basta de suspenso ¿qué harás con Kobayashi?

— No vamos a atarlo a una silla o algo parecido, será solo una “encerrona legal” llevaremos a los abogados, tuvimos que montar varias demandas por fraude, estafa, robo, todo con lo que podamos asustarlo

— Pero que gana Kobayashi, si accede a sus demandas, ese hombre no va a ceder tan fácilmente, me dijiste que se declaró en banca rota

— Lo han estado investigando, no es primera vez que juega sucio y nos hemos contactado con sus “victimas”, si no conseguimos nada al menos podremos hacerlo público y arruinar sus negocios para que no le robe a nadie más

— ¿Estás dispuesto a hacer público el problema? ¿Qué dice tu publicista, no le traerá problemas al hotel?

— Es un riesgo que estoy dispuesto a correr

— ¿Por qué? —quiso saber preocupada—. Sé que se lleva una gran tajada sin haber puesto un maldito billete pero es un riesgo muy alto

— Por ti

— ¿Qué? No te estoy entendiendo

— Te prometí solucionar toda mi mierda y eso hago, no quiero dramas ni problemas que me mantengan lejos de mi familia, quiero pasar todo el tiempo posible contigo y el bebé

— Nic —gimoteó conmovida—. No lo hagas por mí, este proyecto te ha costado muchos sacrificios y uno de esos incluye la compañía de tu abuelo, la zorra de Frida, años de problemas…

— Tú…, me costó nuestra relación y ahora prefiero perderlo todo que a ti, sé que juntos podemos salir adelante, tú me vas a ayudar, lo sé

— Por supuesto que te voy a ayudar en todo, todo

— Debemos correr el riesgo Dani

— De acuerdo, confío en ti

Preocupada por lo que pudiese ocurrir esa noche lo abrazó, le rodeó el cuello y se aferró a él.

— Cada rincón de esta casa debería hacerte sentir a gusto —la regaña

— Bueno solo he disfrutado de la habitación y la sala…, me negaba a mudarme pero…, creo que ahora estoy emocionada

— La habitación, no tengo dudas —río insinuando lo mucho que usaban la cama

— No seas envidioso, la remodeló y expandió solo por mí, es inmensa y digna de la realeza

— Sonríes, me gusta verte así de chispeante aunque sea porque te diste un buen revolcón

— Ya para, sabes lo que quiero oír, no desvíes mi atención

— Oye ese hábitat de gatito es un palacio

Fingió no escuchar eso último y se acercó con Muffin en los brazos al hábitat dejándola juguetear libre. Enseguida llegó Patricia, con comida y agua para la peluda y un par de chocolates calientes para ellos. Se instalaron en el sofá

— Tenías razón —comenzó a decir Wes—. Theo, me hizo ver las cosas de otro modo

— Su pasado no fue fácil y ahora disfruta de sus esfuerzos y sacrificios

— Me hizo sentir bien, me animó y…, nochebuena me pone melancólico —confesó—. Cada 24 de diciembre mis hermanos y sus parejas llevaban a sus hijos y sobrinos, niños por todas partes, a esta gran cena que mi mamá daba con tantas ganas…, era la noche en que me sentía normal con ellos, no me prestaban atención a mí y era agradable, el único día del año que no me critican

— Que tarados

— Pero ya no quiero pensar en eso, necesito dejarlo atrás y mirar hacia adelante

— Es lo mejor, hagámoslo nosotros —propuso con ilusión—. Nochebuena

— Pero tú y tu Nicholas, están muy bien —sonríe extendiendo su mano para darle un apretón cariñoso a su amiga—. No quiero interrumpir eso, su constante luna de miel

— Si, siento mariposas cada vez que me mira —suspira enamorada

— Al fin domaste a la bestia

— No sé, tenemos que darle crédito a mi Demonio, ha cambiado

— Me alegra verlos tan unidos y enamorados amiga

— Wes, lo dije en serio esta mañana tú eres mi familia y te quiero aquí siempre, vamos a cenar todos los viernes de aquí a la tumba, diría que los domingos pero no sé si pueda levantarme, me gusta dormir

— ¡Lo sé, mamá oso! —rió divertido

— Promételo

— Cada cumpleaños, cada celebración de algo, festivos, cada viernes me tendrás aquí. Lo prometo Danielle

— Gracias Wesito

— Además quiero ver a mi sobrino todos los días, no me pienso perder un solo centímetro de su crecimiento

— ¿Por qué todos quieren un niño? No es que me moleste un mini Nicholas, pero quiero que sea sorpresa, quiero que Lee, regrese pronto

— Creo que llega mañana, así que los regalos de navidad tendrán que tardar un poco

— Mañana quiero que pases la navidad aquí, por la tarde, todo el día

— No te preocupes tanto por mí mamá oso, estoy bien, lo prometo

— Sabes lo importante que eres para mí, me muero si te pasa algo —confesó afligida—. Y nadie nos va a separar, creo que deberíamos informarle a Nic, que se casa con ambos —acabó haciendo pucheros

— Ay mi llorona, ven aquí

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Sí Señor (Porque Yo lo digo 2)